10 nov 2017

PARAISITO

POLICIA REVELA EL ENTRAMADO QUE INVOLUCRA A EMPRESAS Y CAMBISTAS

Odebrecht y la conexión uruguaya en el escándalo de los sobornos
Nov 10, 2017 



La conexión de la Banca Privada d’Andorra (BPA) con Odebrecht, el gigante brasileño de la construcción que ha protagonizado la mayor trama de sobornos de América, pasa por el antiguo responsable del banco andorrano en Uruguay, Andrés Norberto Sanguinetti Barros, alias Betingo según un informe sobre el caso Odebrecht publicado por el iario El País de España.

La Policía del Principado califica el papel de este exdirectivo de “clave” y le sitúa en la creación de la alambicada madeja mercantil que tejió la mayor contratista de Latinoamérica para desembolsar comisiones millonarias a funcionarios, presidentes y primeros ministros de una docena de países. “Construyó entramados societarios para operaciones triangulares en beneficio de Odebrecht”, concluyen los agentes en un informe al que ha tenido acceso EL PAÍS.

Betingo actuó como “persona de contacto” entre la BPA y el principal testaferro de la trama de sobornos, Olivio Rodrigues, según los investigadores.

Rodrigues fue el hombre tras Klienfeld, una sociedad instrumental creada por Odebrecht en el paraíso fiscal de Antigua y Barbuda que canalizo pagos por valor de 200 millones de dólares. “Todos los clientes estudiados y/o investigados fueron llevados a la entidad bancaria por este empleado [Betingo]”, sentencia la Policía de Andorra. Los investigadores aseguran que Betingo, fraguó el primer contacto entre Odebrecht y la BPA. A partir de su intermediación, el banco ofreció a la contratista sus servicios. Y lo hizo “deslumbrado por la importancia de tener como cliente a una de las empresas constructoras más relevantes de Latinoamérica”.

La Policía de Andorra, en un informe encargado por la juez que investiga los tentáculos de Odebrecht en el Principado, Canòlich Mingorance, resume así el papel de Betingo: “Creemos que [Sanguinetti Barros] era perfecto conocedor de las operaciones que se efectuaban”. Las pesquisas apuntan a que el antiguo responsable de la BPA en Uruguay “participó en la apertura de cuentas y facilitó la entrada a la entidad de los investigados, gestionando los recursos y la tramitación de fondos”.
La BPA fue intervenida en marzo de 2015 por las autoridades andorranas en el marco de una investigación por blanqueo de capitales a instancias de EE. UU. Las autoridades uruguayas arrestaron el pasado agosto a Betingo por su presunta vinculación con el caso Odebrecht. La juez que indaga la derivada del escándalo en el Principado, Canòlich Mingorance, ha reclamado la extradición del exfinanciero a Andorra.

La casa de cambio

Los nexos de la trama de sobornos urdida por Odebrecht –una mole con 168.000 empleados y tentáculos en 28 países- salpican por partida doble a Uruguay. Los investigadores han concluido que la contratista transfirió 17 millones de dólares a una sociedad vinculada a una casa de cambio de Montevideo.

La constructora abonó esta cifra a Carday Capital SA. Tras esta compañía, aparecen los socios de la casa de cambio de Montevideo, Cambio Europa SA, Gustavo Raymundo Pintos Giordano y Carlos Roberto Tarigo Bonizzoni, según la Policía de Andorra, que también vincula con esta estructura a José Fontana Allende, empresario implicado en una red de blanqueo de capitales.

La Policía andorrana ha puesto también el foco sobre el abogado y corredor de bolsa de Montevideo Óscar Enrique Algorta. Junto al empresario brasileño dedicado a la compraventa de neumáticos Apolo Santana Vieira, Algorta figura como beneficiario de una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) que recibió traspasos internos desde otros depósitos de esta entidad del Principado por 23,1 millones de dólares.

Dos de las firmas utilizadas por Odebrecht para pagar sus sobornos –Klienfeld y Aeon Group- transfirieron, al menos, 500.000 dólares al depósito en la BPA controlado por Santana y Algorta.

