Coronavirus: naufraga el plan para salvar a la UE de la peor recesión en su historia
19 Julio 2020
El plan de Merkel y Macron para sacar a la UE de la peor recesión de su historia encuentra varias resistencias.Foto: Reuters
19 Julio 2020
El plan de Merkel y Macron para sacar a la UE de la peor recesión de su historia encuentra varias resistencias.Foto: Reuters
La propuesta para superar la crisis económica, promovida por Merkel y Macron, choca con la resistencia de los países "frugales" que, a su vez, imponen condiciones rechazadas por los ultra de Hungría y Polonia.
Los dirigentes de la Unión Europea (UE) redoblaron este domingo sus esfuerzos para levantar las reservas de los países llamados "frugales", así como de Hungría y Polonia, sobre su plan para superar la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus, en una tercera jornada de discusiones sin solución a la vista.
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"Hay mucha voluntad pero es posible que no se obtenga ningún resultado hoy", advirtió la canciller de Alemania, Angela Merkel, a su llegada a la sede del Consejo Europeo en Bruselas, calificando la jornada de "decisiva".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, un poco más optimista, consideró "todavía posible" llegar a un acuerdo, pero aseguró que no se hará "a costa de la ambición europea". "Nuestros países lo necesitan y la unidad de Europa lo necesita", subrayó.
Más de 50 horas después de su inicio, la discusión en el seno de la UE sobre el plan de rescate económico estaría en punto muerto.
A causa de la pandemia y el confinamiento por el coronavirus, la economía mundial podría contraerse un 4,9% en 2020, una caída que aumenta hasta el 10,2% en la zona euro, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para salir de la mayor recesión de su historia, la UE debate un plan de 750.000 millones de euros (840.000 millones de dólares) que la Comisión Europea (CE, órgano ejecutivo del bloque) tomaría prestados en nombre de los 27 miembros, un hito en el proyecto europeo.
Pero los detalles de este plan no logran convencer a las naciones "frugales" adeptas del rigor fiscal dentro de la UE -Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a las que se sumó Finlandia-, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común.
El domingo arrancó de nuevo con encuentros en grupos pequeños de líderes de la UE. El inicio formal de la tercera jornada de la cumbre se aplazó de nuevo a las 17:30 "como mínimo", según un vocero de la CE.
Los "frugales" exigen reducir el monto del plan que aúna subsidios y préstamos. Sobre los primeros, del medio billón de euros propuesto piden pasar a menos de 300.000 millones, cien mil por debajo de la línea roja de Francia y Alemania.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, que afronta en 2021 comicios legislativos en los que la extrema derecha amenaza con ganar terreno, aparece como el más duro, al exigir además que el desembolso de las ayudas se acuerde por unanimidad.
Rutte busca aumentar la presión sobre los endeudados países del sur como España e Italia, los principales receptores del fondo, para que reformen sus economías, trayendo de vuelta el fantasma de la 'troika' de la pasada crisis de la deuda.
El plan de rescate inicial preveía que los países que quieran la ayuda de la UE deben presentar un plan de recuperación económica que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.
"No creo que esta cumbre fracase por el dinero", si no por la oposición de Italia a la unanimidad de Rutte y por el apoyo de este último, y de la finlandesa Sanna Marin, a la propuesta sobre el Estado de derecho, que genera rechazo de Hungría y Polonia, según una fuente diplomática.
"No sé cuál es la razón por la que el primer ministro holandés me odia", dijo a la prensa este domingo su par húngaro, Viktor Orban, advirtiendo que la propuesta no se resolvería en esta cumbre ya que "necesita tiempo" de negociación.
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"Hay mucha voluntad pero es posible que no se obtenga ningún resultado hoy", advirtió la canciller de Alemania, Angela Merkel, a su llegada a la sede del Consejo Europeo en Bruselas, calificando la jornada de "decisiva".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, un poco más optimista, consideró "todavía posible" llegar a un acuerdo, pero aseguró que no se hará "a costa de la ambición europea". "Nuestros países lo necesitan y la unidad de Europa lo necesita", subrayó.
Más de 50 horas después de su inicio, la discusión en el seno de la UE sobre el plan de rescate económico estaría en punto muerto.
A causa de la pandemia y el confinamiento por el coronavirus, la economía mundial podría contraerse un 4,9% en 2020, una caída que aumenta hasta el 10,2% en la zona euro, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para salir de la mayor recesión de su historia, la UE debate un plan de 750.000 millones de euros (840.000 millones de dólares) que la Comisión Europea (CE, órgano ejecutivo del bloque) tomaría prestados en nombre de los 27 miembros, un hito en el proyecto europeo.
Pero los detalles de este plan no logran convencer a las naciones "frugales" adeptas del rigor fiscal dentro de la UE -Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a las que se sumó Finlandia-, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común.
El domingo arrancó de nuevo con encuentros en grupos pequeños de líderes de la UE. El inicio formal de la tercera jornada de la cumbre se aplazó de nuevo a las 17:30 "como mínimo", según un vocero de la CE.
Los "frugales" exigen reducir el monto del plan que aúna subsidios y préstamos. Sobre los primeros, del medio billón de euros propuesto piden pasar a menos de 300.000 millones, cien mil por debajo de la línea roja de Francia y Alemania.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, que afronta en 2021 comicios legislativos en los que la extrema derecha amenaza con ganar terreno, aparece como el más duro, al exigir además que el desembolso de las ayudas se acuerde por unanimidad.
Rutte busca aumentar la presión sobre los endeudados países del sur como España e Italia, los principales receptores del fondo, para que reformen sus economías, trayendo de vuelta el fantasma de la 'troika' de la pasada crisis de la deuda.
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"No creo que esta cumbre fracase por el dinero", si no por la oposición de Italia a la unanimidad de Rutte y por el apoyo de este último, y de la finlandesa Sanna Marin, a la propuesta sobre el Estado de derecho, que genera rechazo de Hungría y Polonia, según una fuente diplomática.
"No sé cuál es la razón por la que el primer ministro holandés me odia", dijo a la prensa este domingo su par húngaro, Viktor Orban, advirtiendo que la propuesta no se resolvería en esta cumbre ya que "necesita tiempo" de negociación.
