El martes 27 de octubre EEUU lanzó la Operación Libertad de navegación, liderada por el destructor de misiles guiados USS Lassen que entró a las 12 millas náuticas alrededor de una de las islas artificiales de China en el Mar de China Meridional. El hecho de que EEUU lleve a cabo esta operación justo después de la visita del presidente de China a Washington, es considerada como una humillación al propio presidente Xi Jinping. Los medios chinos advierten que “habrá problemas” si los EEUU no se dan cuenta de las capacidades militares que ha adquirido China y continúan actuando con sus “antiguas costumbres”.No subestimen la determinación de Xi Jinping en el Mar del Sur de China
Montserrat Mestre01/11/2015
Destructores de EEUU en el Mar de China Meridional
MU CHUNSHAN / THE DIPLOMAT
Traducción Montserrat Mestre
El martes 27 de octubre por la mañana, hora local, el destructor de misiles guiados USS Lassen entró en las aguas cercanas a una de las islas artificiales de China en el Mar de China Meridional. A las pocas horas, esta acción provocó una enorme reacción negativa en China. El Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa de China emitieron declaraciones con duras críticas. El viceministro de Relaciones Exteriores de China, Zhang Yesui, convocó al embajador estadounidense Max Baucus para transmitirle el descontento de China. Esta serie de acciones se acercan a los niveles más extremos de protesta que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China haya demostrado hacia otros países.
De hecho, la respuesta a las maniobras del USS Lassen de los medios de comunicación chinos y de los internautas por igual es similar a las reacciones después de dos de las peores crisis en las relaciones entre Estados Unidos y China: los bombardeos de la embajada china en Belgrado en 1999, y la colisión de un avión estadounidense EP-3 con un avión de combate chino F-8 en 2001.
Hay tres puntos de vista que se expresan mayoritariamente
Uno, es que esta acción del ejército de Estados Unidos es una grave provocación hacia China. El motivo que se percibe es que Estados Unidos no va a admitir el hecho de la creación de una isla artificial china en el Mar de China Meridional, ni las necesidades territoriales que podrían venir con esos proyectos.
El segundo punto de vista es que EEUU quiere humillar a China, en momentos en que el despliegue militar del Ejército Popular en el Mar Meridional de China aún no es perfecto. La meta percibida aquí es demostrar a Japón, Filipinas, y otros aliados de Estados Unidos en Asia que Washington puede controlar suficientemente al país local más poderoso.
El tercer punto de vista sostiene que la Operación Libertad de Navegación de EEUU es en realidad una reacción de Washington a la fuerte resistencia rusa en el caso de Siria y otros puntos calientes geopolíticos. Debido a que Moscú ha dado jaque a los EEUU en el partido de ajedrez global, el ejército estadounidense se dirigió a la región de Asia-Pacífico a ejercitar sus músculos.
Hay algo de verdad en cada una de estas explicaciones. Lo que tengo claro de la respuesta inmediata por parte de Pekín es que China no quiere en absoluto ver un conflicto con las fuerzas estadounidenses en el Mar de China Meridional. Dicho esto, hay un aumento de probabilidades de que China intensifique sus preparativos para el conflicto, ya que China recela más que nunca de la intervención de Estados Unidos en el Mar del Sur de China.
En particular, el hecho de que Estados Unidos lleve a cabo esta operación justo después que el presidente de China, Xi Jinping, terminara su visita a los EEUU ha dejado en entredicho a los medios de comunicación chinos que anteriormente exaltaban el éxito de la cumbre entre Estados Unidos y China. En realidad, puede decirse que el propio Xi ha sido humillado.
Los EEUU no deben subestimar la determinación de Xi (y de la dirección colectiva) para salvaguardar los derechos marítimos de China. De lo contrario, un error de cálculo podría conducir a la guerra, lo que perjudicaría los intereses más vitales de Washington en la región Asia-Pacífico. Para entender a Xi, los EEUU deben comprender algunos puntos esenciales.
Xi es un “príncipe”
Ha habido muchos análisis detallados de estilo de gobierno de Xi en medios de comunicación occidentales y académicos. Esencialmente, Xi está creando una “nueva normalidad” de la política así como de la economía de China. Esta política de “nueva normalidad” está diseñada para maximizar la eficiencia del gobierno y significa necesariamente romper las viejas reglas. Además, a partir de los acuerdos alcanzados con el equipo que lideró las reformas económicas, Xi pone su sello personal en todo.
