24 sept 2016

EL AGUA DE LA MUERTE

AL MENOS 55 CUERPOS RESCATADOS DE LA COSTA EGIPCIA

Nuevo naufragio mortal

La embarcación naufragada en el Mediterráneo con 400 y 600 emigrantes a bordo había partido con rumbo a Europa en un punto entre las localidades de Rashid y Baltim en el norte de Egipto.

Al menos 55 cadáveres de migrantes fueron recuperados en la costa mediterránea egipcia tras el naufragio de un barco que se dirigía a Europa con cientos de personas a bordo el miércoles pasado, dijo ayer el Ministerio de Salud de Egipto, tras haber cifrado el jueves los muertos en alrededor de 50.

La embarcación naufragada partió con entre 400 y 600 emigrantes a bordo de un punto entre las norteñas localidades egipcias de Rashid y Baltim, un área poco poblada desde la que suelen salir barcos que trasladan ilegalmente a los migrantes, la mayoría con rumbo a las costas italianas. El portavoz del Ministerio de Salud egipcio, Jaled Muyahid, informó que sólo en la jornada del jueves los equipos de rescate hallaron 55 cuerpos. Además, han sido rescatadas con vida 164 personas, entre ellos 111 egipcios, 26 sudaneses, 13 eritreos, dos somalís, un sirio y un etíope, según los datos de la intergubernamental Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hay informaciones contradictorias sobre el número de exacto de personas que viajaba a bordo. Según el diario estatal Al Ahram, eran unas 400, mientras el diario privado Al Shorouk habló de 300.
Un superviviente, que se salvó tras nadar unas nueve horas, aseguró sin embargo que eran más de 500. De los fallecidos, se sabe que el medio centenar de los cuerpos encontrados en los primeros dos días pertenecen mayoritariamente a nacionales egipcios, así como algunos sudaneses y somalís. El responsable de Sanidad no precisó las nacionalidades de los emigrantes cuyos cuerpos fueron hallados ayer.
Muyahid explicó que hay unas 30 ambulancias en el puerto de Bugas Rashid y que si los cuerpos llegan con documentos de identidad se avisa a sus familias y, si no, son conducidos a los hospitales de la zona. Entre los emigrantes rescatados se encontraban cuatro marineros que han sido detenidos. Sin embargo, los propietarios de la embarcación y otras personas implicadas en el tráfico de personas continúan fugadas.
El número de emigrantes que intenta salir de Egipto a las costas europeas ha aumentado en los últimos meses. Hasta julio de 2016, Egipto se convirtió en el segundo país de partida, después de Libia, según la OIM. Más de 1,3 millones de personas, en su mayoría huyendo de las guerras de Siria, Irak y Afganistán, llegaron a Europa de manera irregular por el Mediterráneo desde principios de 2015, en el marco de la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 3.200 personas murieron en el intento, en su enorme mayoría al naufragar las precarias embarcaciones en las que emprenden la peligrosa travesía desde el norte de África al sur de Italia o desde las costas de Turquía a las islas griegas del mar Egeo. Desde que comenzó la primavera (boreal) centenares de personas a bordo de embarcaciones precarias fueron rescatadas o interceptadas por los guardacostas egipcios. Pero no hubo recientemente naufragios de esta magnitud.
El lunes pasado, 18 cadáveres fueron descubiertos en las costas de Libia, y se cree que los migrantes viajaban en una misma embarcación que se hundió, mientras que los socorristas siguen inspeccionando el litoral en busca de más restos con el fin de darles una sepultura digna.
Desde Ginebra, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) denunció ayer la inacción que impera frente a estas continuas tragedias que ocurren en el Mediterráneo. “Este es un recordatorio de la urgente necesidad de que las promesas que han hecho los países en la ONU se conviertan en acciones concretas para salvar vidas y proteger la dignidad humana”, dijo la representante de la FICR para el norte de África, Amelia Marzal.
Los países se comprometieron recientemente en una declaración común a proteger los derechos humanos de inmigrantes y refugiados independientemente de su estatus legal y ofrecerles una reubicación para poder empezar de nuevo, entre otras medidas. A su vez, para tratar de evitar el aumento de la emigración irregular desde Egipto, la OIM desarrolla varios proyectos para concienciar sobre los riesgos de estos viajes, sobre todo en el caso de los menores, promover la migración regular y facilitar oportunidades laborales para los egipcios en su propio país. La OIM insta a Egipto a aprobar una nueva ley contra el tráfico de personas que suponga un mayor freno para los traficantes.