El PBI de EEUU creció un 3,3% anual en el tercer trimestre, el mayor nivel desde 2014
La economía de EEUU creció en el tercer trimestre más rápido de lo inicialmente estimado y con la mayor fuerza en tres años, porque un aumento de las inversiones de empresas en inventarios y equipos contrarrestaron una moderación del gasto del consumidor.
El producto bruto interno (PBI) se expandió a una tasa anual de un 3,3 por ciento en el tercer trimestre, también gracias a un repunte del gasto gubernamental, dijo el Departamento de Comercio el miércoles en su segunda estimación.
Se trató del ritmo más veloz de crecimiento desde el tercer trimestre de 2014 y una aceleración frente a la tasa de un 3,1 por ciento del segundo trimestre.
Previamente, se había informado que la economía estadounidense había crecido a un ritmo de 3,0 por ciento en el período de julio-septiembre.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre se revisaría para mostrar un alza de un 3,2 por ciento.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento probablemente exagera la salud de la economía, dado que los inventarios -bienes que aún no se han vendido- contribuyeron un 0,8 de punto porcentual al PBI del tercer trimestre, más que el 0,7 de punto porcentual informado previamente.
Excluyendo inversiones en inventarios, la economía creció a una tasa de un 2,5 por ciento. El sólido ritmo de la expansión económica fortalece el argumento para que la Reserva Federal eleve las tasas de interés el mes próximo. El banco central estadounidense ha subido el costo del crédito dos veces este año.
Los precios de los bonos del Tesoro caían, el dólar se apreciaba levemente y las acciones estadounidenses abrieron al alza tras la publicación del dato.
La recuperación económica desde la recesión de 2007-2009 está ahora en su octavo año y muestra pocas señales de fatiga. La economía está siendo impulsada por una mejoría del mercado laboral, que en su mayor parte ha mantenido el sólido desempeño que comenzó durante el primer mandato del expresidente Barack Obama.
Economistas ven un modesto impulso al crecimiento por los esfuerzos del presidente Donald Trump y de los republicanos en el Congreso por conseguir la aprobación de un paquete amplio de recortes de impuestos, incluyendo una reducción de los tributos a las empresas a un 20 por ciento desde un 35 por ciento.
Trump quiere reducir los impuestos para impulsar el crecimiento del PIB anual sostenido de un 3 por ciento.
El crecimiento del gasto del consumidor, que responde por más de dos tercios de la economía de Estados Unidos, fue revisado a la baja, a una tasa de un 2,3 por ciento, en vez del ritmo de 2,4 por ciento reportado previamente. El gasto del consumidor había aumentado a una tasa robusta de un 3,3 por ciento en el segundo trimestre.
La desaceleración del gasto del consumidor probablemente refleja el impacto de los huracanes Harvey e Irma, que azotaron Texas y Florida en el tercer trimestre. El gasto también se ha visto contenido por el lento incremento de los salarios, que está forzando a los hogares a recurrir a sus ahorros para financiar compras.
El producto bruto interno (PBI) se expandió a una tasa anual de un 3,3 por ciento en el tercer trimestre, también gracias a un repunte del gasto gubernamental, dijo el Departamento de Comercio el miércoles en su segunda estimación.
Se trató del ritmo más veloz de crecimiento desde el tercer trimestre de 2014 y una aceleración frente a la tasa de un 3,1 por ciento del segundo trimestre.
Previamente, se había informado que la economía estadounidense había crecido a un ritmo de 3,0 por ciento en el período de julio-septiembre.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre se revisaría para mostrar un alza de un 3,2 por ciento.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento probablemente exagera la salud de la economía, dado que los inventarios -bienes que aún no se han vendido- contribuyeron un 0,8 de punto porcentual al PBI del tercer trimestre, más que el 0,7 de punto porcentual informado previamente.
Excluyendo inversiones en inventarios, la economía creció a una tasa de un 2,5 por ciento. El sólido ritmo de la expansión económica fortalece el argumento para que la Reserva Federal eleve las tasas de interés el mes próximo. El banco central estadounidense ha subido el costo del crédito dos veces este año.
Los precios de los bonos del Tesoro caían, el dólar se apreciaba levemente y las acciones estadounidenses abrieron al alza tras la publicación del dato.
La recuperación económica desde la recesión de 2007-2009 está ahora en su octavo año y muestra pocas señales de fatiga. La economía está siendo impulsada por una mejoría del mercado laboral, que en su mayor parte ha mantenido el sólido desempeño que comenzó durante el primer mandato del expresidente Barack Obama.
Economistas ven un modesto impulso al crecimiento por los esfuerzos del presidente Donald Trump y de los republicanos en el Congreso por conseguir la aprobación de un paquete amplio de recortes de impuestos, incluyendo una reducción de los tributos a las empresas a un 20 por ciento desde un 35 por ciento.
Trump quiere reducir los impuestos para impulsar el crecimiento del PIB anual sostenido de un 3 por ciento.
El crecimiento del gasto del consumidor, que responde por más de dos tercios de la economía de Estados Unidos, fue revisado a la baja, a una tasa de un 2,3 por ciento, en vez del ritmo de 2,4 por ciento reportado previamente. El gasto del consumidor había aumentado a una tasa robusta de un 3,3 por ciento en el segundo trimestre.
La desaceleración del gasto del consumidor probablemente refleja el impacto de los huracanes Harvey e Irma, que azotaron Texas y Florida en el tercer trimestre. El gasto también se ha visto contenido por el lento incremento de los salarios, que está forzando a los hogares a recurrir a sus ahorros para financiar compras.
