Artículo de la periodista mexicana Shaila Rosagel en el que repasa la violencia en el país azteca
En la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, este año aparecieron sin cesar cientos de fosas clandestinas con restos humanos. De Norte a Sur, cientos de fragmentos humanos salieron de las entrañas de la tierra.
Desde los primeros meses de 2015 empezaron a surgir hallazgos en distintos estados del país. Los restos y los cadáveres en avanzado proceso de descomposición, fueron una constante durante todo el año, no solo en Guerrero, sino en otras entidades como Veracruz y Morelos.
Para el cierre del año pasado, Ana Lorena Delgadillo, directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, dijo a SinEmbargo que el caso de los estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, en septiembre de 2014, significó el culmen de un fenómeno que se ha estado registrando por años en el país pero que, en este caso, habría causado mayor indignación porque las víctimas son estudiantes y, sobre todo, porque los perpetradores son policías, hecho que dejó al desnudo la participación del Estado en la violencia que se ha querido atribuir exclusivamente a los cárteles del narcotráfico.
“Este caso representa un caso máximo de violencia estatal, del involucramiento diario de los policías en los casos de desaparición, de todo el esquema de criminalidad vinculado con el Gobierno”, dijo a este medio digital.
Santiago Aguirre Espinosa, subdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), pidió a las autoridades ir a fondo en la investigación de cómo se generó el contexto que hizo posible la desaparición de los 43 normalistas y la muerte de más de 104 personas encontradas en fosas de Iguala, en Guerrero.
En mayo de este año, expertos en seguridad advirtieron que hasta que no hubiera un esfuerzo para investigar y castigar a los culpables de las desapariciones en Guerrero, no se puede decir que hay mejoría.
La desaparición masiva de entre 15 y 30 personas en Chilapa ese mes, el hallazgo de decenas de fosas con cadáveres sin identificar y la inseguridad desatada durante el proceso electoral, son focos rojos que hablan de una estrategia gubernamental en materia de seguridad que no está clara y sobre todo, que carece de resultados visibles y favorables.
“No sabemos a dónde va la estrategia de [Enrique] Peña Nieto con el nuevo Congreso. Quizás el Gobierno está recalibrando su estrategia, pero todavía no hemos visto resultados. Ahora es difícil saber, porque es época electoral y todo está en pausa. Es una lástima, porque la situación es grave, vamos a ver después”, dijo entonces Mary Speck, directora para México y América Central del International Crisis Group, una Organización No Gubernamental (ONG) y sin fines de lucro que busca ayudar en la prevención y solución de conflictos en más de 50 países.
Speck recordó que a raíz de la desaparición de los normalistas, se realizó el hallazgo de varias fosas clandestinas con decenas de cuerpos. De esos cadáveres, sólo un puñado ha sido identificado.
“Según los familiares han descubierto más de 60 restos de seres humanos y solo han identificado un puñado. Sólo tres. ¿Quiénes son esas personas? De los restos que se encontraron en Iguala, no sabemos si son hombres , mujeres, niños, adultos, cosas que se deben conocerse rápido. Es urgente tener respuesta no sólo al crimen de los normalistas, sino a los otros desparecidos en Iguala”, indicó.
BRIGADAS EN FOSAS CLANDESTINAS
En febrero de este año Crisóforo García Rodríguez, promotor de la Unión de Pueblos Originarios de Guerrero (UPOEG), informó que la organización de policías comunitarias ya no buscarían a los jóvenes como lo hicieron desde octubre.
Fueron miembros de la UPOEG y padres de familia quienes realizaron brigadas en la zona norte de Iguala, así como en distintos municipios de Guerrero y encontraron decenas de fosas clandestinas.
García Rodríguez aseguró que ya no se trataba de una búsqueda de los normalistas, sino de búsqueda de evidencia de los crímenes que se han cometido en contra de la población.
La UPOEG llegó a Iguala el 7 de octubre de 2014 para emprender la búsqueda de los jóvenes en los alrededores del municipio.
