17 oct 2014

Según Piketty, “un impuesto global al capital no debe esperar a un gobierno mundial”

16.10.2014

BARCELONA (Uypress) — Thomas Piketty concedió una entrevista a El País de Madrid donde afirma entre otras cosas que no se debe esperar a un gobierno mundial para la aplicación de un impuesto global al capital y que la inversión en educación es la gran palanca contra las desigualdades.


El profesor Thomas Piketty, de 43 años de edad, es desde el año 2000 director de estudios de la parisina École des Hautes Etudes en Sciencies Sociales y cobró notoriedad el año pasado por la publicación de su libro "Le capital au XXI siècle" (El capital en el siglo XXI), que pronto será publicado en castellano.
En oportunidad de la gran difusión que tuvo el libro, un amplio estudio histórico de casi 1.000 páginas, se hicieron oír también fuertes críticas, incluso de algunos que lo acusaban de ser un extremista de izquierda.
Xavier Vidal-Folch, de El País de Madrid, le realizó una entrevista, en la que Piketty responde a algunas de esas críticas y plantea sus puntos de vista.
Preguntado respecto a si las críticas que recibió le ayudaron a mejorar su enfoque, Piketty afirma que las respondió punto a punto, respondiendo específicamente a las críticas del Financial Times. "Fue una cosa más bien simpática, dieron a conocer mi trabajo. No deberían tener miedo de mi libro, no tengo una agenda oculta. Sólo soy un investigador, apoyado por un extraordinario equipo, que quiere contribuir a la transparencia para limar los desequilibrios económico-sociales mundiales. Yo no he inventado las fortunas, los patrimonios, las crecientes desigualdades. Nadie puede negar el carácter agudo de la desigualdad, que vuelve tras una larga temporada en el siglo XX en que se había logrado amortiguarla, en parte gracias a la introducción de una fiscalidad progresiva" responde.
Frente a la afirmación de que ciertos ultraliberales y parte del mundo financiero le temen, Piketty sostiene que "si mi libro inquieta es porque mi perfil no es el de un militante de extrema izquierda, sino el de un científico. No me mueve la atracción del poder. Cuando cayó el muro de Berlín yo tenía 18 años, nunca tuve tentaciones comunistas, creo bastante profundamente en la propiedad privada y en las fuerzas del mercado, pero también en que hay que reducir las desigualdades del capitalismo, al servicio del interés general. Mi generación es la primera que no conoció la guerra fría. Si algunos viven instalados en ella, es su problema, no el mío.
El cronista de El País le plantea que su principal propuesta contra el retorno de la desigualdad es establecer un impuesto global y progresivo sobre el patrimonio a nivel mundial, a lo que el profesor francés responde que "también la difusión de la educación y la inversión en el conocimiento, que son probablemente los mecanismos más decisivos para la reducción de desigualdades". Y respecto a si la aplicación de ese impuesto mundial al patrimonio no es utópica, Piketty responde que "el mundo acabará yendo en esta dirección. Se pueden ir dando pasos hacia él, peldaño a peldaño, en Europa por ejemplo, sin que tengamos que esperar obligatoriamente al advenimiento de un Gobierno mundial en la suposición de que sin él no pueda avanzarse nada".

dfp