ARRANCAN LAS NEGOCIACIONES CON MIRAS A UN TERCER RESCATE FINANCIERO
Se trata de cerrar un acuerdo con una vigencia de tres años y un volumen de 86.000 millones de euros. Las negociaciones comenzaron ayer y en los próximos días seguirán con la llegada de los jefes de las instituciones financieras.
Grecia y sus acreedores internacionales iniciaron ayer las negociaciones para un tercer rescate financiero, en una nueva carrera contrarreloj que el gobierno de Alexis Tsipras quisiera ver concluida en algo más de dos semanas, a pesar de que tendrá que saltear numerosos obstáculos.
Si ya los dos paquetes de reformas, cuya legislación habían exigido los socios antes de iniciar formalmente las negociaciones, se aprobaron en el tiempo record de una semana, el reto ahora es aún mayor, pues se trata de cerrar un acuerdo con una vigencia de tres años y un volumen de 86.000 millones de euros. Las negociaciones comenzaron ayer a la mañana a nivel de cuadros técnicos y en los próximos días continuarán a un nivel superior, con la llegada a Atenas de los jefes de las instituciones.
Una delegación de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) comenzó las conversaciones a un nivel técnico con una visita a la Oficina General de Contabilidad griega y al Banco de Grecia, informó ayer el Ministerio de Finanzas. Hoy está prevista la llegada a Atenas de los jefes de esas delegaciones.
Según informó el Ministerio de Finanzas en un comunicado tras la primera tanda de reuniones durante la mañana, las conversaciones comenzaron con “intensidad”, con el objetivo de “ambas partes de llegar a un acuerdo lo antes posible”. “Sigue habiendo avances. La cooperación con las autoridades griegas transcurre sin roces”, dijo por su parte una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas.
En principio, está previsto que los cuadros técnicos finalicen sus tareas el viernes y que luego sólo continúen el fin de semana si se plantea “alguna cuestión específica”. En esta primera jornada se trataba de recopilar datos sobre el estado de las finanzas públicas para hacer una nueva evaluación a la luz del impacto que tuvieron las restricciones bancarias impuestas hace un mes sobre la evolución financiera.
Cálculos de la Comisión Europea parten de la base de que el impacto negativo del corralito sobre la economía obligará a revisar drásticamente las previsiones para el crecimiento económico. En lugar de los cálculos originales que partían de un incremento del PIB en este año del 0,5 por ciento, ahora se prevé una recesión de por lo menos un 4 por ciento. A ello se añaden graves desvíos del plan presupuestario, que se traducen en que el Estado ingresó 2300 millones de euros menos de lo previsto.
Se suman además pagos atrasados a proveedores de 4000 millones de euros, obligaciones que se acumularon en los últimos meses a medida que aumentaba la asfixia financiera.
Todo esto puede conducir a que Grecia no pueda alcanzar el superávit primario de un 1 por ciento previsto para este año, salvo mediante la aplicación de medidas de ahorro adicionales, lo que sólo podría evitarse si los socios aceptan abandonar esta meta.
En el Banco de Grecia, los equipos del nuevo cuarteto, bautizado ya como la “cuadriga”, harán un análisis de la situación de los bancos griegos tras cuatro semanas de restricciones bancarias.
Se trata de hacer una primera evaluación de las necesidades de capitalización, previa a las pruebas de resistencia que comenzarán en breve y que concluirán con un diagnóstico sobre cuánto será al final el capital necesario para garantizar la supervivencia del sistema bancario. La Eurozona reservó para la banca hasta 25.000 millones de euros de los 86.000 millones que podría abarcar el rescate.
El gobierno de Tsipras quiere intentar cerrar un acuerdo antes del 20 de agosto, fecha en la que vencen nuevos pagos al Banco Central Europeo de 3200 millones de euros, para los que no hay fondos disponibles.
Tsipras quiere evitar que haya que firmar un nuevo crédito puente para afrontar este pago, lo que sería necesario si no se ha llegado a un acuerdo definitivo, pues este préstamo estaría nuevamente vinculado a medidas que deberían aprobarse en el Parlamento, donde actualmente sólo puede legislar con apoyo de la oposición.
Según informaciones de la prensa local, para el 11 de agosto se ha reservado la posibilidad de convocar un Eurogrupo extraordinario, en el que o bien se daría ya luz verde al rescate o se hablaría sobre un nuevo crédito, calculado a priori en 5000 millones de euros.
El primer ministro recalcó que su objetivo es sacar adelante el rescate sin dilación, para, a continuación, buscar una solución al cisma abierto en el seno de Syriza después de que el gobierno abandonara los principios políticos que defendió al asumir el mandato.
Para que la firma sea posible, el gobierno debe hacer una nueva serie de compromisos dolorosos, como la revisión de todas las leyes aprobadas “unilateralmente” en los últimos seis meses, continuar con la reforma de las pensiones, así como la eliminación de las rebajas en el gasoil y en el impuesto sobre la renta que tienen los agricultores.