11 may 2016

La buena voluntad le duró poco a Techint

argentina. DESPIDOS EN PUERTA Y CONFLICTOS LABORALES EN EMPRESAS DEL HOLDING MAS GRANDE DEL PAIS

Pese a firmar el compromiso para no despedir empleados por 90 días, el grupo que comanda Paolo Rocca espera el final de la conciliación obligatoria en su empresa SIAT para echar a quince trabajadores. Además, mantiene conflictos y suspensiones en otras fábricas.



 Por Javier Lewkowicz

Techint es uno de los holdings que se comprometió con el gobierno nacional a no despedir personal durante los próximos noventa días. Sin embargo, mantiene en sus empresas varios conflictos laborales, entre ellos el que se desató en su planta de Avellaneda luego de haber echado a quince empleados. Los trabajadores lograron la reincorporación temporal gracias a la conciliación obligatoria, que vence antes de fin de mes. Desde la firma argumentaron que los despidos se debieron a la “caída de actividad ligada al mercado de tubos de conducción (ductos) y a la ausencia de proyectos futuros que puedan revertir la situación”. La falta de “proyectos futuros” tiene que ver con la situación de los gasoductos de Córdoba, financiados por China y sin la participación central de Techint.

El gobierno de Mauricio Macri logró la firma del texto “Estabilidad Ocupacional”, con la participación de Techint, Arcor, FIAT, IRSA, AGD, Banco Francés y cámaras empresarias, entre otros. El acuerdo no supone ningún compromiso legal sino que apela a la buena voluntad de los popes empresariales para no reducir su nómina laboral por 90 días, la mitad de lo que establece el proyecto de ley de emergencia ocupacional. “Ante el momento de cambio positivo que está viviendo la Argentina y de transición económica que genera dificultades de corto plazo, nosotros como empresarios, queremos comprometernos”, dicen en ese documento.
En ese contexto resalta la situación laboral de la firma SIAT Tenaris, ubicada en la localidad de Valentín Alsina, en donde trabajan 160 personas. El 25 de abril, 15 trabajadores con 10 a 30 años de antigüedad se encontraron con los telegramas de despido. Se trata de despidos sin causa, es decir que no responden a su desempeño laboral. SIAT fabrica tubos para la industria gasífera y hasta hace un par de semanas la planta funcionaba a buen ritmo de producción, enfocada en la provisión de los caños para el gasoducto del NEA. En su conjunto, el Grupo sufrió una fuerte caída de producción a causa de la baja del precio internacional del petróleo y la depresión de la industria petrolera.
Como respuesta a los despedidos, los trabajadores desplegaron varias medidas de fuerza, que incluyeron la paralización de la fábrica. El conflicto pasó a la órbita de la UOM seccional Avellaneda, que negoció en el Ministerio de Trabajo la conciliación obligatoria. Los despedidos fueron reincorporados, pero la medida preventiva termina el 23 de mayo. “Los despidos se debieron a la caída de actividad ligada al mercado de tubos de conducción y la ausencia de proyectos futuros que puedan revertir situación”, explicaron a este diario desde Techint.
“Tengo 30 años en SIAT y siempre se aplicaron planes de suspensión rotativos cuando baja la carga de trabajo de la planta. Hace menos de un mes terminamos de producir los caños para el Gasoducto del NOA y se espera próximamente comenzar la tercera etapa. Trabajo tenemos y cuando faltó siempre arreglamos suspensiones por el 85 por ciento del sueldo. Ahora eso no ocurrió”, explicó a este diario José Villa, uno de los despedidos. “La mayoría de los trabajadores tenemos antigüedad, fuimos delegados gremiales, candidatos a delegados o dimos nuestro aval para candidatos. La empresa aprovecha este momento político para reducir el grado de conflicto potencial en la fábrica”, analiza Villa.
Además de SIAT Tenaris, hay otras empresas del Grupo con conflictos laborales. Siderca, en Campana, mantiene suspensiones rotativas bajo el amparo de un acta que vence el 12 de junio y un grupo de 130 trabajadores reubicados de sus funciones hacia una área sin tareas específicas. En Siderar, en San Nicolás, hubo despidos masivos en empresas contratistas y préstamo de personal hacia otras fábricas para cubrir el bache de producción. También hubo suspensiones en la fábrica de varillas que el Grupo tiene en San Luis.
Techint enfrenta desde hace más de un año un mercado global deprimido por el bajo precio del barril de petróleo. Pero además, está en pie la disputa de Paolo Rocca, CEO del Grupo, con Macri y el gobierno de Córdoba. Techint se está jugando su última carta para maximizar su participación en los gasoductos troncales cordobeses por un monto de 9 mil millones de pesos que fue preadjudicado a tres consorcios de empresas liderados por la brasileña Odebretch, Iecsa y Electroingeniería, con financiamiento y provisión de insumos de China. Techint presiona al gobierno nacional a través de la UIA para que intervenga, amenaza con los despidos (de hecho SIAT produce el tipo de tubos que se utilizarán en Córdoba) y con interponer medidas antidumping contra China.