La Justicia de San Martín ordenó la detención de cuatro oficiales del Batallón de Aviación del Ejército 601, identificados por testigos y por el Programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia y la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, como participantes activos de los llamados “vuelos de la muerte”.
28 de abril de 2015
El avión “Hércules” fue uno de los usados para los llamados “vuelos de la muerte”.
Entre los detenidos, se encuentra el entonces mayor Delsis Angel Malacalza, subjefe del batallón entre 1976 y 1978, considerado el que más “vuelos de la muerte” concretó, hasta dos por semana. El juzgado ya tenía detenido (por otra causa) a su superior directo, el ex jefe del batallón en 1976 y 1977, teniente coronel Luis del Valle Arce. También indagó al capitán Horacio Alberto Conditi, jefe de relaciones públicas del batallón, que se negó a hablar. Por el mismo caso tiene detenido en Córdoba, al capitán Alberto Luis Devoto, según explica la crónica de Alejandra Dandan, para el diario Página 12 de Argentina.
Una estructura especial para los vuelos de la muerte
El Batallón de Aviación del Ejército 601 fue la estructura militar que realizó los vuelos de la muerte entre 1976 y 1983, con un jefe, un subjefe, un jefe de Plana Mayor, y oficiales de las cinco compañías en las que se dividía. “La oficialidad de esta Unidad Militar, o sea, los pilotos y las tripulaciones de las aeronaves, cooperaron o realizaron aportes en la represión ilegal”, según el informe del Programa Verdad y Justicia. El informe considera que hubo “vuelos de la muerte”, antes inclusive de 1976, empleando distintas aeronaves y formas de actuación.
Los testimonios de los soldados que se negaron a colaborar en esas tareas, fueron ahora claves para establecer responsabilidades, además de otros que eran guardias perimetrales o limpiadores de las áreas de pista, todos los que vieron a decenas de personas llevadas a los aviones, así como también bolsas -supuestamente con cadáveres- que eran cargados en los mismos. Los testimonios hablan incluso de vehículos, como camionetas de las usadas para llevar comestibles “cerradas con candado y, en su interior, había de 15 a 20 cadáveres que eran cargados en aviones de carga marca Fiat. Levantaban vuelo y volvían vacíos”, señalan los testimonios ante la Justicia que publica Página 12.