16 jul 2015

SE HABRIA EXTRAVIADO UN CUERPO HALLADO EN EL ATENTADO A LA AMIA

El cadáver que no aparece
Según versiones de algunos familiares de las víctimas, el cuerpo no identificado fue enviado a un osario común cuando la causa estaba a cargo de Galeano. Ahora el EAAF lo busca para aplicar nuevas técnicas de ADN y determinar si era una víctima o un suicida.
 Por Raúl Kollmann

Se perdió el cuerpo de una víctima del atentado contra la AMIA. La noticia impactó ayer a los familiares de quienes murieron en la mutual judía y surgió a raíz del pedido de exhumación del llamado cuerpo 85 NN. Página/12 reveló en 2013 la existencia de un cadáver, masculino, sin identificar, y sobre el que la fiscalía a cargo de Alberto Nisman dio una versión poco verosímil: que se trataba de un obrero boliviano. Nadie pudo explicar por qué sería el cuerpo del único obrero que nadie reclamó y por qué no estaba en ninguna lista, ni de las contratistas, ni de la propia AMIA, que tenía un control de todos los que trabajaban en las obras de la mutual. De acuerdo con versiones de algunos familiares, esta semana, a raíz de los primeros trabajos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la causa AMIA, se pretendió acceder al cuerpo del NN, la víctima 85. El Cementerio de la Chacarita contestó que el cuerpo fue enviado a un osario común en 1998, cuando el ex juez Juan José Galeano estaba a cargo del expediente y de la preservación de los cuerpos y las pruebas. De confirmarse el dato, el ex magistrado sería responsable de la pérdida de una víctima y, tal vez, de alguien que podría echar alguna luz sobre lo ocurrido el 18 de julio de 1994.
Los amigos y familiares de las víctimas agrupados en Memoria Activa venían insistiendo desde hace años en la necesidad de utilizar las técnicas modernas para ver si se lograba algún avance en la investigación del atentado. En concreto, le habían planteado al fiscal Nisman la posibilidad de usar la genética y las pruebas de ADN.
Según la investigación oficial y las conclusiones a las que llegó el tribunal oral, el atentado fue cometido con una camioneta Trafic llena de explosivos. El tribunal no pudo acreditar la existencia o no de un suicida al comando del vehículo. Años más tarde, el fiscal Nisman aseguró que un sujeto libanés, Ibrahim Berro, fue el que condujo la camioneta hasta la AMIA y se inmoló en el atentado. Nisman pretendió respaldar su versión con el testimonio de dos hermanos de Berro, Abbas y Hassan, residentes en Chicago. El fiscal aseguró que ambos declararon que Ibrahim, militante de Hezbolá, pudo participar del ataque. Sin embargo, la lectura de la declaración de los hermanos Berro indica lo contrario: ambos sostuvieron que Ibrahim murió en el Líbano y que nunca se hubiera inmolado en el atentado.
La existencia de un cuerpo sin identificar, de 1,80 metro de estatura y al que sólo le faltaba una pierna, llamaba la atención. Cuando Página/12 reveló el dato, Nisman negó que pudiera tratarse del suicida. Además, rechazó hacer pruebas de ADN sobre ése u otro cuerpo: “Debemos mantener el respeto por las víctimas”, argumentó.
El domingo pasado, este diario contó que el Equipo de Antropología Forense trabajaría en la causa AMIA por iniciativa de los nuevos integrantes de la Unidad AMIA, Sabrina Namer, Roberto Salum y Patricio Sabadini. La unidad tiene como coordinador a Juan Patricio Murray. Según parece, para los exámenes de ADN se dispuso el acceso al cuerpo del NN 85, por lo que se libró un pedido al Cementerio de la Chacarita. La sorpresa entre los familiares fue mayúscula a raíz de que el cementerio informó que el cuerpo había sido remitido en el año ‘96 y que sólo en caso de haber orden expresa en contrario, a los dos años se remiten los cuerpos al osario común. La Chacarita señaló que eso se hizo en 1998. Hasta el momento, la conclusión es que se perdió el cuerpo.
La cuestión es relevante porque nadie puede explicar la existencia de un cuerpo NN. Por un lado, el argumento de que se trata de un obrero boliviano deja grandes dudas y no existe razón para que nadie haya reclamado el cuerpo ni aparezca en ninguna lista como trabajador. Por otro lado, se plantea que podría ser el suicida. El titular del Equipo de Antropología Forense le dijo a este diario que hoy las técnicas modernas permiten saber de qué región del mundo es originario un cuerpo. El argumento de Nisman es que difícilmente se tratara del suicida porque le faltaba sólo una pierna. El perito de Gendarmería Osvaldo Laborda, que trabajó entre los escombros de la AMIA, sostiene que el suicida alcanzó a bajarse, aunque no está seguro de que pueda ser el NN 85.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-277199-2015-07-16.html