10 jul 2015

Ecuador : rumores de golpe...

Ministro de Defensa reitera el apoyo de las Fuerzas Armadas a Correa
(Ojo con Andrés Páez y los billetes de la National Democracy Institute)

Publicado el 7/10/15




GUSTAVO M. ESPINOZA (*) – En víspera de la llegada a Quito del Papa Francisco y coincidiendo con el aniversario de la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, el Presidente Rafael Correa aseguró que los gobiernos de la región están “infiltrados” por organizaciones no gubernamentales que se constituyen, ante los ojos de la ciudadanía en “alternativas” verdaderamente antidemocráticas.

“Estamos infiltrados por todos lados -dijo-“ dijo el gobernante del Guayas al tiempo que propuso hablar con la Comunidad de Estados Latinoamericanos –la CELAC- en torno al tema.

El mandatario ecuatoriano indicó que esto respondía a una estrategia financiada por la derecha norteamericana y se orientaba a desestabilizar a gobiernos progresistas de la región.

Abordando el tema, pidió “ser concientes de lo que está sucediendo” en el sub continente y expresó con meridiana claridad que se imponía “una respuesta regional a este proceso de infiltración de organismos no gubernamentales que en realidad son de otros gobiernos de América”.

Correa agregó que estas ONGs pretenden ganar audiencia para establecer políticas públicas, reemplazando a los gobernantes que ganaron elecciones. “Son –dijo- alternativas antidemocráticas e ilegítimas usadas por ciertos Estados contra gobiernos realmente democráticos”.

En todas estas afirmaciones, el Jefe de Estado Ecuatoriano tiene toda la razón. En las teorías conspirativas generadas por la eminencia gris de los “golpes suaves” -Gene Sharp- se precisan pasos programados para alentar estos golpes y generar la caída de estos gobiernos, como ocurrió ya en Honduras y en el Paraguay.

Se busca sin duda el “ablandamiento” induciendo estados de inconformidad en la población, a partir de un trabajo directo sobre la conciencia de las masas. Se busca la deslegitimización de gobiernos democráticamente electos, pero incómodos para las oligarquías nativas y el Imperio. Se alienta, con este fin, campañas en torno a la supuesta “violación de los derechos humanos” y se habla de presuntos “ataques a la libertad de expresión”.

Se busca, de una u otra manera, el calentamiento de la calle para promover un clima de inestabilidad volátil, que pueda escapar al control de las autoridades legalmente establecidas, para provocar así la anarquía, el caos, el desgobierno y aún la caída de los regímenes que no sigan el dictak de Washington

Podría asegurarse que con el resultado de un trabajo sistemático y multifacético, se suma un conjunto de intereses en los que convergen desde las estaciones de la CIA -que funcionan en cada país- hasta los Partidos y Movimientos políticos de orden local o regional que actúan a la sombra de la vieja clase dominante; pasando por las ONGs y otras agencias de sedición y crimen.

La habilidad de esta campaña estriba en el hecho que muchas veces se parapeta tras discursos formales en los que se plantean incluso banderas justas. Esto se hace para ganar “a la causa” a sectores confundidos, políticamente inmaduros o inconscientes, que se dejan ganar por la prèdica demagógica y el engaño,

Ninguno de nuestros países está libre de estas amenazas. Ecuador, tampoco. Hoy se está ensayando allí una estrategia de demolición orientada a deponer el gobierno democrático y constitucional existente. En el caso especifico, un papel determinante lo juega el National Democracy Institute (NDI), cuyos objetivos declarados apuntan a la formación de “nuevos liderazgos” en el espíritu de los “valores” de la sociedad norteamericana. Este organismo tiene aún vida activa en el Ecuador.

Para tener una idea más precisa de lo que allí ocurre debe recordarse que desde el 2006 -fecha de la primera victoria electoral del Presidente Correa- el NDI estuvo financiando a la llamada “izquierda democrática”, y que dos años más tarde financió íntegramente el llamado “Congreso Ideológico” de la ID, que se celebró a fines de abril del 2008.

Para ese efecto, y de manera pública, el NDI hizo entrega de 60,000 dólares americanos a la ID.

No constituye por eso una casualidad que el Presidente de esa institución, Andrés Páez, que, en su momento fuera líder de “Izquierda Democrática”, aparezca como dirigente de los movimiento sediciosos que se implementa, y que asoma con Jaime Nebot -de reconocida vocación ultra reaccionaria- como “cabecilla” de las algaradas que se han tenido lugar en la víspera de la llegada del Papa Francisco a suelo ecuatoriano.

