18 sept 2018

LA NUEVA ESPERANZA

Haddad camina con paso seguro hacia la elección. A tres semanas de los comicios presidenciales, el candidato del PT figura segundo en los sondeos
Por Dario Pignotti
18 de septiembre de 2018




“La campaña se tiene que mover en base a nuestras propuestas sobre educación, trabajo y democracia”, dijo ayer Haddad.

Las encuestas indican que los electores comienzan a vincular al flamante postulante petista Fernando Haddad con su mentor, Lula. Y esbozan una polarización entre el ex alcalde de San Pablo y Jair Bolsonaro, de extrema derecha.
Con Lula en el pecho. Dos encuestas publicadas ayer indicaron que Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), camina con paso seguro hacia el balotaje del 28 de octubre frente al capitán retirado del Ejército Jair Bolsonaro. Un sondeo de la agencia FSB contratado por el Banco BTG Pactual reveló que en una semana el ahijado de Lula creció un cien por ciento: saltó de 8 a 16 puntos de intenciones de voto contra 33 de Bolsonaro.

Otra medición realizada por la agencia MDA a pedido de la Confederación Nacional del Transporte le dio 28,2 puntos al ex militar contra 17,6 del petista.

Haddad fue proclamado como candidato el 11 de setiembre cuando Lula lo escogió como su heredero al anunciar que desistía de participar en los comicios. Ese día, al salir de la campaña, el fundador del PT tenía un 40 por ciento de votos potenciales contra el 20 de Bolsonaro.

En principio las encuestas de ayer indican que los electores comienzan a vincular al flamante postulante petista con su hacedor. Los anuncios de campaña mostraron la buena acogida que tuvo Haddad cuando se presentó, luciendo camisetas con el nombre de Lula, en la favela Rocinha de Río de Janeiro y recorriendo el centro de San Pablo.

En estos dos sondeos Haddad comenzó a distanciarse del centroizquierdista Ciro Gomes que hace una semana ocupaba el segundo lugar con cierta holgura.

Los números conocidos ayer, más otra encuesta de Datafolha publicada el viernes, esbozaron una polarización entre el ex intentendente de San Pablo Haddad y Bolsonaro que permanece internado debido a las heridas sufridas hace doce días cuando un hombre lo apuñaló durante un acto proselitista.

Si este antagonismo izquierda-ultraderecha se cristaliza Haddad tendría asegurado el segundo lugar en el primer turno del 7 de octubre y con él un boleto para el ballottage del 28.

Lula y Haddad analizaron el pulso de la batalla electoral, con contornos de guerra política.

El jefe petista está “muy satisfecho con las encuestas pero dijo que no hay que dejarse llevar por las encuestas, éstas tienen su importancia pero la campaña se tiene que mover con base a nuestras propuestas sobre educación y trabajo y el respeto a la democracia”, dijo Haddad. Así lo planteó ante un grupo de periodistas apostados frente a la Superitendencia de la Policía Federal curitibana, donde Lula está arrestado desde el 7 de abril.

En la reunión también se trató el proceso que condujo el afamado Sergio Moro, denunciado por abusos antes el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

“Le dije a Lula que probablemente la ONU va a juzgar el mérito de su proceso en el primer semestre del año que viene, él me reiteró que no cambia la dignidad por la libertad, él tiene la convicción de que las cortes superiores de Brasil y los foros internacionales van a probar su inocencia”.

En otra entrevista concedida ayer por la mañana, antes de embarcar a Curitiba, Haddad habló sobre la posibilidad de firmar un indulto al ex presidente si llega al Palacio del Planalto en enero del año que viene. Evitó ser categórico sobre el tema y dijo esperar que el Supremo Tribunal Federal tome cartas en el asunto.

Fue más claro en su cuestionamiento a la “concentración” de la propiedad de los medios, materializada en el grupo Globo, opuesto encarnizadamente a cualquier tipo de regulación. Habló también del boicot de los diarios grandes a la instalación de portales de medios extranjeros en portugués.

“¿Quién le teme a la diversidad?, nosotros los del PT no le tememos”, aseguró.

Esa posición neta contra el oligopolio mediático más poderoso de América del Sur no había sido expresada en las campañas presidenciales de Lula, en 2002 y 2006, ni en las de Dilma Rousseff en 2010 y 2014.

Lula, Haddad y el PT están convencidos de que el golpe que derrocó a Dilma Rousseff hace dos años hubiera sido imposible sin el aval de la empresa de la dinastía Marinho. Y que ese mismo conglomerado hará todo lo que esté a su alcance para que el partido no retorne al poder en 2019. En otras palabras: Globo se aliará a Bolsonaro para boicotear a Fernando Haddad.