12 feb 2025

ALGO MAS QUE COINCIDENCIAS

Las tendencias nazis de Donald Trump

MONTEVIDEO (Uypress/Esteban Valenti) 
12.02.2025





Con el término "nazi" hay que ser muy cuidadoso, es tan tajante, grave, concreto y definido en el plano de las ideas y de los comportamientos que si bien puede resultar cómodo para desacreditar a algún personaje, debemos ser precisos y justos.



Para calificar a alguien como nazi, hay obviamente que compararlo con el creador del nacionalisocialismo, Adolf Hitler a partir de 1920 y en particular de marzo de 1933 cuando asumió como primer ministro de Alemania, aunque había obtenido el 43.79% del total de los votos, con sus 280 escaños en el parlamento y todos los demás partidos eligieron 356 diputados.

Las elecciones con múltiples partidos, se llevaron a cabo en un contexto de intimidación y violencia. Las SA (camisas pardas) y la policía hostigaron a los opositores de Hitler. Pocos días antes, el 27 de febrero de 1933, el Parlamento alemán (Reichstag) fue incendiado como un acto de provocación e Hitler culpó a los comunistas y usó esto como pretexto para arrestar a sus líderes y reprimir a la oposición.

Aunque los nazis no lograron la mayoría absoluta, tras estas elecciones, Hitler aprobó la Ley Habilitante (Ermächtigungsgesetz) en marzo de 1933, dándole poderes dictatoriales y marcando el fin de la democracia en Alemania. Este fue el último proceso electoral más o menos competitivo en Alemania antes del inicio del régimen totalitario nazi.

Vivimos otros tiempos, otras experiencias pero hay elementos que se pueden comparar. Trump fue el impulsor del asalto al Congreso de los EE.UU. al punto de indultar apenas asumió su segunda presidencia a todos los que habían sido condenados en procesos judiciales, la diferencia es que el asalto al parlamento lo realizaron directamente los partidarios de Trump.

Entre sus dos mandatos fue acusado de múltiples delitos

Donald Trump ha enfrentado varias acusaciones y condenas en los últimos años. A continuación, se detallan los principales casos, condenas: Falsificación de registros comerciales (mayo de 2024), Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en relación con un pago de $130,000 a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016. Este pago tenía como objetivo silenciar una supuesta relación extramatrimonial y fue registrado incorrectamente en los libros contables de la Organización Trump.

En enero de 2025, el juez Juan Merchan impuso una "descarga incondicional", una sentencia sin pena, citando que cualquier sanción podría interferir con la inmunidad presidencial.

Un jurado encontró a Trump responsable de abuso sexual y difamación en un caso presentado por la escritora E. Jean Carroll, quien alegó que Trump la agredió sexualmente en la década de 1990. Se le ordenó pagar $5 millones en daños.

Acusaciones y casos en curso: Fraude financiero (septiembre de 2022), la fiscal general de Nueva York presentó una demanda civil contra Trump, algunos de sus hijos y su empresa, alegando inflar fraudulentamente el valor de sus activos para obtener beneficios financieros.En febrero de 2024, se impuso una multa que excede los $450 millones.

Intento de revertir los resultados electorales de 2020 (agosto de 2023): Trump y varios aliados fueron acusados en Georgia de intentar anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado, el caso está en curso.

Manejo indebido de documentos clasificados (junio de 2023): Trump fue acusado de retener ilegalmente documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago después de dejar la presidencia, violando la Ley de Espionaje. en julio de 2024, un juez desestimó el caso, declarando inconstitucional el nombramiento del fiscal especial.

En este rubro Trump supera ampliamente a Hitler en cuanto a su situación ante la justicia de su país, lo supera en condenas y acusaciones.

Durante la campaña presidencial de 2024, Donald Trump empleó una retórica que ha sido ampliamente criticada por su carácter racista y deshumanizante, especialmente hacia los inmigrantes. Trump se refirió a los inmigrantes indocumentados con términos como "animales", "monstruos" y "depredadores". Afirmó que estos individuos "violarán, saquearán, robarán, saquearán y matarán" a ciudadanos estadounidenses, y que "entrarán en tu cocina, te cortarán la garganta" y "agarrarán a niñas jóvenes y las despedazarán frente a sus padres". Estas declaraciones carecen de evidencia y perpetúan estereotipos negativos.

Además, afirmó sin pruebas que líderes extranjeros están enviando "prisioneros, asesinos, traficantes de drogas, pacientes mentales, terroristas" a través de la frontera sur de Estados Unidos. Comparó a los inmigrantes con el personaje ficticio Hannibal Lecter y sugirió que deberían ser utilizados en ligas de combate para el entretenimiento.

Desde el otoño de 2023, Trump ha utilizado frases como que los inmigrantes están "envenenando la sangre de nuestro país", un lenguaje que recuerda a la ideología de la supremacía blanca y al nazismo. También afirmó que los inmigrantes tienen "malos genes" y que son el "enemigo interno" que está arruinando el "tejido" de la nación.

Tras la victoria de Trump en noviembre de 2024, se reportó una ola de mensajes de texto racistas enviados a personas afroamericanas en varios estados. Los mensajes, que simulaban ser convocatorias para trabajos forzados en plantaciones como en la época de la esclavitud en los EE.UU.

Durante su campaña presidencial de 2024, Donald Trump emitió varios mensajes belicistas que generaron tensiones con varios países.