En mes y medio y en brigadas de 200 personas, los comunitarios encontraron alrededor de 32 fosas, algunas con restos antiguos y otros con cadáveres recientes como uno de los últimos hallazgos del 23 de octubre donde encontraron una mochila, lapiceros, una playera de una secundaria técnica, huaraches, zapatillas, zapatos y una cobija en las fosas la Loma del Zapatero, en Iguala.
En Iguala, quienes han continuado con la búsqueda de fosas clandestinas en los cerros son los familiares de desaparecidos, agrupados en el Comité de Familiares de Víctimas de Desaparición Forzada.
El pasado 31 de marzo, en una reunión con personal de la Procuraduría General de la República, la dependencia les informó que hasta ese día se habían exhumado 71 cuerpos de tumbas clandestinas encontradas en el municipio, así como 39 cadáveres de una fosa común que estaban sin identificar.
A esos números se sumaban los 20 cuerpos sin identificar que se encontraban en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, los 54 cadáveres que estaban en el Semefo de Iguala sin identificar y que iban a ser enviados así a la fosa común (a los que finalmente se les tomaron muestras genéticas) y otros 32 cadáveres hallados durante la búsqueda de los normalistas de Ayotzinapa.
“Total 216 probabilidades del que sea el que buscamos (sic)”, quedó escrito en la página de Facebook del Comité, al terminar de dar cuenta de las más recientes cifras proporcionadas por las autoridades.
Sin embargo, las fosas de Iguala no fueron el hallazgo principal este año. Cientos de cuerpos fueron encontrados en distintos puntos del país.
El 23 de diciembre de 2014, los medios cerraban el año reportando que elementos de la Secretaría de la Marina habían encontrado cinco cuerpos enterrados en dos fosas clandestinas ubicadas en una zona serrana de Saltillo, Coahuila.
A partir de enero de este año, el hallazgo de fosas clandestinas no se detuvo y las fosas aparecieron ahora en Veracruz y Morelos de forma escandalosa.
¿Dónde y cuántas?
Según la PGR, desde octubre de 2014 hasta julio de 2015, nada más en sur del estado de Guerrero, se han encontrado, oficialmente, 60 fosas, con los restos de al menos 129 personas.
ENERO
Autoridades de Veracruz localizaron una fosa clandestina en Chacaltianguis, con 17 cadáveres.
FEBRERO
El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra dijo que las fosas clandestinas en Veracruz, estaban repletas de cuerpos de migrantes centroamericanos. Solalinde reveló la existencia de dos predios con cadáveres de migrantes y alertó a la población sobre la gran cantidad de fosas que existen en la entidad.
ABRIL
El 22 de abril se informó que personal de la Procuraduría General de la República (PGR), elementos de la Secretaría de Marina (Semar), militares, policías federales y ministeriales realizaron la búsqueda de restos humanos en un corralón ubicado en la carretera federal Tamaca-Paso del Toro.
Los elementos de seguridad catearon un corralón de vehículos ubicado en la población de Paso del Toro, en el cual, extraoficialmente, se encontraron los restos de cuatro personas.
JULIO
Amnistía Internacional (AI) señaló que a raíz de una petición de información que hizo la agencia estadounidense de noticias Associated Press, la Procuraduría General de la República (PGR) admitií que desde octubre de 2014 se han hallado 60 fosas comunes con los restos de al menos 129 personas en el sur del estado de Guerrero.
Ninguno de los cuerpos, que incluyen 20 mujeres y 109 hombres, pertenecía a los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre pasado.
SEPTIEMBRE
Los cuerpos de siete hombres y una mujer fueron hallados en la colonia Panorámica, ubicada en la parte alta de la unidad habitacional Infonavit Alta Progreso, Acapulco, Guerrero.
Fuentes policiacas informaron que acudieron al lugar después de un reporte anónimo recibido para denunciar que un hombre fue asesinado a balazos en dicha zona. Al llegar, confirmaron el crimen y hallaron señales de fosas clandestinas.
El 11 de septiembre la Fiscalía veracruzana confirmó “el hallazgo de restos humanos pertenecientes a nueve cuerpos” que habían sido “inhumados de manera ilegal en una localidad del municipio de Alvarado”.
En un comunicado, la Fiscalía de Luis Ángel Bravo Contreras indicó que se contó con el apoyo de “expertos en materia forense, así como fiscales investigadores y elementos de la Policía Ministerial Acreditable” para desplegarlos en la zona del hallazgo.