Xi mismo es el hijo de un ex viceprimer ministro. Su formación como la un “príncipe” diferencia a Xi no sólo de los funcionarios electos en Occidente, sino también de los líderes tecnócratas de China. La mayor diferencia es la fusión del Partido y el Estado como una “familia”. Este sentimiento hace a Xi y a otros miembros de su grupo interpretar cualquier provocación hacia China como una oposición directa al Partido, y por lo tanto una amenaza a sus familias. Como resultado de ello, la respuesta del Príncipe a los desafíos externos será feroz. El enfoque sobre las relaciones exteriores de China en la era Xi, ya ha transmitido esta impresión. Por lo tanto hay más probabilidades que con sus predecesores, que Xi dé una fuerte respuesta al patrullaje estadounidense.
El Sistema de Defensa Nacional de China está mejorando
Mientras tanto, las herramientas de que dispone Xi están creciendo. En los dos años desde que Xi se convirtió en el máximo líder, la reforma militar se ha convertido en una palabra clave en China. Los objetivos de Xi son claros y se pueden resumir en tres puntos: el ejército debe escuchar a los mandos del partido, ser capaz de ganar las guerras, y tener un buen método de trabajo. Todos los cambios recientes y las acciones del Ejército Popular, ya sea internas o externas, implican estas tres metas, desde la creación de la Comisión Nacional de Seguridad en 2013 para la declaración de una zona de identificación de defensa aérea más tarde, ese mismo año. Incluso el programa de China de construcción de islas en el Mar de China Meridional, así como de sus patrullas en el Mar Oriental de China, han planteado claramente la capacidad del Ejército Popular para reaccionar ante contingencias y defender la seguridad nacional.
Como Xi implementó profundas reformas en el ejército chino, con el aumento de las capacidades del Ejército Popular, aumentan las posibilidades de que China use la fuerza externamente. Si los EEUU no prestan atención a los cambios militares ocurridos en China bajo el liderazgo de Xi, y continúan tratando a China de acuerdo a las prácticas establecidas en los últimos 10 años, habrá problemas. Sobre todo si los EEUU continúan con su “antigua costumbre ” de las operaciones de vigilancia cerca de los mares de China, o incluso intencionalmente suscitan una crisis, la posibilidad de un conflicto militar entre China y los EEUU puede ser bastante alta.
No hay una vuelta atrás de China en el Mar de China Meridional
Por último, los EEUU deben tener absolutamente claro un punto: El Mar del Sur de China ya se ha convertido en uno de los intereses fundamentales de China. Para decirlo de otra manera, el Mar del Sur de China se ha unido a Taiwán, Xinjiang y Tíbet como áreas en las que China no puede renunciar o ceder.
Así el desarrollo de China en el Mar de China Meridional continuará, a pesar de la insatisfacción de Estados Unidos o de su interferencia. Para China, ésta es una parte necesaria para convertirse en una potencia marítima después de décadas de desarrollo económico y fortalecimiento del poder nacional, es una evolución natural, no es algo que se pueda detener. En la respuesta de EEUU a la política de China en el Mar de China Meridional, Washington debe tener en cuenta que este cambio en la postura de China es parte de una tendencia histórica natural e incluso inevitable.
Pero el desarrollo de China en del Mar de China Meridional no significa que usará la fuerza para cambiar el status quo. Es por eso que los nuevos líderes de China han construido islas en lugar de recurrir a medios militares.
El objetivo final de las acciones de China es asegurar que sus intereses fundamentales nunca más serán pisoteados por los países vecinos y que especialmente no sea así bajo el gobierno de Xi. A pesar de que muchos de los territorios y los arrecifes históricamente reclamados por China están controlados por naciones del sudeste asiático, que también reclaman la soberanía sobre estos territorios, China no ha utilizado la fuerza para recuperar estas posiciones. La recuperación de tierras y la construcción de una isla en el Mar Meridional de China, por parte de China, no ha dado lugar a la incautación de las posiciones controladas por los países vecinos. Más bien, sólo se ha consolidado el control de China sobre una zona que ya ocupa, evitando que sea incautada por otros en el futuro. En ese sentido, el status quo básico no ha cambiado.
