Las candidaturas ciudadanas en Madrid y Barcelona son las más votadas
Los populares pierden apoyo y poder y están obligados a pactos en autonomías
El PSOE, el partido más votado en las municipales
FERNANDO GAREA Madrid 24 MAY 2015
Rajoy el gran perdedor
Vuelco histórico en las elecciones municipales que anticipa un nuevo escenario político en España: el PP no es el partido más votado y Madrid y Barcelona podrían tener en breve alcaldesas procedentes de movimientos sociales y de izquierdas, según el escrutinio provisional. Las candidaturas populares que encabezaban Manuela Carmena y Ada Colau han ganado en votos y protagonizarán un cambio histórico con mayoría de izquierdas en las dos principales ciudades. El tablero político en España ha saltado como anticipaban los sondeos, según el recuento global al 50%.
El hundimiento del PP hace que deje de ser el partido más votado en las elecciones municipales, en favor del PSOE que le supera en casi dos puntos con el 50% escrutado. El PP se desploma y sufre un descenso notable de votos y siendo el partido que gobierna con mayoría absoluta en España no llega al 25% de los votos. Perdería unas elecciones nacionales por primera vez desde 2011 y sufre también una posible pérdida de poder en ayuntamientos y en comunidades autónomas. Su batacazo electoral facilita el histórico vuelco político en los ayuntamientos simbólicos de Barcelona y Madrid. No obstante, en la capital, hay un margen muy estrecho de votos entre Ahora Podemos y PP.
Los populares podrían perder todas las mayorías absolutas y solo podrían gobernar en comunidades si son capaces de llegar a acuerdos con Ciudadanos. El PSOE pese a ser el más votado no llega ni siquiera al resultado de las municipales de 2011 y es el más votado solo en las comunidades de Asturias y Extremadura.
El movimiento social que partió del 15-M, que ha unido a grupos políticos de la izquierda, a Podemos y a grupos ciudadanos, ha ganado en votos en las dos principales ciudades de España, anticipan la designación de dos alcaldesas tan simbólicas y sugieren un terremoto político para las generales previstas para noviembre. Por el momento, el control de algunas comunidades y ayuntamientos queda a la espera de negociaciones y pactos, muy lejos del panorama anterior de mayorías absolutas claras del PP.
Según el 50% escrutado, la derrota de Esperanza Aguirre, la gran apuesta de Mariano Rajoy, en Madrid puede ser el símbolo del batacazo del PP, tras 20 años de mayoría absoluta popular. Su designación ha terminado por ser un error, porque más que movilizar a votantes del PP ha movido a los de la izquierda frente a Aguirre y agrupados en torno a Carmena. De hecho, en la Comunidad de Madrid, la candidatura de Cristina Cifuentes ha aguantado, es la más votada aunque sin mayoría absoluta y con pérdida notable de votos y podría gobernar si logra un acuerdo con Ciudadanos.
No obstante, el margen entre Carmena y Aguirre es muy estrecho. La ley electoral prevé que en ayuntamientos si nadie tiene mayoría absoluta gobierne la lista con más votos populares.
Ada Colau, que lideró los movimientos contra los desahucios, crea un panorama insólito en Barcelona, superando a CiU, que gobernaba en minoría con Xavier Trías. Este resultado amenaza la hegemonía soberanista de cara a las autonómicas catalanas del 27 de septiembre.
La irrupción de Podemos en las comunidades y de las candidaturas populares que apoya en los ayuntamientos han alterado definitivamente el mapa político y ha hecho que el bipartidismo sigue cediendo terreno, aunque los dos sigan en cabeza. La suma de sus votos supera por poco el 50%, cuando habitualmente llegan al 80%.
El hundimiento del PP hace que deje de ser el partido más votado en las elecciones municipales, en favor del PSOE que le supera en casi dos puntos con el 50% escrutado. El PP se desploma y sufre un descenso notable de votos y siendo el partido que gobierna con mayoría absoluta en España no llega al 25% de los votos. Perdería unas elecciones nacionales por primera vez desde 2011 y sufre también una posible pérdida de poder en ayuntamientos y en comunidades autónomas. Su batacazo electoral facilita el histórico vuelco político en los ayuntamientos simbólicos de Barcelona y Madrid. No obstante, en la capital, hay un margen muy estrecho de votos entre Ahora Podemos y PP.
Los populares podrían perder todas las mayorías absolutas y solo podrían gobernar en comunidades si son capaces de llegar a acuerdos con Ciudadanos. El PSOE pese a ser el más votado no llega ni siquiera al resultado de las municipales de 2011 y es el más votado solo en las comunidades de Asturias y Extremadura.
El movimiento social que partió del 15-M, que ha unido a grupos políticos de la izquierda, a Podemos y a grupos ciudadanos, ha ganado en votos en las dos principales ciudades de España, anticipan la designación de dos alcaldesas tan simbólicas y sugieren un terremoto político para las generales previstas para noviembre. Por el momento, el control de algunas comunidades y ayuntamientos queda a la espera de negociaciones y pactos, muy lejos del panorama anterior de mayorías absolutas claras del PP.
Según el 50% escrutado, la derrota de Esperanza Aguirre, la gran apuesta de Mariano Rajoy, en Madrid puede ser el símbolo del batacazo del PP, tras 20 años de mayoría absoluta popular. Su designación ha terminado por ser un error, porque más que movilizar a votantes del PP ha movido a los de la izquierda frente a Aguirre y agrupados en torno a Carmena. De hecho, en la Comunidad de Madrid, la candidatura de Cristina Cifuentes ha aguantado, es la más votada aunque sin mayoría absoluta y con pérdida notable de votos y podría gobernar si logra un acuerdo con Ciudadanos.
No obstante, el margen entre Carmena y Aguirre es muy estrecho. La ley electoral prevé que en ayuntamientos si nadie tiene mayoría absoluta gobierne la lista con más votos populares.
Ada Colau, que lideró los movimientos contra los desahucios, crea un panorama insólito en Barcelona, superando a CiU, que gobernaba en minoría con Xavier Trías. Este resultado amenaza la hegemonía soberanista de cara a las autonómicas catalanas del 27 de septiembre.
La irrupción de Podemos en las comunidades y de las candidaturas populares que apoya en los ayuntamientos han alterado definitivamente el mapa político y ha hecho que el bipartidismo sigue cediendo terreno, aunque los dos sigan en cabeza. La suma de sus votos supera por poco el 50%, cuando habitualmente llegan al 80%.