03/12/2015
Imagen de archivo del hospital que fue atacado hace un mes en en el distrito de Haydán, en la provincia de Sada (Yemen). | Médicos Sin Fronteras.
La guerra golpea de nuevo a la organización Médicos Sin Fronteras. Esta vez, en Yemen. Un bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí impactó este miércoles contra un hospital de campaña de Médicos Sin Fronteras (MSF) cerca de la localidad de Taiz, ha condenado la ONG en un comunicado. El balance del ataque es de nueve heridos, entre ellos dos trabajadores de MSF. La organización ha afirmado que "había informado de sus actividades y facilitado las coordenadas exactas del puesto médico a la coalición".
Desde la organización humanitaria son contundentes. "Es imposible que la coalición no conociera la presencia de las actividades de MSF en esta localidad", denunció Jerome Alin, coordinador general de MSF en Yemen.
Los responsables de la misión indican que la última vez que se había comunicado "las coordinadas de GPS de las estructuras de salud" así como de "la actividad concreta desarrollada" fue hace cuatro días, el 29 de noviembre. La coalición que dirige Arabia Saudí cuenta con apoyo logístico y de inteligencia de Estados Unidos.
En el comunicado, la ONG ha explicado que los ataques comenzaron cerca del mediodía a unos dos kilómetros de la clínica de campaña de MSF en Al Huban, "sobre un parque que fue alcanzado por una serie de tres bombardeos". El equipo de MSF evacuó la clínica "e informó a la coalición de que sus cazas estaban llevando a cabo un ataque en las cercanías de la instalación sanitaria". Tras el aviso, "el propio hospital de campaña y sus alrededores fueron bombardeados", resume el texto.
Los heridos, dos de ellos con lesiones graves, fueron trasladados a los hospitales de Al Qaida y Al Resala, apoyados por MSF. " Estaba en el hospital materno-infantil de MSF de Taiz, a solo un kilómetro del centro de campaña de Al Huban, cuando escuchamos las explosiones. Todo el mundo se asustó y evacuamos en cuanto fue posible", explicó Nora Echaibi, responsable médica del equipo de MSF en Taiz.
En Yemen, la Fuerza Aérea saudí ha cometido crímenes de guerra, según las organizaciones de derechos humanos, en la campaña de bombardeos sobre Yemen. Las agencias de la ONU calculan que 5.700 personas han muerto desde que esta guerra comenzó hace ocho meses. De ellos, 2.577 son civiles, y de estos últimos 637 son niños.
Otro ataque más a MSF
Solo dos días después de que un hospital apoyado por la organización fuese bombardeado en Siria, con un resultado de siete muertos, la organización recuerda que las instalaciones sanitarias deben quedar al margen de las ofensivas militares. "El bombardeo de civiles y hospitales es una violación del Derecho Humanitario Internacional", recordó Jerome Alin. "Los civiles que acuden a estructuras médicas en busca de cuidado médico tienen que ser respetados", añadió.
El mes pasado, un hospital apoyado por MSF fue completamente destruido en Yemen tras ser bombardeado en el distrito de Haydán, en la provincia de Sada.
Otro hospital de la ONG, esta vez en Afganistán, fue objeto de un bombardeo de Estados Unidos, que dejó 19 víctimas mortales. Una investigación interna del Pentágono ha concluido que el ataque se debió a una combinación de "errores humanos y técnicos" y ha suspendido a varios militares relacionados con la operación.
Solo dos días después de que un hospital apoyado por la organización fuese bombardeado en Siria, con un resultado de siete muertos, la organización recuerda que las instalaciones sanitarias deben quedar al margen de las ofensivas militares. "El bombardeo de civiles y hospitales es una violación del Derecho Humanitario Internacional", recordó Jerome Alin. "Los civiles que acuden a estructuras médicas en busca de cuidado médico tienen que ser respetados", añadió.
El mes pasado, un hospital apoyado por MSF fue completamente destruido en Yemen tras ser bombardeado en el distrito de Haydán, en la provincia de Sada.
Otro hospital de la ONG, esta vez en Afganistán, fue objeto de un bombardeo de Estados Unidos, que dejó 19 víctimas mortales. Una investigación interna del Pentágono ha concluido que el ataque se debió a una combinación de "errores humanos y técnicos" y ha suspendido a varios militares relacionados con la operación.