EL ATENTADO DE LA GUERRILLA DEJO DIEZ HERIDOS Y OBLIGO A SANTOS A VOLVER DE UNA CUMBRE
En una alocución desde la Casa de Nariño, flanqueado por altos funcionarios civiles y militares, Santos aseguró “que todo apunta a que los responsables de los atentados sean del ELN”, segundo grupo insurgente del país.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó que las dos explosiones que el jueves dejaron diez heridos en el centro de la capital colombiana y que lo obligaron a abandonar anticipadamente la X Cumbre de la Alianza del Pacífico que se celebra en Perú, habrían sido responsabilidad de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El jefe de Estado señaló que en 2014 para la misma época del año ese grupo armado ya había cometido diez actos terroristas similares. Además, que en lo que va de 2015, en la capital seis de las siete detonaciones de artefactos explosivos se la atribuyeron las autoridades del ELN, fundado por campesinos y líderes del movimiento estudiantil colombiano el 4 de julio de 1964.
En una alocución desde la presidencial Casa de Nariño, flanqueado por altos funcionarios civiles y militares, Santos aseguró que “todo apunta a que los responsables de los atentados sean del ELN”, segundo grupo insurgente en un país sumido en un conflicto armado desde hace más de cincuenta años. “Son hechos que lo que buscan es generar miedo, generar terror, hechos de terrorismo. Las hipótesis sobre el por qué de estos hechos son varias: presionar la mesa de negociación con los grupos al margen de la ley, el aniversario del ELN, y puede ser también presionar para acabar las negociaciones”, dijo Santos al concluir un consejo extraordinario de seguridad.
Santos afirmó que ya hay pistas sobre los autores materiales de los hechos ocurridos el jueves en las localidades de Chapinero y Puente Aranda y que dichos terroristas “también caerán, también serán judicializados”, dijo según reseñó el portal de El Tiempo.
Las detonaciones, que afectaron a oficinas del fondo de pensiones Porvenir, propiedad del conglomerado de entidades financieras del magnate colombiano Luis Carlos Sarmiento, reavivaron el fantasma del terrorismo en la ciudad en momentos en que Colombia sufre una ola de ataques guerrilleros en el país. Este clima de tensión obligó a Santos a optar por un regreso anticipado a Bogotá en la noche del jueves desde la ciudad peruana de Paracas, una vez concluida su participación en un panel de jefes de Estado en el marco de una conferencia empresarial de la Alianza del Pacífico.
Mientras tanto en Bogotá se convocó un consejo extraordinario de seguridad para decidir qué medidas tomar para aplacar la alarma y encauzar las investigaciones sobre lo ocurrido. La fiscalía afirmó que los primeros indicios de la autoría de las dos explosiones “apuntan a la guerrilla”, si bien no había especificado si se trataba de las FARC o el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La primera detonación fue registrada en el centro financiero de Bogotá, en la tradicional calle 72, donde siete personas resultaron heridas, según el secretario de Salud de Bogotá, Mauricio Bustamante. Tras esa explosión, varias ambulancias y bomberos se desplazaron al lugar, donde el tráfico fue parcialmente cortado. Varios testigos dijeron que la detonación, que destrozó los cristales de la oficina de Porvenir, hizo temblar los de edificios aledaños. Minutos después se reportó una nueva explosión en otra agencia de Porvenir situada en la zona industrial de Puente Aranda, donde una persona resultó herida.
En ambos casos desconocidos alertaron por teléfono que habían dejado una bomba en las instalaciones, lo que permitió desalojar las oficinas y, además, estableció un “modus operandi”, en palabras de comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza.
“Son hechos terroristas, sin ninguna duda”, dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien ofreció una recompensa de 100 millones de pesos colombianos (38.000 dólares) a quien pueda dar información.
Mientras, la secretaria de Gobierno de Bogotá, Gloria Florez, recordó que “ninguna capital de departamento está exenta de que ocurran hechos” e instó a “reforzar todos los protocolos, los anillos de seguridad y acciones de inteligencia a fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
Como respuesta a esta petición, un consejo de seguridad resolvió aplicar un “plan candado” y “plan capital” que unirá efectivos de la policía y unos 2000 miembros de ejército para reforzar la vigilancia en la ciudad.
Por el hecho, los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de México, Enrique Peña Nieto, y de Perú, Ollanta Humala, expresaron en la clausura del foro empresarial de la X Cumbre de la Alianza del Pacífico su solidaridad con su homólogo Santos, por la explosión en Bogotá.
Al inicio de su intervención, Bachelet expresó su condena por el atentado en Colombia y “toda nuestra solidaridad”. También Peña Nieto manifestó su “mayor solidaridad con el pueblo de Colombia”.
A la salida del foro empresarial, Humala se dirigió a los medios locales para “ratificar nuestra solidaridad con el pueblo colombiano que está sufriendo estos atentados”.
El mandatario peruano explicó que esas explosiones en Bogotá obligarán a Santos a retornar a Colombia y acortar su participación en la décima cumbre presidencial de la Alianza del Pacífico que continuaba ayer.