Otra crisis, otro muro, como el que acaba de anunciar Hungría para frenar a los inmigrantes, esta vez lo anunció el gobierno de Túnez y tiene por finalidad contener la embestida de los yihadistas de Estado Islámico.
Las autoridades tunecinas anunciaron ya han iniciado la construcción de una cerca en la frontera con Libia para tratar de controlar el contrabando y la infiltración en ambas direcciones de yihadistas. Lo dijo el primer ministro tunecino, Habib Essid, entrevistado por la televisión local.
El muro tendrá unos 170 kilómetros de extensión y se espera esté finalizado para finales de este mismo año. En muchos tramos, la valla, que es levantada por el Ejército, "estará flanqueada por trincheras" e incluirá "cámaras de vigilancia", comentó el ministro.
La prensa local ha indicado que la valla parte desde el puesto fronterizo de Ras Jedir, junto a la costa, y finalizará en el de Dehiba, lo que supone una tercera parte de los 460 kilómetros de frontera, en su mayoría desértica, que separa a ambos estados.
La decisión de construir el muro ocurre poco después de que Túnez haya sufrido en apenas tres meses dos atentados yihadistas que han costado la vida a 60 turistas extranjeros han golpeado su difícil transición política y económica.
Túnez es, junto a Francia, el país que más voluntarios aporta al Estado Islámico (EI), con cerca de tres mil yihadistas según cálculos oficiales y más de cinco mil según diversos expertos en Islam radical afincados en el país.