Alvarado es un puerto pesquero que desde hace dos años es escenario de las disputas por el territorio derivara de luchas entre el Cártel del Golfo, células de Los Zetas y del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
El 3 de septiembre, AI calificó como “atroz” el descubrimiento de una fosa común en Salinas Victoria, Nuevo León, la cual contiene los restos de al menos 31 personas.
NOVIEMBRE
En el cerro conocido como La Pradera, localizado a unos cinco kilómetros de Carrizalillo, Guerrero, los habitantes hallaron al menos dos fosas clandestinos. En una de ellas encontraron restos humanos, mientras en la otra localizaron ropa.
Manuel Zepeda, habitante la comunidad, reveló que los pobladores creen que allí pueden encontrarse los cadáveres de 43 estudiantes desaparecidos el año pasado.
“Encontramos unas fosas cuando hicimos la excavación; había huesos humanos y a algunos se les notaba la ropa, pero los dejamos así porque ahora andan por aquí los peritos de la PGR (Procuraduría General de la República, Fiscalía)”, dijo Zepeda a la agencia española de noticias Efe.
Recordó que la zona era un bastión del cártel Guerreros Unidos, que a veces traían a sus víctimas al lugar, y agregó que el 27 de septiembre del año pasado los habitantes notaron movimientos extraños de entre 40 y 50 sicarios, lo cual podría estar vinculado con la desaparición de los estudiantes un día antes.
Desde junio del año pasado llegaron miembros del cártel y sembraron el terror en la zona, ya que cobraban a los habitantes cuotas por dejarlos ejercer sus actividades y los obligaban a que les dieran de comer e incluso a hacer guardias para protegerlos de grupos rivales.
Los vecinos de la comunidad de Carrizalillo llamaron a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa a que vayan a ese poblado para buscar a sus hijos, luego de que localizaron una fosa con restos humanos a un costado de la carretera que comunica con los pueblos de Amatitlán y Tenantla.
Los pobladores mostraron a medios de comunicación un montón de huesos y dos mandíbulas que encontraron en una fosa de aproximadamente un metro de profundidad, a unos 20 metros de la carretera, en el lugar conocido como Los Cazahuates.
En noviembre, de acuerdo con el diario El Sur, la comisión de familiares del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala localizó los restos del cadáver número 105. En total hallaron una osamenta enterrada, cinco fosas más que consideran “positivas” por el olor característico de los restos humanos y cinco que marcaron como “probables”, así como aditamentos militares, casquillos percutidos y restos de campamentos.
El hallazgo de fosas, pero en Morelos, sorprendió al país y la prensa extranjera.
La Fiscalía General de Morelos inició un proceso penal y administrativo contra quien o quienes resulten responsables por la inhumación clandestina de al menos 150 cadáveres en dos fosas en 2013, año en que Graco Ramírez Abreu ya era Gobernador.
Funcionarios y ex empleados de la Fiscalía son investigados luego de que se difundiera un video en donde se observaba cómo exhumaban decenas de cuerpos de las fosas clandestinas en Morelos. La grabación fue realizada en diciembre de 2014, por la familia de Oliver Wenceslao Rodríguez, quien fue secuestrado y asesinado en 2013, y quien se hallaba en esos entierros clandestinos.
El cadáver fue localizado en un barranco y fue enterrado en una de estas fosas. Sin embargo, el pasado 9 de diciembre la Fiscal tuvo que exhumar el cuerpo de Oscar, luego de que la familia lo reclamara tras una larga investigación privada.
Los familiares, que estuvieron presentes, grabaron la exhumación, pese a la negativa de las autoridades. Contaron al menos 150 cadáveres que se encontraban colocados en tablas, que servían como camillas, y embalados en plástico. Algunos de los cuerpos tenían también una botella de plástico en la que se ponía su número de carpeta de investigación.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) acudió al lugar para realizar las investigaciones correspondientes, donde, de acuerdo con la secretaria ejecutiva del organismo estatal, Fabiola Colín, existen al menos 140 cuerpos.
SinEmbargo