“La cuenta ha actuado como puente para ejecutar operaciones de transferencia y, así dificultar su trazabilidad”, apunta la Policía de Andorra en un informe fechado el pasado julio. Los investigadores remarcan que Algorta “está investigado por la operación Lava Jato por blanquear dinero procedente de sobornos a políticos y empresarios abonados por Petrobras”. Y vinculan a este abogado con Néstor Cerveró, exdirector del área internacional de la petrolera estatal brasileña.

El Banco Central de Uruguay (BCU) sancionó en 2011 a la BPA en el país por incumplir los protocolos de prevención de blanqueo de capitales y terrorismo, según los agentes. Los investigadores, sin embargo, sostienen que la delegación del banco en este país de Latinoamérica continuó operando a través de la firma Noswey SA Asesores de Inversión

Los investigadores han cercado en Uruguay a la sociedad Carday Capital SA y a sus beneficiarios, Gustavo Raymundo Pintos Giordano y Carlos Roberto Tarigo Bonizzoni. La Policía señala que son socios de la casa de cambio Cambio Europa SA en Montevideo.

Carday Capital tenía abierta una cuenta en la BPA para “recibir fondos de diversos clientes sudamericanos, mayoritariamente de Brasil y Argentina”. Se investigan los pagos que Klienfeld, sociedad panameña de Odebrecht empleada para pagar sobornos, abonó a Carday Capital.

Los agentes apuntan a un tercer beneficiario de esta mercantil, “Ricardo Fontana”. Sostienen que se trata de Ricardo José Fontana Allende, empresario implicado en una operación de blanqueo.

La conexión de la BPA con Odebrecht pasa –según los papeles secretos- por el antiguo responsable del banco andorrano en Uruguay Andrés Norberto Sanguinetti Barros, alias Betingo.

La Policía del Principado califica el papel de este exfinanciero de “clave” y le sitúa como partícipe de la alambicada madeja mercantil que tejió la mayor contratista de Latinoamérica para desembolsar comisiones millonarias. los agentes.

Betingo fue además la “persona de contacto” –según la investigación- entre la BPA y el principal testaferro de Odebrecht, Olivio Rodrigues. Se trata del personaje que figuró tras Klienfeld, una de las sociedades creadas por la constructora en el paraíso fiscal de Antigua y Barbuda para enmascarar sus comisiones. “Todos los clientes estudiados y/o investigados fueron llevados a la entidad bancaria por este empleado [Betingo]”, concluye la Policía de Andorra.

Afectados 12 países

La revelación contempla centenares de documentos como pasaportes, cartas de presentación, cuestionarios confidenciales de clientes e informes sobre la evaluación de riesgo. También incluye las actas de las sociedades de Panamá, Islas Vírgenes y Belice con las que operaron los principales protagonistas de la trama Odebrecht.

Una bomba política que ha aflorado sobornos en 12 países de Latinoamérica y cuya metralla ha impactado ya contra los presidentes Michel Temer (Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia) o Danilo Medina (República Dominicana). La ola también alcanza a los exmandatarios Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Ollanta Humala (Perú), en prisión por este escándalo.

La BPA de Andorra y el Meinl Bank de Antigua y Barbuda fueron los principales bancos utilizados por la compañía de Marcelo Odebrecht, que también está en prisión, para pagar los sobornos a actores clave en la adjudicación de obra pública.

La constructora ha reconocido ante la Justicia de Brasil que costeó campañas electorales de presidentes y candidatos de América. Y que pagó sobornos por, al menos, 788 millones de dólares. Los candidatos favorecidos por la contratista ejecutaban después un plan de obras públicas multimillonario. Odebrecht abonó una multa de 3.500 millones de dólares a las autoridades de Brasil, EE. UU. y Suiza.

La Policía de Andorra ha elaborado un detallado informe que recoge 145 clientes y sociedades que abrieron cuentas en la BPA por iniciativa de Odebrecht e investiga a decenas de personas y compañías que mantuvieron una operativa bancaria con esta estructura corrupta. Se trata de clientes que recibieron y emitieron traspasos internos directos a las principales cuentas bajo sospecha. Los investigadores intentan determinar ahora si estos también son parte de esta alambicada red de compra de voluntades.