INDIGENCIA
Columna ECOmité
14.10.2014
En 2004, 47 de cada 1000 uruguayos se encontraban en situación de indigencia. Esto significa que su pobreza era tan extrema que no contaban con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades de alimentación, aún si esto fuera lo único en lo que gastaran sus ingresos. La mayor parte de estas personas eran niñas, niños y adolescentes, y estas familias se encontraban completamente solas en su lucha por la sobrevivencia, con un Estado que los había abandonado a su suerte.
A partir del año 2005 el Uruguay se embarcó en un gran esfuerzo para eliminar esta situación intolerable desde el punto de vista humano. Los primeros dos gobiernos del FA implementaron planes para, primero, atender a la emergencia social y, luego, realizar las reformas necesarias para que esto nunca vuelva a suceder. Se creó el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), se implementó el Plan de Emergencia (PANES), y se expandió el sistema de Asignaciones Familiares, para evitar que las familias uruguayas caigan en una situación de pobreza tan extrema. Hoy los uruguayos podemos estar orgullosos de que en nuestro país la indigencia es casi inexistente, con solo 5 de cada 1000 personas en esta situación.
¿Qué queda entonces por hacer? ¿Qué es lo que se juega en Octubre? En primer lugar, tenemos que asegurarnos que las políticas implementadas en estos años se mantengan. Muchas familias están aún en una situación de vulnerabilidad, y debemos seguir apoyándolos para salir adelante y que sus hijos tengan mejores oportunidades. En segundo lugar, tenemos que seguir creando las condiciones para que todos los uruguayos tengan las oportunidades de formación y trabajo que les permitan no necesitar este tipo de políticas. El FA ya comenzó este camino. Por ejemplo, se incrementó la protección laboral de los trabajadores y trabajadoras rurales y del servicio doméstico, las dos principales ocupaciones de los trabajadores más pobres. La formalización y regulación de estos sectores ha permitido el acceso a derechos que incluyen, por ejemplo, el seguro de desempleo, la protección ante accidentes laborales y la cobertura de salud para ellos y sus familias.
Para el próximo gobierno el FA se compromete a seguir incrementando la formalización laboral y mejorar las posibilidades de empleo a través de la educación, las políticas laborales y el apoyo a las tareas de cuidado. En este sentido, gran parte de los hogares vulnerables tienen jefatura femenina, y el apoyo con las tareas de cuidado de niños y otras personas a cargo les permitirá dedicar más horas al trabajo y mejorar sus ingresos. Pero el FA no se queda en el corto plazo sino que apuesta también a las próximas generaciones, dando la mayor prioridad a la primera infancia, ya que en ella se juega gran parte del destino de las personas en su trayectoria educativa y laboral. Ya universalizamos la educación a partir de los 4 años, y en el próximo período de gobierno se busca universalizar la enseñanza inicial para niñas y niños de 3 años, y avanzar en el cuidado y atención de los más pequeños.
El Frente Amplio es el único partido que ha mostrado un real compromiso para que en Uruguay no haya personas que no cuenten con los recursos mínimos para sobrevivir. Ahora vamos por más, apostando al trabajo, la educación y la protección social, para que las nuevas generaciones no tengan que pasar por una situación como la que se vivió en el pasado. Uruguay va por más. ¡Uruguay no se detiene!