La fuga de capitales llegó a u$s 3.300 M en el 1er trimestre
FUE COMPENSADA CON EXPORTACIONES Y COLOCACIONES DE DEUDA. EL BANCO CENTRAL ESPERA INFLACIÓN DEL 32% PARA 2016.
Eduardo Levy Yeyati
El levantamiento del cepo cambiario generó en el comienzo de esta gestión una salida de capitales similar a la que tenía la Argentina durante el primer Gobierno de Cristina de Kirchner. La fuga se ubicó, según estimaciones de bancos y consultoras, en los u$s 3.300 millones durante el primer trimestre de este año. El ritmo mensual muestra una fuerte desaceleración respecto del impacto inmediato que había producido la liberación del acceso al dólar en diciembre pasado. Y hasta el momento puede ser compensado por el ingreso de dólares financieros y por exportaciones.
La llamada "formación de activos externos del sector privado", que mide el Banco Central, saltó entonces a los u$s 2.024 millones. A partir de ese mes, según las mismas estimaciones privadas, se redujo a la mitad y se estabilizó entre los u$s 1.000 millones y u$s 1.200 millones.
Para los próximos meses, sin embargo, se espera que la fuga muestre una caída sensible por las menores expectativas de devaluación. En este contexto de dólar en baja la pelea estará enfocada en contener la escalada inflacionaria hasta lograr el primer indicio de desaceleración. En el mercado ya descuentan que es probable que las tasas de interés se ubiquen en el 38% anual por varias semanas más. Pero que los resultados de esta política no tardarán en notarse y que, poco a poco, lograrán llevar hacia abajo la tendencia de los precios con recesion.
Federico Sturzenegger cuenta hoy con un equipo propio que se encarga de hacer sus propias mediciones y relevamientos, y espera dentro de poco lanzar su propio cálculo sobre expectativas inflacionarias (un dato clave para poner a punto su nuevo programa de "metas de inflación"). Actualmente observa la realidad con tres índices de precios minoristas: el de la Ciudad de Buenos Aires, el de la consultora Elypsis -del economista Eduardo Levy Yeyati- y uno que le proveen desde su propia entidad con diversas fuentes. Los cálculos le permiten proyectar una inflación que redondeará el 32% para todo este año. Pero que reflejará un avance significativo recién en la segunda mitad del año; y que mostrará, así, el mayor acierto de su política monetaria: en diciembre, el último dato de inflación se ubicaría en el 1,6% mensual, y el ritmo de los precios, anualizados, se acercaría entonces a sólo el 20% anual.
En cuanto al manejo de la política cambiaria, en tanto, lo peor parece ya haber quedado atrás. La salida de divisas, que afecta directamente las reservas del Banco Central, se vio acentuada por el salto del dólar de febrero, que amenazó con perforar el techo de los $ 16 y que fue revertido en las últimas semanas.
A esto se le suma, al mismo tiempo, el drenaje que produce la reactivación del giro de utilidades de las compañías locales hacia sus casas matrices en el exterior, que estuvo completamente frenado durante la gestión de Alejandro Vanoli. Esta distribución de dividendos pasó de ser nula a ubicarse en 2016, en los u$s 600 millones por mes. De la misma manera, la liberación del cepo a las compras de dólares para importar -que había llevado al Gobierno anterior a reducir los límites de u$s 500.000 a u$s 50.000 por operación- provocó que la demanda de las empresas por este motivo trepara a los u$s 3.900 millones mensuales en el primer bimestre y a un máximo de u$s 4.700 millones en marzo.
Curiosamente, a pesar del levantamiento del cepo, los gastos que realizan los argentinos en sus viajes al exterior -que representaron en los últimos años un "déficit de turismo"- se mantuvieron prácticamente sin cambios, en un promedio de u$s 750 millones por mes, similar al del año pasado. Los datos oficiales serán revelados a fin de abril en el informe del Banco Central sobre la evolución del mercado cambiario.
La salida de capitales está siendo compensada hasta el momento por el ingreso de dólares financieros y por exportaciones. En el primer trimestre del año hubo colocaciones de deuda de la provincia de Buenos Aires (u$s 1.250 millones) y de YPF (u$s 500 M) a cargo de Miguel Galuccio y una fuerte liquidación en el mercado cambiario por las ventas de bienes y servicios al exterior (de u$s 4.400 millones mensuales) que ayudaron a abastecer la demanda de divisas del sector privado.