18 dic 2014
GUANTÁNAMO
La vida de Abu Wa’el Dhiab, el único refugiado que aún no fue fotografiado
Fue detenido en 2002 y desde entonces no ve a su familia. En los primeros días, el único gesto que tuvo fue asomar a la ventana una foto de su hijo asesinado y el pantalón naranja que usaba en Guantánamo.
FOTOGALERÍA
Abu Wa’el Dhiab muestra una foto de su familia. Foto: Agustín Martínez
Ex preso de Guantánamo exhibiendo sus pantalones de recluso. Foto: Agustín Martínez.
Abu Wael Dhiab muestra la foto de su hijo asesinado. Foto: Agustín Martínez
Abu Wa´el Dhiab, en la foto del registro que tenía Guantánamo. 1/4
lun dic 15 2014 11:01
En la mañana del domingo 7 de diciembre, Abu Wa’el Dhiab se sintió libre por primera vez en 12 años. Sonrió. Estaba junto a su abogada en el Hospital Militar sin cadenas ni esposas. Había sido trasladado a Uruguay.
Abu Wa’el Dhiab es uno de los seis exdetenidos de Guantánamo que hoy están refugiados en Uruguay. Tiene 43 años y es sirio. Tenía cuatro hijos pero uno murió en la guerra. Hoy su familia está en Turquía pero vivió en Siria, emigró a Afganistán y en agosto de 2001 se instaló en Pakistán. Ahí fue detenido y "acusado" de integrar células terroristas de Al Qaeda. No había pruebas ni se presentaron cargos en su contra. En 2009 el gobierno norteamericano aceptó su liberación pero debió esperar otros tres años para abandonar la cárcel.
De los seis refugiados, Abu Wa’el Dhiab fue el que único renuente a dejarse ver. Según contó el periodista Daniel Rodríguez de Subrayado, que pudo ingresar a la casa del Pit-Cnt el viernes, los primeros días, lo vio siempre acostado, de blanco y "deprimido". Los otros cinco refugiados salieron en varias oportunidades a pasear por Montevideo, pero Abu Wa’el Dhiab no salió. El único gesto que tuvo con la prensa fue mostrar el pantalón naranja que usaba en Guantánamo junto a una foto de su hijo asesinado en la guerra de Siria.
Su abogada confirmó que el estado de salud de Abu Wa’el Dhiab es delicado. Sufre de dolores de espalda algo que ya tenía antes de ingresar a Guantánamo, de hecho llegó de allí en silla de ruedas y se movió en ella por varios días. Además Abu Wa’el Dhiab estuvo casi dos años en huelga de hambre y varios meses de forma ininterrumpida. Hasta que un juez obligó a que lo alimentaran por la fuerza. Así los guardias de Guantánamo aplicaron una técnica para que comiera a través de una sonda. Todo fue registrado en varios videos. Su abogada, Cori Crider contó en ese entonces que luego de ver tres videos de ese tipo no pudo dormir. Le metían sondas por la nariz con alimento, Abu Wa’el Dhiab gritaba, sangraba y se retorcía del dolor. Esa práctica duraba 10 horas todos los días.
Finalmente otra jueza decretó suspender esa medida y ante un pedido de varios medios norteamericanos y The Guardianobligó al gobierno de Estados Unidos a difundir más de 20 videos que registraban cómo torturaban y obligaban a Abu Wa’el Dhiab a comer. Las imágenes aún no son públicas, porque el gobierno de Barack Obama interpuso un recurso jurídico para no difundir esos videos por miedo a las reacciones terroristas. Pero el rapero Yasiin Bey aceptó someterse al mismo tratamiento para el diario británico The Guardian y demostrar así la brutalidad del procedimiento.
Una semana después de su llegada a Uruguay, Dhiab finalmente salió y fue ayer domingo con sus compañeros a Pinamar, donde comieron un cordero asado al estilo árabe. El dirigente del Pit-Cnt, Fernando Gambera dijo que Dhiab se mostraba "muy animado, moviéndose con mucha energía" y preparó una "picada fría" al estilo árabe, con pasta de garbanzos y con ensalada con lechuga, chauchas y tomates. Se nota que tiene "formación gastronómica", comentó Gambera. De hecho, ha mencionado que quisiera poner un restaurante en Uruguay. Sin embargo, ninguno de los canales de televisión que asistieron al almuerzo pudo registrar una imagen de Dhiab. Todas las fotografías o videos mostraban a los cinco exdetenidos que ya son conocidos. Dhiab no quiso ser fotografiado.
Organizaciones de derechos humanos y abogados de los que aún están en Guantánamo esperan que los videos de Abu Wa’el Dhiab sean liberados para que el mundo conozca la vedad de la cárcel. Cori Crider, es optimista. Escribió en la misma columna en The Guardian que finalmente y después de 12 años, Abu Wael Dihab, una vez recuperado, podrá contar las atrocidades que vivió en Guantánamo. Y quizás pronto pueda poner un restaurante en Montevideo.