La OPEP ignoró a Trump y el petróleo alcanzó su mayor valor en 4 años
24 de Septiembre de 2018
El petróleo cotizado en Londres volvió este lunes a sus mejores precios desde noviembre de 2014 luego que la Opep y sus aliados ignoraron las presiones de Donald Trump y no incrementaron la producción.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en octubre cerró a 81,20 dólares tras ganar 2,40 dólares (3%).Durante la sesión llegó a 81,40 dólares.
En el mercado de Nueva York, el crudo WTI, también para entrega en octubre, subió 1,30 dólares (1,8%) a 72,08 dólares en lo que fue su mejor precio desde julio.
Para el Brent es el mejor valor desde noviembre de 2014. Aquel año, el precio del crudo cayó de los 120 dólares por barril en junio a 50 dólares en diciembre, un derrumbe debido a la sobreproducción que tocó fondo a principios de 2016 cuando se llegaron a pagar 30 dólares por barril.
Las políticas de reducción de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) contribuyeron desde entonces a una recuperación de los precios.
El lunes, el mercado reaccionó a una reunión de la OPEP y sus socios, incluida Rusia, celebrada el domingo en Argelia, en la que una veintena de países responsables de más de la mitad de la oferta mundial de crudo decidieron no aumentar el bombeo, haciendo caso omiso a las presiones de Trump.
"¡Protegemos a los países de Oriente Medio, no estarían seguros mucho tiempo si no fuera por nosotros, y aun así siguen empujando para que el precio del petroleo suba y suba! ¡El monopolio de la OPEP debe hacer bajar los precios ahora!", había escrito el presidente de Estados Unidos en Twitter el jueves.
No obstante, el domingo en Argel el influyente ministro del petróleo saudita, Jalid al Falih, dejó la puerta abierta a un futuro aumento de la producción a raíz de la reducción del suministro que implicarán las sanciones de Estados Unidos a las exportaciones iraníes que entrarán en vigor en noviembre.
"Vamos a seguir vigilando de cerca [el equilibrio de oferta y demanda] y responderemos de modo adecuado en el momento adecuado", sostuvo Jalid Al Falih, que preside el comité encargado de supervisar los acuerdos de reducción de bombeo firmados por 20 países de la OPEP y productores externos al cártel en 2016.
Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos son los tres mayores productores de petróleo del mundo, pero solo los dos primeros son exportadores.
"Arabia Saudita y Rusia confirmaron que no aumentan la producción, y esto son malas noticias para el presidente Trump, quien quiere un petróleo más barato que es bueno para los negocios", considera David Madden, analista de CMC Markets.
"Los temores de que el suministro se vea afectado cuando las sanciones estadounidenses a Irán comiencen en noviembre están empujando los precios del petróleo hacia arriba", agrega.
Trump presiona así por un lado para que ningún país compre petróleo a Irán, tercer productor de la OPEP, mientras por el otro intenta frenar el consecuente aumento de los precios, que podrían disparar el coste de la gasolina e irritar a los votantes estadounidense a pocas semanas de las elecciones legislativas de medio mandato a principios de noviembre.
El petróleo cotizado en Londres volvió este lunes a sus mejores precios desde noviembre de 2014 luego que la Opep y sus aliados ignoraron las presiones de Donald Trump y no incrementaron la producción.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en octubre cerró a 81,20 dólares tras ganar 2,40 dólares (3%).Durante la sesión llegó a 81,40 dólares.
En el mercado de Nueva York, el crudo WTI, también para entrega en octubre, subió 1,30 dólares (1,8%) a 72,08 dólares en lo que fue su mejor precio desde julio.
Para el Brent es el mejor valor desde noviembre de 2014. Aquel año, el precio del crudo cayó de los 120 dólares por barril en junio a 50 dólares en diciembre, un derrumbe debido a la sobreproducción que tocó fondo a principios de 2016 cuando se llegaron a pagar 30 dólares por barril.
Las políticas de reducción de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) contribuyeron desde entonces a una recuperación de los precios.
El lunes, el mercado reaccionó a una reunión de la OPEP y sus socios, incluida Rusia, celebrada el domingo en Argelia, en la que una veintena de países responsables de más de la mitad de la oferta mundial de crudo decidieron no aumentar el bombeo, haciendo caso omiso a las presiones de Trump.
"¡Protegemos a los países de Oriente Medio, no estarían seguros mucho tiempo si no fuera por nosotros, y aun así siguen empujando para que el precio del petroleo suba y suba! ¡El monopolio de la OPEP debe hacer bajar los precios ahora!", había escrito el presidente de Estados Unidos en Twitter el jueves.
No obstante, el domingo en Argel el influyente ministro del petróleo saudita, Jalid al Falih, dejó la puerta abierta a un futuro aumento de la producción a raíz de la reducción del suministro que implicarán las sanciones de Estados Unidos a las exportaciones iraníes que entrarán en vigor en noviembre.
"Vamos a seguir vigilando de cerca [el equilibrio de oferta y demanda] y responderemos de modo adecuado en el momento adecuado", sostuvo Jalid Al Falih, que preside el comité encargado de supervisar los acuerdos de reducción de bombeo firmados por 20 países de la OPEP y productores externos al cártel en 2016.
Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos son los tres mayores productores de petróleo del mundo, pero solo los dos primeros son exportadores.
"Arabia Saudita y Rusia confirmaron que no aumentan la producción, y esto son malas noticias para el presidente Trump, quien quiere un petróleo más barato que es bueno para los negocios", considera David Madden, analista de CMC Markets.
"Los temores de que el suministro se vea afectado cuando las sanciones estadounidenses a Irán comiencen en noviembre están empujando los precios del petróleo hacia arriba", agrega.
Trump presiona así por un lado para que ningún país compre petróleo a Irán, tercer productor de la OPEP, mientras por el otro intenta frenar el consecuente aumento de los precios, que podrían disparar el coste de la gasolina e irritar a los votantes estadounidense a pocas semanas de las elecciones legislativas de medio mandato a principios de noviembre.