Pence y Pompeo, los primeros en desmarcarse
Los dos altos funcionarios dijeron que no escribieron la columna contra Trump07 de septiembre de 2018
Trump pidió a The New York Times que dé el nombre del autor de la columna; el periódico lo rechaza de plano. Imagen: AFP
El vice Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo negaron haber escrito el artículo publicado por The New York Times, que levantó polvareda en la Casa Blanca. El autor anónimo afirmó que Trump carece de principios y es amoral.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, negaron ayer ser los autores del artículo de opinión anónimo publicado en el diario The New York Times. El miércoles, el matutino estadounidense había publicado una carta atribuida a un alto funcionario que dice formar parte de lo que calificó como una resistencia silenciosa dentro de la Casa Blanca contra las peores inclinaciones del Gobierno de Donald Trump.
“No es mío”, zanjó Pompeo durante una rueda de prensa en la embajada estadounidense en Delhi, India, donde se encuentra en visita oficial, donde, además, aprovechó para criticar el artículo. “No debería sorprender a nadie que The New York Times, un periódico liberal que ha atacado sin cesar a esta Administración, eligiese publicar un articulo así”, opinó Pompeo.
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“Vengo de un lugar en el que si no estás en posición de ejecutar las intenciones del comandante, tenés una opción. Y es irse y no permanecer en el puesto para minar lo que el presidente Trump y este Gobierno están intentando hacer”, agregó el secretario de Estado. Opinó, además, que si la columna de opinión describe la realidad en la Casa Blanca, el diario no debería haberse fiado en absoluto de, dijo, la palabra de un mal actor, descontento y engañoso.
En declaraciones a los periodistas desde Orlando (Florida), el vicepresidente Pence afirmó más tarde: “Cualquiera que sea capaz de escribir un artículo anónimo calumniando a este presidente, que ha proporcionado un liderazgo extraordinario para este país, no debería estar trabajando para este Gobierno. Debería renunciar, esa sería la acción honorable”. Las especulaciones sobre la posibilidad de que Pence fuera el autor de la tribuna se basaron en parte en el uso en el artículo de la palabra “lodestar”, de uso muy poco común y que significa “estrella polar” o “inspiración”, y que el vicepresidente estadounidense ha usado supuestamente en varias ocasiones.
El director de comunicación del vicepresidente lo defendió, por su parte, en las redes sociales. “El vicepresidente firma sus columnas de opinión”, tuiteó Jarrod Agen. “El New York Times debería avergonzarse, al igual que la persona que escribió esa columna falsa, absurda y cobarde. Nuestra oficina está por encima de estos actos de amateurs”, señaló.
Aunque fue foco de todas las críticas por parte de miembros de la Casa Blanca, el matutino neoyorquino defendió su decisión. “(El diario) se siente increíblemente orgulloso de haber publicado este artículo, que añade significativo valor a la comprensión de la opinión pública sobre lo que está pasando en la Administración de Trump desde el punto de vista de alguien que está en posición de conocerla”, afirmó Eileen Murphy, portavoz del periódico.
El portal de noticias digital Axios informó ayer que, después de publicado el artículo, otros dos funcionarios del Gobierno se habían reportado para señalar que el autor de la columna dice exactamente lo que ellos piensan. “Muchos de nosotros hubiéramos querido haberlo escrito”, dijo a Axios a uno de los funcionarios. “Como nosotros hay decenas y decenas de personas”, agregaron.
En el artículo publicado en el Times, el autor anónimo afirma que Trump carece de principios y que se caracteriza por su amoralidad. Además, el comportamiento del mandatario –según dice, con reiterados exabruptos y la toma de decisiones irreflexivas, mal informadas y, en ocasiones, temerarias– hace que exista una presidencia de dos carriles. “El dilema, que él (Trump) no comprende del todo, es que muchos de los altos funcionarios de su propia administración están trabajando diligentemente para frustrar partes de su agenda y sus peores inclinaciones”, expresó el autor. También describe el estilo de gobernar del presidente como impetuoso, conflictivo, mezquino e inefectivo. “Cada quien que trabaja con él sabe que no sigue principios básicos perceptibles que guíen su toma de decisiones”, afirma.
El presidente respondió el mismo miércoles desde Twitter calificando la columna como cobarde y como una verdadera vergüenza. Después escribió en mayúsculas: “¿Traición?” Más tarde se preguntó si existía realmente el “alto funcionario del Gobierno”, o era sólo el deshonesto New York Times con otra fuente falsa. “¡Si el cobarde anónimo de hecho existe, el Times debe, por motivos de seguridad nacional, entregarlo/a al Gobierno de una vez!”, agregó el presidente.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo, por su parte, que la Casa Blanca estaba decepcionada por la decisión del diario de publicar el artículo, al que llamó patético, imprudente y egoísta. “El autor se puso a sí mismo y a su ego por encima de la voluntad del pueblo estadounidense”, afirmó Sanders. “Este cobarde debería hacer lo correcto y renunciar”, subrayó.
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, criticó también duramente al funcionario que publicó la carta. “Al autor del artículo de opinión: Usted no está protegiendo este país, usted está saboteándolo con sus acciones cobardes”, señaló en un comunicado. Además, lamentó el uso generalizado de fuentes no identificadas en los medios. “Las fuentes no identificadas se han convertido en la mayoría de las voces que escucha la gente en las noticias de hoy en día. Gente sin nombre está escribiendo la historia de nuestra nación”, denunció la primera dama.
El diario neoyorquino dijo que omitió el nombre del autor, una decisión inédita por parte del periódico. Según el rotativo, la publicación anónima era la única posibilidad de proteger al autor y al mismo tiempo ofrecer a los lectores una importante perspectiva de la situación interna en la Casa Blanca. Según el diario The Washington Post, el artículo ha generado una enorme incertidumbre en la Casa Blanca, donde el texto está siendo investigado a base de determinados patrones sintácticos en un intento de desenmascarar al autor.