Las políticas de China en el Mar de China Meridional, son en última instancia defensivas, aunque Occidente no reconoce este hecho. Sin embargo, una percepción de amenaza a la soberanía de China necesariamente provocará una respuesta feroz.
http://thediplomat.com/2015/10/dont-underestimate-xi-jinpings-resolve-in-the-south-china-sea/
http://pajarorojo.com.ar/?p=19337
Montserrat Mestre01/11/2015
Destructores de EEUU en el Mar de China Meridional
MU CHUNSHAN / THE DIPLOMAT
Traducción Montserrat Mestre
El martes 27 de octubre por la mañana, hora local, el destructor de misiles guiados USS Lassen entró en las aguas cercanas a una de las islas artificiales de China en el Mar de China Meridional. A las pocas horas, esta acción provocó una enorme reacción negativa en China. El Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa de China emitieron declaraciones con duras críticas. El viceministro de Relaciones Exteriores de China, Zhang Yesui, convocó al embajador estadounidense Max Baucus para transmitirle el descontento de China. Esta serie de acciones se acercan a los niveles más extremos de protesta que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China haya demostrado hacia otros países.
De hecho, la respuesta a las maniobras del USS Lassen de los medios de comunicación chinos y de los internautas por igual es similar a las reacciones después de dos de las peores crisis en las relaciones entre Estados Unidos y China: los bombardeos de la embajada china en Belgrado en 1999, y la colisión de un avión estadounidense EP-3 con un avión de combate chino F-8 en 2001.
Hay tres puntos de vista que se expresan mayoritariamente
Uno, es que esta acción del ejército de Estados Unidos es una grave provocación hacia China. El motivo que se percibe es que Estados Unidos no va a admitir el hecho de la creación de una isla artificial china en el Mar de China Meridional, ni las necesidades territoriales que podrían venir con esos proyectos.
El segundo punto de vista es que EEUU quiere humillar a China, en momentos en que el despliegue militar del Ejército Popular en el Mar Meridional de China aún no es perfecto. La meta percibida aquí es demostrar a Japón, Filipinas, y otros aliados de Estados Unidos en Asia que Washington puede controlar suficientemente al país local más poderoso.
El tercer punto de vista sostiene que la Operación Libertad de Navegación de EEUU es en realidad una reacción de Washington a la fuerte resistencia rusa en el caso de Siria y otros puntos calientes geopolíticos. Debido a que Moscú ha dado jaque a los EEUU en el partido de ajedrez global, el ejército estadounidense se dirigió a la región de Asia-Pacífico a ejercitar sus músculos.
Hay algo de verdad en cada una de estas explicaciones. Lo que tengo claro de la respuesta inmediata por parte de Pekín es que China no quiere en absoluto ver un conflicto con las fuerzas estadounidenses en el Mar de China Meridional. Dicho esto, hay un aumento de probabilidades de que China intensifique sus preparativos para el conflicto, ya que China recela más que nunca de la intervención de Estados Unidos en el Mar del Sur de China.
En particular, el hecho de que Estados Unidos lleve a cabo esta operación justo después que el presidente de China, Xi Jinping, terminara su visita a los EEUU ha dejado en entredicho a los medios de comunicación chinos que anteriormente exaltaban el éxito de la cumbre entre Estados Unidos y China. En realidad, puede decirse que el propio Xi ha sido humillado.
Los EEUU no deben subestimar la determinación de Xi (y de la dirección colectiva) para salvaguardar los derechos marítimos de China. De lo contrario, un error de cálculo podría conducir a la guerra, lo que perjudicaría los intereses más vitales de Washington en la región Asia-Pacífico. Para entender a Xi, los EEUU deben comprender algunos puntos esenciales.
Xi es un “príncipe”
Ha habido muchos análisis detallados de estilo de gobierno de Xi en medios de comunicación occidentales y académicos. Esencialmente, Xi está creando una “nueva normalidad” de la política así como de la economía de China. Esta política de “nueva normalidad” está diseñada para maximizar la eficiencia del gobierno y significa necesariamente romper las viejas reglas. Además, a partir de los acuerdos alcanzados con el equipo que lideró las reformas económicas, Xi pone su sello personal en todo.
