Más de doscientas muertes en Alepo
El enviado especial de la ONU dijo que “nada justifica lo que está sucediendo”. En los ataques de la última semana murieron 139 personas (dos de ellas, niños) en el este de la ciudad y 74 en la zona rural circundante.
Reporteros gráficos y rescatistas trasladan a una de las víctimas del campamento de Handarat.
Decenas de muertos, entre ellos dos niños, se produjeron en las últimas horas tras un recrudecimiento de los combates en la ciudad siria de Alepo, donde las facciones islámicas rebeldes recuperaron el control del estratégico campo de refugiados palestino de Handarat y varios barrios de la ciudad era sometidos a un bombardeo “sin precedentes”.
Cazas rusos y sirios bombardearon barrios de la ciudad, mientras más de 250.000 personas estaban atrapadas en el sector sitiado por la oposición islamista y crecía la preocupación por cómo escaló la violencia desde el colapso del cese al fuego.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dijo al comparecer durante una reunión “urgente” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se viven “días escalofriantes” en el conflicto y que “nada que justifica lo que está sucediendo”. Denunció además que en los ataques registrados durante la última semana al menos 139 personas perecieron en el este de Alepo, la zona más castigada, mientras otras 74 personas murieron en la parte rural próxima a esa ciudad. Los equipos de emergencia “se sienten abrumados y no pueden responder ante estos ataques”, añadió De Mistura.
La reunión de ayer del Consejo, convocada de urgencia por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, es la segunda en una semana tras la realizada el 17 de septiembre a iniciativa de Rusia por un ataque estadounidense contra unidades del Ejército sirio que causó decenas de muertos y que Washington atribuyó a un error.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, las muertes de más de una docena de civiles, al menos dos de ellos niños, registradas en las últimas horas (desde la medianoche de ayer hasta las primeras horas de hoy), se produjeron por los bombardeos del Ejército sirio y la aviación rusa sobre Alepo.
Las zonas golpeadas estaban en manos de algunas de las agrupaciones islamistas que componen el amplio arco de grupos rebeldes que combaten entre ellas y contra el gobierno de Bashar Al Assad.
Las facciones islámicas rebeldes lograron recuperar el control del estratégico campo de refugiados palestino de Handarat, en el norte de Alepo, luego que ayer les fuera arrebatado por el Ejército.
El Observatorio informó que los insurgentes lanzaron varios contraataques y bombardearon con artillería al ejército y a la milicia aliada Jerusalén Palestino, en combates que causaron un número indeterminado de muertos y heridos en las filas de ambos bandos.
La estratégica posición de este campo de refugiados de Handarat, que cambió de manos dos veces en apenas 24 horas, permitía a las autoridades estrechar el cerco a los barrios opositores del este de Alepo y asegurar el Camino del Castelo, la vía de abastecimiento en el norte de la urbe.
Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró “consternado” por los ataques de las últimas horas en Alepo y dijo que se trata de un “día negro” en los compromisos para proteger la vida de los civiles.
Los cancilleres de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y la Unión Europea (UE) pidieron ayer a Rusia “demostrar su voluntad” de salvar el alto el fuego en Siria y de que la ayuda humanitaria llegue a las zonas asediadas. También hicieron un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU a “adoptar nuevas medidas urgentes para hacer frente a la brutalidad” del conflicto sirio, y en particular al continuo bombardeo de que es objeto la ciudad de Alepo.