31 may 2015

HOY SE VOTA EN UNA ITALIA ENVUELTA EN ESCANDALOS DE CORRUPCION


Temblor en el centroizquierda

La rabia por las promesas y esperanzas no cumplidas, pero también la desilusión y el desánimo con el gobierno de Renzi han hecho mella en buena parte de la población, que no se ha manifestado mayormente durante la campaña electoral.
 Por Elena Llorente

Desde Roma
Siete regiones y más de 1000 municipios van a elecciones hoy en Italia y los resultados podrían influir notablemente en el rumbo del gobierno de Matteo Renzi, del Partido Democrático (PD, centroizquierda), sobre todo por los escándalos salidos a relucir esta semana. La rabia por las promesas y esperanzas no cumplidas, pero también la desilusión y el desánimo, han hecho mella en buena parte de la población que no se ha manifestado mayormente durante la campaña electoral. Es que la gran mayoría de los italianos todavía sigue pagando el precio de una recesión económica que recién ahora parece comenzar a ceder pero que, en realidad, sólo dentro de varios meses podrá ofrecer resultados perceptibles a los simples mortales.
La campaña electoral apagada se vio reavivada sin embargo por las denuncias contra varios candidatos que pusieron en serios problemas principalmente al PD, cuyo secretario Renzi, se vanagloriaba poco antes de que ningún candidato de los acusados sería elegido porque pertenecían a “pequeñas formaciones”. Sin embargo el viernes, último día de la campaña electoral, se confirmó que el más importante de los acusados era un exponente del PD, el candidato a presidente de la región Campania a la que pertenece Nápoles, Vincenzo de Luca. Todo empezó con una lista de nombres de candidatos bautizados como “impresentables”, luego de una investigación realizada por la Comisión Parlamentaria Antimafia. Es decir candidatos de distintos partidos y de distintas regiones con penas por corrupción, desfalco, asociación mafiosa, y muchas otras motivaciones poco “elegantes” y que sin embargo sus propios partidos aceptaron como tales. Según una ley vigente en Italia desde 2012, la ley Severino, no pueden ser candidatos en las elecciones las personas que han tenido condenas definitivas, pero el modo de aplicación de la ley está en discusión a nivel judicial.
Se trata de 17 personas, 4 de la región Apulia (sureste del país) y 13 de la región Campania (sur de Roma), es decir la región de Nápoles, tristemente célebre por la penetración de la camorra –la mafia local– en los ambientes políticos y empresariales. De las cuatro personas acusadas de “impresentables” en Apulia, una es candidata del centroizquierda y tres del centroderecha. En Campania en cambio, cuatro son candidatos del centroizquierda y nueve del centroderecha. Para el gobierno de Renzi ha sido un mazazo que De Luca y otros tres de su grupo estuvieran en la lista. Inmediatamente se habló de “vendetta” (venganza) dentro del propio PD porque la presidenta de la Comisión Antimafia, Rosy Bindi, pertenece al partido pero a un ala muy crítica de Renzi. “La denunciaré ante la Justicia”, declaró De Luca en relación con Bindi. De Luca, entre otros procesos, en enero pasado fue condenado en primera instancia (la Justicia italiana tiene tres instancias) por abuso de poder por la construcción de un incinerador de basura cuando era alcalde de Salerno. También fue enviado a juicio por extorsión en 1998 pero al caer en prescripción esta causa en 2012, renunció a esa prescripción y pidió ser procesado. “Creo que queda claro que la agresión en realidad está dirigida contra el secretario nacional del partido (Renzi, NDR). El objetivo es ponerlo en una difícil situación en estas elecciones”, declaró De Luca a la prensa italiana.
Antes de tener la confirmación sobre el caso De Luca, Renzi había comentado que “nunca había visto un debate preelectoral tan lejano de la realidad y sólo referido a los candidatos ‘impresentables’. Yo estoy seguro y hasta haría una apuesta, de que ninguno de ellos será elegido porque pertenecen a pequeños grupos”. Varios de los 17 pertenecen a pequeños grupos, en efecto, pero esos grupos son aliados de las grandes coaliciones de centroizquierda o centroderecha y aportan votos. “Los candidatos impresentables deberían retirarse o bien renunciar una vez que hayan sido elegidos y eso sería un lindo gesto de dignidad política”, comentó por su parte el pequeño partido de centro, Scelta Civica, cuyos candidatos no están en la lista de “impresentables”. Tampoco hay candidatos del Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo, para quienes la presidenta de la Comisión Antimafia “ha demostrado autonomía y firmeza, pese a las presiones de Renzi”.
Bindi, mientras tanto, se encuentra en el centro de un ciclón. Dirigentes del PD la acusan de haber instrumentalizado la comisión, sobre todo porque recién se dio a conocer la lista completa de “impresentables” el último día de campaña electoral y no antes. Otros, incluso un miembro de la misma comisión, la acusa de haber manejado todo ella sola y sus colaboradores, sin haber compartido con el resto de la comisión los resultados de su investigación. “¿Indignados? La indignada soy yo. Son ellos que han presentado como candidato a De Luca y sabían muy bien quién era. ¿En qué cosa se ha transformado el PD? ¿Debo acaso usar distintas medidas para medir a los de mi partido y a los demás?”, declaró Bindi –ex presidenta del Partido Democrático– a la prensa italiana, aclarando que la obligación de la Antimafia es presentar al público una fotografía de los candidatos para que pueda elegir mejor. Criticada por los partidarios de Renzi, Bindi ha recibido sin embargo el apoyo y la solidaridad del ala disidente del partido, entre ellos del ex secretario del PD y ex ministro Pier Luigi Bersani. Lo que muchos dan por seguro es que después de las elecciones, el PD –donde el grupo disidente crece cada día más– sufrirá cambios muy serios. Y el panorama se presenta más complicado todavía si se tiene presente además que en las elecciones de 2010, de las siete regiones que elegirán sus presidentes hoy, cuatro quedaron en manos del centroderecha y tres del centroizquierda.