3 sept 2018

HADDAD AL GOBIERNO, LULA AL PODER


SE REUNIRÁN EN LA CÁRCEL DE CURITIBA

Lula da Silva pone hoy en marcha el operativo Haddad presidente

MARCELO FALAK
3 de Septiembre de 2018



SUCESOR. Fernando Haddad recorre Brasil en plan de campaña y se dispone a asumir la candidatura presidencial del Partido de los Trabajadores. El carisma de Lula da Silva es su gran carta.


Inhabilitado por la justicia, se espera que el expresidente defina la oficialización de su vice como candidato. En busca del “timing” perfecto para una operación compleja clave para el futuro de la región.

Tras la inhabilitación como candidato presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva por parte de la justicia electoral, concretada el sábado a la madrugada, el líder de izquierda afina la puntería para concretar una compleja operación de ingeniería política que permita a su delfín, Fernando Haddad, concentrar buena parte de su voto e intentar convertirse en el próximo presidente de Brasil.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó las presunciones y estableció, por 6 votos contra 1 horas antes de que comenzara la campaña electoral con espacios cedidos a los partidos políticos en la televisión, que Lula no puede presentarse a las urnas por la vigencia de la ley de "ficha limpia", que inhabilita para presentarse a cargos electivos a los ciudadanos condenados en segunda instancia.

Es, justamente, el caso del expresidente (2003-2010), quien cumple pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.

Aunque el Partido de los Trabajadores anunció que apelará el fallo del TSE ante el Supremo Tribunal Federal, máxima instancia de control de constitucionalidad de Brasil, sabe que los tiempos apremian. No solo porque el 7 de octubre, dentro de poco más de un mes, se realizará la primera vuelta electoral sino porque aquella corte estableció que la agrupación tiene tiempo solo hasta el próximo miércoles 12 para presentar su fórmula definitiva.

Así las cosas, Haddad, un exalcalde de San Pablo de 55 años y perfil moderado, visitará hoy a Lula en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde este cumple prisión. La expectativa es grande y la pregunta, unánime: ¿será hoy el día en que Lula se baje definitivamente de la ficción de su postulación y ponga en marcha el operativo para consagrar a Haddad?

Hasta ahora, en el PT se desgarraba entre dos posturas: estirar lo más posible la idea de una candidatura de Lula, de modo de darle cada vez más volumen a una postulación que, según encuestas, concita una intención de voto del 37 al 39% en la primera vuelta y era favorita en cualquier escenario de balotaje; o apurar la entronización de Haddad, dado el poco tiempo para realizar la transferencia de la mayor proporción posible de esos apoyos al exalcalde.

Como sea, la inminencia del inicio de la campaña en TV, considerada crucial para formatear al electorado, llevó al TSE a analizar las 16 impugnaciones contra la candidatura de Lula, con el resultado conocido, y a precipitar los tiempos.

"Vamos a mantener una posición política y moral de apoyo al liderazgo de Lula, que es el deseo de más del 50% de los brasileños", sobreactuó el moderado Haddad su verticalismo pocas horas después del veredicto del TSE. Sin embargo, debido a este, los spots del sábado del PT pusieron en marcha la sucesión, valiéndose de fragmentos de entrevistas al carismático exmandatario e imágenes de participaciones recientes en actos en todo Brasil junto a Haddad.

Creomar de Souza, analista político y profesor de la Universidad Católica de Brasilia, le dijo a Ámbito Financiero que "la gran cuestión ahora es saber si la expectativa del PT en términos de transferencia de votos va a convertirse en realidad en una campaña sin la presencia física de Lula".

Las encuestas todavía no registran ese potencial, pero dan indicios de que es posible. En concreto, los indicios son tres.

Uno, que alrededor del 50% de los potenciales votantes de Lula afirman que optarían por quién este designe sucesor. De hecho, en los actos del fin de semana muchos simpatizantes lulistas preguntaban si el líder ya había bendecido o no a su vice.

Dos, el todavía relativamente bajo nivel de conocimiento de Haddad, que incrementa su potencial como candidato.

Tres, la extrema fragmentación del escenario electoral, en el que, detrás de Lula, ningún postulante supera una intención de voto del 20%, lo que hace factible la idea de que Haddad pueda ingresar al segundo turno.

Si el mencionado nivel de desconocimiento del exalcalde paulistano es una ventaja, el escaso tiempo que queda hasta el 7 de octubre impone una limitación.

"Haddad necesita ser presentado como candidato ya. No puede hacer a medias una campaña que de por sí es corta. Ya no puede seguir presentándose como el segundo de Lula, sino como el candidato del PT", le explicó a este diario Marcelo Rech, director del instituto InfoRel de Brasilia, resumiendo los dilemas de la izquierda.

"Una demora mayor puede afectar el potencial de transferencia de votos de Lula hacia él. Este lunes (por hoy) ambos se van a reunir para definir ese punto", añadió.

Pero una falla en la transfusión de carisma y votos de Lula a Haddad no solo afectaría el destino de la elección presidencial.

"Un aspecto a ser seguido con atención es el tamaño de las futuras bancadas petistas en el Senado federal, en la Cámara de Diputados y en las asambleas legislativas estaduales", señaló, consultado por Ámbito Financiero el analista político Paulo Kramer desde Brasilia. No solo Lula y Haddad se juegan el futuro y, en el caso del primero, una carta clave para presionar por su libertad.

"En la tradición política de la democracia brasileña, las elecciones municipales funcionan como productoras de las generales y, en 2016, durante la crisis por el 'impeachment' (de Dilma Rousseff), el PT perdió el 60% de sus alcaldías, incluida la joya de la corona, San Pablo, gobernada hasta entonces por el propio Haddad", agregó Kramer. "Se trata de más de 50 mil cargos, una fuente vital de autofinanciamento, mediante el 'diezmo' de los militantes ubicados en posiciones oficiales", recordó Kramer en una clase magistral de política concreta.

"Se diga lo que se diga de Lula, al menos hay que reconocerle que es un maestro para hacer política. En estas horas, él está buscando el 'timing' justo, el momento preciso para empezar la transferencia de votos a Haddad. No hay que subestimar su habilidad", le dijo a Ámbito Financiero una fuente diplomática en Brasil.

El operativo está desde hoy en marcha. En él, se juega buena parte del destino inmediato de Brasil y, tal como están las cosas, de buena parte de Sudamérica.