20 nov 2015

RESQUICIOS LEGALES

El Tesoro de EE UU pone trabas a la fusión de Pfizer y Allergan.La Administración de Barack Obama ultima nuevas medidas frente a la inversión fiscal

SANDRO POZZI Nueva York 19 NOV 2015


El secretario del Tesoro de EE UU, Jack Lew / ALEX WONG (AFP)

A Pfizer le entran las prisas. La farmacéutica estadounidense está dando un impulso a la negociación para fusionarse con Allergan, la dueña de Botox, aunque todo puede venirse abajo cuando el Tesoro de Estados Unidos concrete su última propuesta para poner límites a las cada vez más recurrentes operaciones corporativas diseñadas para reducir la carga fiscal. De fraguarse, la fusión crearía la mayor compañía de salud del mundo.

El acuerdo podría anunciarse tras el largo fin semana que coincide con la celebración del día de Acción de Gracias, con tiempo para cerrar los últimos flecos. Pfizer, de acuerdo con la información que circula por los corrillos de Wall Street, estaría dispuesta a pagar entre 370 y 380 dólares (353 euros) por cada título de Allergan, aunque el canje se hará previsiblemente a través del intercambio de acciones.

El calendario coincide con el que maneja la Administración Obama para presentar nuevas medidas contra la “inversión fiscal”. De hecho, las dos compañías están a la espera de que el Tesoro publique su guía antes de seguir adelante con la operación. Allergan ya paga menos impuestos tras el traslado de la sede fiscal a Dublín posterior a su fusión con Actavis a principios de año.

Pfizer ya intentó realizar una maniobra similar en 2014, cuando trató de hacerse con el control de AstraZeneca en una operación marcada por la controversia por las implicaciones impositivas y que contribuyó en buena medida a hacer descarrillar la operación. La firma defiende que estos ahorros le permitirán destinar más efectivo a la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos.

EE UU lleva años discutiendo como modificar el impuesto de sociedades para evitar que parte de los beneficios de las multinacionales se queden aparcados en el exterior. Es una de las pocas cosas en las que están de acuerdo demócratas y republicanos. Lo que debe concretar aún el Tesoro es cómo puede impedir que las corporaciones combinen sus negocios para reducir legalmente la carga fiscal.

El ruido político en Washington provocó de momento que las acciones de Allergan cayeran un más de un 4% tras conocerse que el equipo de Jack Lew está revisando la manera de examinar este tipo de adquisiciones, buscando reducir los beneficios derivados de la inversión fiscal. Así lo comunicó por carta el secretario del Tesoro a los miembros del comité financiero del Senado.
El Tesoro no tiene poderes para bloquear fusiones de empresas pero sí puede influir haciendo más difícil que puedan financiarla recurriendo al efectivo que tienen fuera de EE UU. Es lo que impidió, por ejemplo, a Abbvie comprar Shire el año pasado. Otra posibilidad es limitar los beneficios fiscales que se conceden a las empresas que hace la compra por la asunción de la deuda de su rival.

Si maduran las discusiones en estos términos, se estaría valorando Allergan en 150.000 millones de dólares, lo que la convertiría en la mayor operación en la industria farmacéutica. Pfizer se convertiría además en la mayor compañía de salud del mundo, por delante del conglomerado Johnson & Johnson. El valor combinado del nuevo gigante rondaría los 330.000 millones.