Trump afirmó que, tras la guerra, Israel cedería el control de la Franja de Gaza a Estados Unidos. Su plan incluía transformar Gaza en un proyecto urbanístico denominado "Riviera de Oriente Próximo" y reasentar a los palestinos en nuevas comunidades. Aunque aseguró que no sería necesario desplegar tropas estadounidenses, esta propuesta fue criticada por la ONU, que la calificó como una forma de "limpieza étnica", y por el Partido Demócrata, que expresó preocupación por un posible conflicto bélico. Fue rechazada por la mayoría del mundo y en especial de los países del medio oriente.

En las primeras semanas de su segundo mandato, Trump amenazó con una acción militar contra Dinamarca si este país no accedía a vender Groenlandia a Estados Unidos. Esta postura belicista generó tensiones diplomáticas con la Unión Europea y fue interpretada como una muestra de su disposición a utilizar la fuerza para alcanzar objetivos geopolíticos.

La campaña de Trump estuvo marcada por un tono cada vez más violento, misógino y xenófobo. Aunque prometió que "no habrá violencia" por parte de sus simpatizantes durante las elecciones, sus discursos y mensajes fueron criticados por incitar a la confrontación y exacerbar divisiones sociales.

Estas declaraciones y propuestas reflejan una inclinación hacia políticas agresivas y una disposición a considerar acciones militares o coercitivas para lograr objetivos políticos y territoriales.

Trump decidió retirar a Estados Unidos de la OMS, criticando su gestión durante la pandemia de COVID-19. Esta acción fue vista como una amenaza a la cooperación internacional en salud pública y generó preocupación sobre el impacto en la respuesta global a futuras emergencias sanitarias.

La administración Trump adoptó una política muy dura contra la inmigración ilegal, implementando políticas que presionaron a países centroamericanos para aceptar deportados y colaborar en seguridad. Aunque se lograron acuerdos significativos, estas medidas fueron percibidas como coercitivas por algunas naciones de la región.

Afirmó que no descartaba enviar tropas a México. Además de decretar un aumento de 25% (en suspenso) de los arancelas para las exportaciones de México y Canadá a los EE.UU. y del 10% a las exportaciones de China.

El presidente estadounidense impone sanciones al Tribunal de la Haya por las órdenes de arresto contra los líderes israelíes

La Corte Penal Internacional (CPI), un organismo que los Estados Unidos nunca han reconocido, se ha convertido en el nuevo objetivo de la campaña del presidente Donald Trump contra las instituciones del sistema internacional, que lo enfrenta incluso a tradicionales aliados de Washington.

Desde su llegada por segunda vez a la Casa Blanca, Trump ha retirado a Estados Unidos del Comité de la ONU por los Derechos Humanos, ha advertido que hará lo mismo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) si no cambia radicalmente y ha suspendido todas las ayudas internacionales.

También interrumpió la financiación a la UNRWA la agencia de ayuda palestina de la ONU y ahora firmó una orden ejecutiva con sanciones contra magistrados de la Corte Penal Internacional (CPI) por haber acusado de crímenes contra la humanidad a los líderes israelíes por la guerra en Gaza.

La orden ejecutiva contra la CPI incluye tanto sanciones financieras como restricciones a las visas de funcionarios no especificados del Tribunal, y sus familiares, que participaron en las investigaciones sobre ciudadanos estadounidenses o aliados.

En noviembre, la Corte de La Haya emitió órdenes de arresto contra el premier israelí Benyamin Netanyahu, su exministro de Defensa, Yoav Gallant, y los líderes de Hamas, todos acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por Gaza.

Van apenas unas pocas semanas de su segundo mandato y en eso también ha superado ampliamente a Adolfo Hitler y la Alemania nazi y es difícil seguirle el ritmo, por la velocidad de sus decretos y sus acciones.

Su ideología expuesta brutalmente en sus discursos y sus actos de gobierno, son notoriamente racistas, belicistas y quieren imponer con diversas amenazas sus objetivos de controlar territorios de otros países, similar a Hitler con Austria, los Sudetes, en Checoslovaquia y Danzing en Polonia. Es decir crear las condiciones como nunca antes existieron desde el fin de la Segunda Guerra mundial de una conflagración nuclear mundial. Eso es nazismo de la peor especie y se basa en el uso de la fuerza para aplastar todos los tratados y acuerdos internacionales y sobre dominar el mundo, el sueño declarado de Donald Trump. "Necesito el tipo de generales que tuvo Hitler", dijo Trump en una conversación privada en la Casa Blanca. "Gente que le fuera totalmente leal, que siga órdenes".

El deseo de obligar a los líderes militares estadounidenses a obedecerle a él y no a la Constitución es uno de los temas constantes del discurso de Trump relacionado con el ejército, lo que es otro punto de contacto con la mentalidad y la actitud de Hitler.

El apoyo de grandes magnates de las nuevas tecnologías o de la industria automotriz, puede compararse con el apoyo a Hitler de Bayer, de Krupp, de Porche, e incluso de Henry Ford.

Trump fue elegido por una importante mayoría de representantes en el congreso elector nacional de 312 representantes (58%) contra 246 (42%) de Kamala Harris la candidata demócrata, a nivel de los votos logró 77:303 569 (50.7%, mientras que su adversaria obtuvo 75: 019 231 votos (49.3%). Una diferencia de apenas 1.4%.

Con una población de 346 054 448 habitantes los habilitados para votar eran 244 666 890 y los votantes totales fueron 155 512 5321? un 63.6% de los habilitados.

Hoy no podemos tener medidas ciertas del nivel de adhesión al fanatismo nacionalista, al odio a los inmigrantes, a la política agresiva y belicista de Trump en el conjunto de la sociedad norteamericana, pero lo cierto que estamos en presencia de un cambio radical en la primera potencia bélica del mundo, y que su presidente por otros 4 años, ha dado muestras muy peligrosas de pensar y actuar con tendencias nazis.


UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias