LA DIVISA BAJO 44 CENTAVOS Y QUEDO EN 13,16 PESOS, CON TASAS EN ALZA
La política de suba de tasas de interés logró disminuir la demanda de moneda extranjera, en un mercado a media máquina donde los importadores tienen una presencia reducida. Los plazos fijos saltaron a 30 por ciento, pero también se encarecieron los créditos.
La tasa por refinanciación de saldos de tarjeta de crédito trepó más de 30 puntos porcentuales.
El enfriamiento de la actividad real que resulte de la política monetaria del Gobierno comenzó a anticiparse en el mercado financiero. El aumento y desregulación de las tasas de interés y la demanda de divisas que se mantiene en parte pendiente de los importadores explica el retroceso de ayer en el precio del dólar. La divisa perdió 44 centavos y quedó en 13,16 pesos para la venta. Los exportadores de granos aceleraron la liquidación de divisas en un mercado todavía no normalizado y con baja demanda. Lo mismo sucedió con las acciones de empresas líderes, que enlazaron su octava caída consecutiva y bajaron un 2,5 por ciento, a la espera de medidas oficiales que permitan contrarrestar el efecto contractivo de la suba del costo del dinero. La política de suba de tasas, que hoy podría verse reforzada con una nueva licitación de letras del Banco Central, también impacta en el costo crediticio, para empresas y particulares, lo que jugaría en contra de una reactivación económica. Las reservas subieron 23 millones, hasta 24.406 millones.
Con el objetivo de contrapesar la potencial demanda de dólares luego de la brusca devaluación y liberalización del acceso a la divisa, el Gobierno dispuso previamente una suba de diez puntos en la tasa de interés de referencia para el sistema financiero. Los bancos comenzaron a trasladar en los últimos días esa suba a los rendimientos que ofrecen por los depósitos a plazo fijo, los cuales reditúan hoy hasta un 30 por ciento anual a 30 días y hasta 31,5 a más de 60 días. Esto efectivamente le quitó presión al dólar por estos días, aunque la contrapartida también comenzó a verse. Los costos crediticios se elevaron. La tasa por refinanciación de saldos de tarjeta de crédito, que se había fijado anteriormente según una ecuación en torno al 30 por ciento, se incrementó unos veinte puntos, a más de 50 por ciento.
Hoy el Central volverá a licitar letras, con las que contrae pesos y fija la tasa de interés. En esta oportunidad, también ofrecerá letras y notas en dólares. El objetivo es que los dólares se mantengan en los bancos para poder contabilizarlos como reservas. En la jornada de ayer recibió el respaldo de las cerealeras, que elevaron su liquidación de divisas. Habían comprometido un ingreso de 400 millones de dólares diarios, pero la liquidación es inferior a esos valores debido a que los exportadores pretenden un dólar aún más alto. El sector fue favorecido con una quita total de retenciones para todos los granos, con excepción de la soja (bajó de 35 a 30 por ciento), junto con la devaluación. Según informó la cámara que aglutina aceiteras y cerealeras, la semana pasada el sector liquidó en total 481,4 millones de dólares, 570 por ciento más que en los cinco días hábiles previos.
Este mayor ingreso de divisas, al que se sumó el desarme de posiciones de bancos en moneda extranjera, cuyo plazo establecido por la entidad que conduce Federico Sturzenegger venció ayer, alcanzó para abastecer a un mercado que todavía funciona a media máquina. La venta a minoristas, tanto en efectivo como vía transferencia bancaria, no tuvo inconvenientes pero el zigzagueo del precio y la suba en las tasas de interés achicaron la compra. Por su parte, los grandes demandantes, los importadores y empresas que requieren insumos del exterior, aparecen a cuentagotas porque la suba en el precio de la divisa, más allá de que el canal de compra esté abierto, los obliga a recalcular costos. Mientras tanto, el Gobierno aprovecha para mostrar una temporal sobreoferta de divisas que tira los precios a la baja.
El Central no intervino de manera directa en la operación y las compras se calzaron con la venta de los bancos y cerealeras. Los precios volvieron a fijarse a través de la oferta oficial del Banco Nación, que vuelca bloques de oferta desde el inicio de la rueda, que luego siguen el resto de los bancos. El volumen total operado en el mercado mayorista fue de 284 millones, un monto reducido en referencia a un día normal, máxime si se tiene en cuenta que estas operaciones se concentrarán en los tres días hábiles de la semana.
En el mercado de futuros se negociaron otros 320 millones de dólares. En esta plaza también hubo desarme de posiciones de parte de los bancos, como parte del acuerdo con el Central para que se les reconozca mediante un bono la diferencia de los contratos pactados hasta octubre y los precios que tome el dólar efectivamente. Los valores de estos contratos registraron una caída de entre 35 y 50 centavos, en sintonía con la baja del mayorista. Entre los más negociados, febrero se pactó a 13,24 pesos y abril, 13,80 pesos.