27 nov 2015

TARDE PERO SEGURO

ALEMANIA APORTARA UN BARCO Y AVIONES A LA CAMPAÑA MILITAR ALIADA EN CONTRA DEL ESTADO ISLAMICO

Berlín se suma a la coalición antijihadista

Merkel aseguró que no se puede seguir mirando cómo se sigue fortaleciendo el EI. Por eso consideró que es necesario lograr un equilibrio entre las acciones militares y un proceso político que contribuya a lograr una solución para Siria.

Con el envío de aviones de combate tipo Tornado que actuarán en misiones de reconocimiento y un buque de guerra de apoyo, Alemania se sumó ayer a la lucha contra el Estado Islámico (EI) y selló su prometido apoyo a Francia luego de los atentados en París. El barco contará al menos con un avión cisterna y un sistema de reconocimiento satelital, informó el gobierno alemán. Un día después del encuentro en París entre Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, la canciller se reunió ayer con los ministros competentes para acordar detalles de la intervención alemana. En el encuentro, Merkel aseguró que no se puede seguir mirando cómo se sigue fortaleciendo el EI. Por eso consideró que es necesario lograr un equilibrio entre las acciones militares y un proceso político que contribuya a lograr una solución para el conflicto en Siria.

El partido Die Linke (La Izquierda) alertó ayer sobre un aumento de la amenaza terrorista en suelo teutón como consecuencia de la implicación de la Fuerza Aérea en el combate contra el grupo jihadista. La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, justificó la decisión de Berlín de involucrarse en la escalada bélica en Siria al asegurar que se necesitan medios militares para detener y vencer al EI. La ministra cristianodemócrata, acompañada del ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, recordó que la violencia del grupo jihadista puede afectar también a Alemania en cualquier momento. La misión alemana abarcará tres componentes: protección, reconocimiento y logística, explicó Von der Leyen al finalizar la reunión extraordinaria que sostuvieron las fracciones parlamentarias de la coalición de gobierno formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).
El jefe de la diplomacia alemana indicó, por su parte, que los planes del gobierno, que aún deben recibir el visto bueno del Parlamento, se apoyan sobre las bases del derecho internacional. “No nos las arreglaremos en Siria sin una misión militar”, apuntó sobre la lucha contra el EI, que lidera actualmente Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y los Estados Arabes. Berlín dio así un giro a su política de limitar su injerencia.
En concreto, la fragata alemana deberá servir de apoyo al portaaviones Charles de Gaulle, que los franceses enviaron al este del Mediterráneo. En tanto, el avión cisterna podría proporcionar combustible no sólo a los Tornados del Ejército teutón, sino también a los aviones de combate que participan en la coalición internacional contra el EI para que puedan aumentar su autonomía de vuelo. En conjunto participarán entre cuatro y seis aviones de reconocimiento Tornado. El mecanismo de reconocimiento satelital podría contribuir a registrar objetivos.
Según la televisión pública alemana ZDF, el plan para enviar los aviones Tornado y la fragata podría ser aprobado la próxima semana por el Consejo de Ministros y, luego de ese trámite, pasaría a ser tratado en el Parlamento. Aún se desconoce si el Parlamento dará o no luz verde para que la campaña militar desembarque en Siria. De acuerdo con la Constitución alemana, la participación de su ejército en misiones internacionales debe ser sometida al voto del Bundestag.
Si la intervención germana fuera apoyada por los parlamentarios, será la contribución más importante de Berlín en la lucha contra el EI. Y será la tercera vez en la historia que Alemania participe en ataques aéreos, es decir, en una lucha activa contra un enemigo. En 1999, los aviones Tornado actuaron en la guerra de Kosovo y tropas terrestres alemanas combatieron en Afganistán contra los talibanes hasta fines de 2014.
Sobre la posibilidad de un ataque en Alemania, Bernd Riexinger, presidente de Die Linke, sostuvo que la voluntad alemana de implicarse en la escalada militar “no va a contener el conflicto ni detendrá la dinámica en el desarrollo del islamismo militante. Al contrario –agregó–: Alemania se coloca así más en la mira de los violentos”. La Izquierda aparece en el horizonte político teutón como el primer partido de la oposición en el Parlamento alemán. Para Riexinger, en caso de que prospere la idea de actuar militarmente en territorio sirio, se producirá “un cambio de rumbo político que choca con el derecho internacional y que no quedará sin consecuencias”. La Izquierda no perdió la oportunidad de recordar a los alemanes que los bombardeos internacionales en suelo sirio están llevándose a cabo sin el correspondiente mandato de las Naciones Unidas.
De momento no existe un mandato específico de Naciones Unidas para que la misión alemana se lleve a cabo. Fuentes cercanas al gobierno germano creen que un mandato de ese tenor no es posible debido a la discrepancias que Berlín mantiene con Moscú. Sin embargo, el viernes pasado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución impulsada por Francia que reclama a los países miembros todas las medidas necesarias para combatir al EI y los grupos vinculados a Al Qaida.
Asimismo, Francia aprovechó para invocar esta semana, ante la Unión Europea, el artículo 42.7 sobre los tratados comunitarios respecto a la solidaridad de los Estados miembros en materia de defensa cuando uno de ellos sufre un ataque armado como el que se registró en París. El miércoles, Merkel garantizó “cualquier apoyo” al presidente francés, François Hollande, en París.
Ese mismo día, apenas unas horas antes del encuentro bilateral, Von der Leyen anunciaba los planes del gobierno alemán de ayudar a Francia en Mali con el envío de 650 soldados. Y decidió ampliar la misión de su Ejército en la formación de combatientes peshmerga kurdos en Irak. Allí participarán 150 soldados en lugar de los 100 actuales. Las dos misiones, tanto la de Mali como la de Irak, deben ser aprobadas aún por el Parlamento.