Xi mismo es el hijo de un ex viceprimer ministro. Su formación como la un “príncipe” diferencia a Xi no sólo de los funcionarios electos en Occidente, sino también de los líderes tecnócratas de China. La mayor diferencia es la fusión del Partido y el Estado como una “familia”. Este sentimiento hace a Xi y a otros miembros de su grupo interpretar cualquier provocación hacia China como una oposición directa al Partido, y por lo tanto una amenaza a sus familias. Como resultado de ello, la respuesta del Príncipe a los desafíos externos será feroz. El enfoque sobre las relaciones exteriores de China en la era Xi, ya ha transmitido esta impresión. Por lo tanto hay más probabilidades que con sus predecesores, que Xi dé una fuerte respuesta al patrullaje estadounidense.
El Sistema de Defensa Nacional de China está mejorando
Mientras tanto, las herramientas de que dispone Xi están creciendo. En los dos años desde que Xi se convirtió en el máximo líder, la reforma militar se ha convertido en una palabra clave en China. Los objetivos de Xi son claros y se pueden resumir en tres puntos: el ejército debe escuchar a los mandos del partido, ser capaz de ganar las guerras, y tener un buen método de trabajo. Todos los cambios recientes y las acciones del Ejército Popular, ya sea internas o externas, implican estas tres metas, desde la creación de la Comisión Nacional de Seguridad en 2013 para la declaración de una zona de identificación de defensa aérea más tarde, ese mismo año. Incluso el programa de China de construcción de islas en el Mar de China Meridional, así como de sus patrullas en el Mar Oriental de China, han planteado claramente la capacidad del Ejército Popular para reaccionar ante contingencias y defender la seguridad nacional.
Como Xi implementó profundas reformas en el ejército chino, con el aumento de las capacidades del Ejército Popular, aumentan las posibilidades de que China use la fuerza externamente. Si los EEUU no prestan atención a los cambios militares ocurridos en China bajo el liderazgo de Xi, y continúan tratando a China de acuerdo a las prácticas establecidas en los últimos 10 años, habrá problemas. Sobre todo si los EEUU continúan con su “antigua costumbre ” de las operaciones de vigilancia cerca de los mares de China, o incluso intencionalmente suscitan una crisis, la posibilidad de un conflicto militar entre China y los EEUU puede ser bastante alta.
No hay una vuelta atrás de China en el Mar de China Meridional
Por último, los EEUU deben tener absolutamente claro un punto: El Mar del Sur de China ya se ha convertido en uno de los intereses fundamentales de China. Para decirlo de otra manera, el Mar del Sur de China se ha unido a Taiwán, Xinjiang y Tíbet como áreas en las que China no puede renunciar o ceder.
Así el desarrollo de China en el Mar de China Meridional continuará, a pesar de la insatisfacción de Estados Unidos o de su interferencia. Para China, ésta es una parte necesaria para convertirse en una potencia marítima después de décadas de desarrollo económico y fortalecimiento del poder nacional, es una evolución natural, no es algo que se pueda detener. En la respuesta de EEUU a la política de China en el Mar de China Meridional, Washington debe tener en cuenta que este cambio en la postura de China es parte de una tendencia histórica natural e incluso inevitable.
Pero el desarrollo de China en del Mar de China Meridional no significa que usará la fuerza para cambiar el status quo. Es por eso que los nuevos líderes de China han construido islas en lugar de recurrir a medios militares.
El objetivo final de las acciones de China es asegurar que sus intereses fundamentales nunca más serán pisoteados por los países vecinos y que especialmente no sea así bajo el gobierno de Xi. A pesar de que muchos de los territorios y los arrecifes históricamente reclamados por China están controlados por naciones del sudeste asiático, que también reclaman la soberanía sobre estos territorios, China no ha utilizado la fuerza para recuperar estas posiciones. La recuperación de tierras y la construcción de una isla en el Mar Meridional de China, por parte de China, no ha dado lugar a la incautación de las posiciones controladas por los países vecinos. Más bien, sólo se ha consolidado el control de China sobre una zona que ya ocupa, evitando que sea incautada por otros en el futuro. En ese sentido, el status quo básico no ha cambiado.
Las políticas de China en el Mar de China Meridional, son en última instancia defensivas, aunque Occidente no reconoce este hecho. Sin embargo, una percepción de amenaza a la soberanía de China necesariamente provocará una respuesta feroz.
http://thediplomat.com/2015/10/dont-underestimate-xi-jinpings-resolve-in-the-south-china-sea/
http://pajarorojo.com.ar/?p=19337