12 jul 2019

VIEJAS HERIDAS

Por qué una vieja pelea de la Segunda Guerra amenaza el desarrollo del 5G

11 Julio 2019





Oficiales japoneses en Corea.AFP



Un litigio histórico entre Japón y Corea del Sur fragiliza la producción surcoreana de componentes que sirven para fabricar chips y pantallas de teléfonos móviles y, de paso, afecta al mercado mundial de la tecnología, advierten los analistas.
Existe una querella por el trabajo forzado al que fueron sometidos los coreanos por los colonizadores japoneses durante el conflicto armado.



El gobierno japonés anunció la semana pasada restricciones a las exportaciones hacia Corea del Sur de productos químicos esenciales para fabricar chips electrónicos y pantallas de teléfonos móviles inteligentes o de televisores.

Estas medidas son consecuencia de un viejo litigio sobre el trabajo forzado al que fueron sometidos los coreanos por los colonizadores japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.

La querella se agravó tras una reciente decisión de la justicia surcoreana, que ordenó a compañías japonesas que indemnizaran a las víctimas de esos trabajos forzados, algo percibido como una afrenta por Tokio.

La situación no parece que pueda arreglarse rápidamente y los especialistas consideran que podría perturbar el desarrollo de la 5G, la red de internet móvil ultrarrápido, así como las futuristas pantallas plegables.

"Podría haber un retroceso de la producción, lo que tendrá como efecto aumentar los precios [de los chips] y desde luego de los productos manufacturados", advierte Avril Wu, analista del gabinete taiwanés TrendForce.

Seúl tiene reservas pero la escasez podría hacerse sentir al cabo de tres meses, agrega la analista. Japón se negó por ahora a cualquier tipo de negociación, y por ello los gigantes surcoreanos Samsung Electronics y SK Hynix están en una situación delicada.

Según el instituto Hana de finanzas, en Seúl, ambos grupos garantizan las dos terceras partes de la producción mundial de chips electrónicos, y tienen a clientes como Apple, Huawei o Amazon.

"Corea del Sur es líder mundial de la producción de chips, Japón es líder mundial de la producción de materiales esenciales para la fabricación de chips", resume Ahn Ki-hyun, vicepresidente de la Asociación Coreana de la Industria de Semiconductores.

"Con esta disputa comercial, tanto Japón como Corea del sur pierden a su mejor socio. Y no hallarán durante tiempo una mejor alternativa a semejante socio", explica.

"Al final, habrá un estancamiento o regresión del mercado internacional de tecnologías punta. Los precios podrían subir", agrega.

Las restricciones japonesas apuntan a tres productos químicos y a la transferencia de tecnologías relativa a estos compuestos. Los exportadores japoneses deberán ahora pedir una autorización para cada venta a Corea del Sur, un proceso que dura cada vez unos 90 días.

Len Jelinek, encargado de investigación de semiconductores en IHS Markit, es pesimista.

"Debido al volumen de productos químicos requeridos para la fabricación de semiconductores, es improbable que los grandes fabricantes de chips puedan hallar las cantidades suficientes en suministradores que no sean japoneses", dice.

Dos de los materiales implicados son esenciales para la fabricación de chips de memoria. El tercero, la poliamida fluorada, sirve para producir pantallas de televisores y de 'smartphones', cuyos modelos plegables son esperados con impaciencia por la industria.

Según la prensa, Japón produce el 90% de la poliamida fluorada mundial.

Un representante de Samsung explicó como "minimizar el impacto sobre la producción". LG Display afirma por su lado haber empezado a probar la poliamida fabricada en China y Taiwán.

Pero pueden verse afectados productos acabados como el Galaxy Fold, un 'smartphone' 5G plegable de Samsung, así como, de forma más general, el desarrollo de la 5G, una tecnología que da un nuevo paso en la conectividad, un sector que lidera Corea del Sur.

Park Jea-gun, profesor de ingeniería electrónica en la universidad Hanyang de Seúl, teme las consecuencias de un conflicto de larga duración.

"La baja de la producción frenará todo, como las empresas en línea que cuentan con la gran velocidad de la 5G (...). Y, a largo plazo, esto va a afectar a la economía mundial", concluyó.