Por Yldefonso Finol
I
Pareciera una obviedad afirmar que las elecciones legislativas de diciembre próximo tienen un carácter internacional muy marcado. ¿O tal vez haya dudas al respecto?
Por mi parte quisiera aportar que no sólo hablo del efecto internacional de los resultados del hecho electoral, también estoy hablando de las circunstancias internacionales que rondaron la fase previa y serán, sin duda, causas de los números escrutados la noche del 6 decembrino.
Esta elección para la Asamblea Nacional ocurre en un mundo marcado por guerras de factura transnacional, catástrofes humanitarias, conspiraciones imperialistas para desarticular Estados no sumisos, conflictos regionales, recesión económica, crack del precio petrolero, pretensión restauradora del conservadurismo político en Nuestra América, retrocesos sociales por imposición de regímenes neoliberales, todo ello enmarcado en la crisis del mercado capitalista mundial.
La humanidad vive una época gris, donde la arrogancia imperialista ha llevado la sordidez a extremos fatigosos. Hoy día adquiere una vigencia centenaria la máxima leninista de que “el imperialismo es una tendencia permanente a la violencia”.
Desechar las vías políticas, pacíficas, diplomáticas, democráticas, para dilucidar diferencias, ha conllevado a la proliferación de medidas ilegítimas de fuerza, como las aplicadas en Irak, Afganistán, Libia, Líbano, Siria, con las trágicas secuelas humanas que van dejando estas acciones criminales de las potencias occidentales.
Más de tres mil seres humanos han perecido en el Mar Mediterráneo, tratando de huir de esas guerras injustas, y la miseria que azota esos pueblos invadidos. La martirizada África sigue cargando dolores a su interminable antología del sufrimiento. La milenaria nación árabe, sucumbe por la insana rabia de sus detractores y la torpeza de serviles que traicionan su estirpe para lamer la suela de la tiranía mundial.
Siria pasó de ser un país acogedor de refugiados, llegando a ocupar el quinto lugar con más de dos millones en su territorio, a el triste papel de emisor masivo de refugiados, superando ya los cinco millones de expulsados por efectos de la guerra.
Libia era un destino amigable para los africanos subsaharianos que allí encontraban empleos y derechos sociales para sus familias. Ahora, en manos de las bandas mercenarias que infiltró la OTAN, sólo quedó para puerto desgraciado de emigrantes desesperados a bordo de pateras suicidas.
Pero Inglaterra quiere más sangre, y propone los hierros para impedir que lleguen los diferentes. Así el Mar de Serrat será renombrado con el remoquete de Necroterráneo, mientras el cuerpecito de Aylan Kurdi ya es sólo una fotografía premiada.
¡Cuánto daño ha hecho el Reino Unido y sus engendros a esta pobre humanidad!
¿Cuánto daño más pretende hacer la rancia e hipócrita Europa?
II
Venezuela debe mirarse en ese espejo. Los que odian la revolución deben saber que la injerencia gringa nos echará a ese cementerio de aflicciones.
La armazón internacional contra nuestro país ha tenido muchas piezas y muchos protagonistas. Miremos algunos:
– Operación Tenaza: azuzar posiciones belicosas desde Guyana y Colombia para crear un escenario conflictual, dañando nuestra imagen y preconstituyendo teatros de eventual confrontación.
– Decreto de Obama: declarar a Venezuela una amenaza es la más grande amenaza contra nuestra paz.
– Declaraciones del Comando Sur: es la prueba más fehaciente que para Estados Unidos somos un asunto de guerra.
– El Club de Madrid: pandilla de ex presidentes que forman parte de la nómina de transnacionales preparadas para repartirse las propiedades del Estado y de todos los venezolanos.
– La Guerra Económica: operación multinacional con Miami como centro de mando y Colombia como cabeza de playa, para destruir nuestra moneda, vaciar los inventarios de bienes, e imponer la hiperinflación como fuente de malestar social generalizado.
– Maniobra geopolítica contra productores de petróleo: el control de los pozos petrolíferos de Irak y Siria por parte de los grupos mercenarios Made in USA, que lo venden por menos de diez dólares a piratas turcos e israelitas, junto a las estrategias de la AIE para aumentar la producción gringa y de sus aliados, más la cómplice sumisión de las monarquías medio orientales, han afectado duramente a Rusia y Venezuela, mermándonos el presupuesto fiscal y de divisas de manera drástica.