A Páez, sin embargo, se le considera en Ecuador como el causante de la debacle sufrida por Izquierda Democrática en diversas contiendas, razón por la cual fue, apartado de su conducción. Luego se unió a CREO, una entidad fundada por el banquero Guillermo Lasso, también bajo a férula yanqui.

Ambos trabajaron hacia el escenario social, logrando vínculos más o menos estables con algunas organizaciones dirigidas por caudillos inestables y aventureros, como ocurrió con Pachakutik, uno de los organismos indígeas más confrontacionales con el gobierno de Correa.

No son estas las únicas organizaciones que financia el NDI, ni Andrés Páez el único elegido. El juego de las organizaciones norteamericanas radica en alentar caudillismos episódicos y locales, contestatarios al Jefe del Estado Ecuatoriano, a quien simplemente denigran.

Actualmente uno de los “jefes” del NDI es Víctor Rojas, de nacionalidad costarricense, y funcionario de toda confianza del gobierno de los Estados Unidos. Tiene amplísima experiencia y cuenta con voluminosos recursos.

Hay quienes aseguran que este Víctor Rojas actualmente radica en el Perú, y es que, en su momento, fue Director de un proyecto aún más amplio, impulsado por la National Endowment for Democracy (NED), que funcionó originalmente en Centro América con miras de expansión continental.

Desde el 2012 se desempeña como Jefe de la Oficina del NDI en Lima para atender además Bolivia y Ecuador.

Estos temas han interesado mucho a la opinión pública ecuatorial que, con el arribo y la presencia del Papa Francisco, ha tomado aún más conciencia de la necesidad de luchar contra las desigualdades sociales, la discriminación y la inequidad, que caracterizan a los “modelos” que impulsa el neo liberalismo en América Latina.


La lucha, en Ecuador, está planteada y ella requiere de la atención de todos. Hoy, contra el gobierno de Rafael Correa, esos grupos pro-norteamericanos desarrollan una ofensiva violenta que debe ser derrotada.

Ministro de Defensa reitera el apoyo de las Fuerzas Armadas a Correa



ANDES – El ministro de Defensa de Ecuador, Fernando Cordero, reiteró el apoyo de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) al gobierno del presidente Rafael Correa y rechazó los rumores que circularon en días pasados en las redes sociales.

En un diálogo con agencias internacionales de noticias, el secretario de Estado señaló que esos rumores respecto al retiro del apoyo militar al Jefe de Estado supuestamente vienen de “personas alquiladas” quienes no serían del país, aunque no precisó nacionalidades.

“Estos días hemos visto a personas extrañas al Ecuador, alquiladas para leer mensajes, para grabar en las redes anónimamente o para hacer videos y querer asustar a la gente”, aseguró.

Recordó que en la Constitución aprobada en 2008 se establece que las FF.AA. y la Policía son instituciones de protección de derechos, libertades y garantías de los ciudadanos.

“No son árbitros de la política como en algún momento se pretendió en algunos países latinoamericanos. En la Constitución se señala que las FF.AA. son obedientes y no deliberantes y que cumplen su misión con estricta sujeción al poder civil y a la Constitución”.

El ministro Cordero enfatizó en que el gobierno actual fue democráticamente elegido y se sostiene en el respaldo dado en las urnas.

“No pensamos que hay que sostener a los gobiernos por la fuerza de las armas o de los militares. Nuestro gobierno se sostiene porque hay un pueblo que confía en él”.

Aceptó que el régimen no se encuentra “vacunado” contra ninguna forma de desestabilización, pero aseguró tener la confianza de que “hay un pueblo que no se va a dejar arrebatar los cambios que han sido de su provecho”.

El secretario de Estado se refirió también a la última manifestación violenta registrada la semana pasada que dejó como saldo a varios policías heridos y aseguró que se trata de “una oposición que ya no tiene escrúpulos, que perdió el norte, la vergüenza y pueden poner su malicia y su maldad en el orden del día de la violencia”.

“Hay gente que quiere que se caiga el gobierno, no saben para qué, pero el odio les ha erosionado no solo la inteligencia, les ha erosionado la posibilidad de convivencia social porque cuando usan la violencia pueden afectar a personas inocentes y no solo al gobiernos”, cuestionó el secretario de Estado.

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