Por Atilio A. Boron
Jun 21, 2021
Pese a que el veredicto de la historia es irrefutable, el saber convencional de las ciencias sociales y la opinión establecida difunden sin cesar la errada concepción de que la derecha latinoamericana se ha reconciliado con la democracia; que ya cortó amarras con su génesis oligárquica, racista, patriarcal y colonial; que puso fin a su historia como conspicua instigadora y frecuente ejecutora directa de innumerables golpes de estado, atentados, sabotajes, masacres y toda clase de violaciones a los derechos humanos y las libertades políticas.
Pese a que el veredicto de la historia es irrefutable, el saber convencional de las ciencias sociales y la opinión establecida difunden sin cesar la errada concepción de que la derecha latinoamericana se ha reconciliado con la democracia; que ya cortó amarras con su génesis oligárquica, racista, patriarcal y colonial; que puso fin a su historia como conspicua instigadora y frecuente ejecutora directa de innumerables golpes de estado, atentados, sabotajes, masacres y toda clase de violaciones a los derechos humanos y las libertades políticas.