– Cartelización mediática anti bolivariana: sincronía del capital comunicacional para desacreditar a Venezuela, creando una imagen de caos, inviabilidad, Estado fallido, baja estima, para preparar el clima psicológico y de opinión que justifique la intervención imperialista.
Estos elementos están jugando una fuerte apuesta en el proceso eleccionario del 6D. Falta saber si lo beneficiarios del testamento imperial, tienen la desfachatez de cobrar los mendrugos a cambio de traicionar su propia sangre.
III
La oposición venezolana está penetrada por todas las bajas pasiones que animan a nuestros enemigos históricos, desde USA, Madrid o Bogotá, porque a ellos les sirven, porque quedaron para mandaderos de musiúes, paisas y cachacos.
La violencia no es ajena al plan cipayo; sobran las evidencias de conexiones entre Uribe, el capo del paramilitarismo colombiano, y el partido Voluntad Popular, especie de fascismo yupi criollo que reivindica para sí la carnicería guarimbera.
Los asesinatos selectivos del concejal Eliécer Otaiza y el diputado Robert Serra, ambos destacados y queridos líderes chavistas, el descuartizamiento de una dama por vistosos militantes de Primero Justicia, en una disputa por apropiación de fondos en divisas que financiaron las guarimbas, así como la ola de delitos espectaculares concertados entre paramilitares y políticos derechistas, son parte de la pauta desestabilizadora que fuerzas extranjeras implementaron para derrocar el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
Si esto fuera poco, el atroz degollamiento en sede de la Universidad del Zulia, del joven bolivariano Eleazar Hernández, por acción criminal del candidato a diputado por la MUD, Yorman Varillas y uno de sus esbirros, pone en el tapete la esencia brutal de una oposición corrompida y sanguinaria. Queda pendiente discutir el tema de la impunidad que nos carcome como sociedad, toda vez que este delincuente, traficante de drogas en predios estudiantiles y jefe de una banda que mantiene secuestrada la universidad, siendo un reincidente crónico, cometió sus fechorías con descaro ante toda clase de autoridades, comenzando por el Rector de LUZ y cierto profesorado vendepatria, quienes al igual que los dirigentes de Un Nuevo Tiempo y demás mudistas, protegieron durante dos décadas a estos paracos matones.
Estos son los personajes que el plan anti bolivariano nos ofrece como modelo de líder. No es de extrañar que lo conviertan en un perseguido político y aparezca en Miami como defensor de derechos humanos. Ya es costumbre gringa perfumar la porquería.
IV
El 6D nos jugamos muchas cosas importantes, por decirlo en jerga coloquial. Importantes para nuestras vidas en el día a día, pero igual de trascendentes para el honor de la Patria y para el proyecto emancipador de los pueblos indoamericanos.
Los errores cometidos por ineficiencia o corrupción, por autoritarismo o mediocridad, todos deben ser criticados, corregidos, y sancionados los responsables, sea política o judicialmente, según los casos.
Pero la hueste chavista debe tener clara la responsabilidad que nuestra actuación en esta contienda implica para la integración latinoamericana y para la justicia social y la democracia en el continente.
Como lo ha expresado el presidente ecuatoriano Rafael Correa, la derecha trabaja para reinstaurar la noche neoliberal. Eso significaría desbaratar los procesos unitarios y solidarios adelantados en ALBA, UNASUR, MERCOSUR, PETROCARIBE, CELAC.
El fantasma de Bush carcajearía con una mueca burlona expeliendo su asqueroso tufo a Jack Daniel. La victoria de Kirchner, Lula y Chávez en Mar del Plata contra el ALCA sería anulada por los dictados de Washington a sus borregos derechistas.
Vendrían las privatizaciones de los servicios públicos, el desmantelamiento de las conquistas sociales como pensiones, salud y educación gratuitas, misiones, etc.
Los despidos en la administración pública serán masivos, se declarará el default echando la culpa a nuestros gobiernos, para escamotear las prestaciones y beneficios laborales, en fin, se impondrá la dictadura del capital.
Tal vez así se acaben las colas, como desea apasionadamente la alienada clase media, ya que los humildes no tendrán ni para ir al abasto por una lata de sardinas. Entonces la clase encopetada podrá pasearse cómodamente por los anchos pasillos del super sin tener que tropezarse con los tierrúos come arepas.
Volverán esos días que ellos anhelan, cuando “eran felices y no lo sabían”, mientras la pobreza subía al 70% y las cachifas ni chistaban.
¿Habrá futuro y un mundo mejor, si dejamos que nos ganen el 6D?
Alai