19 dic 2016

NI ELLOS SE LA CREEN

ARGENTINA.  LA BRECHA ENTRE ARGENTINA Y SUS PARES SE AMPLIÓ EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
Según informe del FMI, difícil que lluevan inversiones en 2017

JORGE G. HERRERA
lunes 19 de Diciembre de 2016




El 2016 pasó sin pena ni gloria. Ahora se apuesta al próximo año. Sin embargo, un estudio técnico del Fondo plantea interrogantes al respecto. Finaliza 2016 sin la anunciada lluvia de inversiones productivas. Sí llegaron, claro, los capitales financieros para cubrir el agujero fiscal y el pago a los buitres. Pero tampoco puede soslayarse que la historia muestra que en un año recesivo era difícil que se plasmara una oleada inversora que moviera la frontera de producción, ya que cada vez que cae el PBI, la inversión acompaña esa tendencia. Entonces es complicado apostar a que la inversión sea el detonante de la reactivación, la obra pública puede acompañar pero no ser el motor de la recuperación, no tiene tanta gravitación. De modo que la inversión dará señales de reacción de la mano de la gradual mejora del nivel de actividad. Al respecto resultan aleccionadororas, sobre todo con vistas al futuro, las conclusiones del estudio del FMI, "How Large is Argentina's capital accumulation gap and how can it be reduced? Lessons from past investment surges" (¿Cuán grande es la brecha de acumulación de capital de Argentina y cómo puede reducirse? Lecciones de anteriores lluvias de inversión) en el que analiza la experiencia internacional (57 casos) sobre boom de inversiones a lo largo de las últimas décadas. Si bien no se trata de una agenda, sí constituye una guía de referencia sobre condiciones macroeconómicas y organizacionales para aventurar la lluvia inversora. Vale destacar que, según el estudio, la duración promedio de la lluvia de inversión es de 4,8 años y el salto acumulado de inversión llega a 5,9% del PBI (con un salto moderado en la primera fase y más acelerado en la segunda: la tasa de inversión promedio creció 2% durante los primeros dos años, un 40% del aumento total). La lluvia más extensa de los 57 casos fue España con 11 años (1996/07) mientras que la más relevante se dio en Malasia entre 1989 y 1997, donde la tasa de inversión saltó 20 puntos del PBI.

Las lecciones a tener en cuenta:

Las lluvias de inversiones se nutren de la obra pública, pero en el marco de una situación fiscal equilibrada y relativamente solvente. Entonces, un común denominador son las políticas fiscales austeras con aumentos de la obra pública en infraestructura. Pero donde la aceleración del gasto en inversión pública se compensa con desaceleraciones en el resto.

• En los saltos de inversión el tipo de cambio real tiende a estar en la mayoría de los países depreciado con respecto a su promedio histórico. Si bien no se subestima el efecto de importar equipamiento más barato con un tipo de cambio apreciado, los efectos pro inversión de un tipo de cambio depreciado resultan más relevantes.

• El contexto internacional juega un rol crucial,sobre todo para las economías emergentes. En los tres procesos globales de salto de la inversión (segunda mitad de los 80, mediados de los 90 y de los 2000), fueron relevantes: los altos precios internacionales,la alta propensión a tomar deuda emergente y el aumento de los flujos de inversión extranjera directa.

• En la mayoría de los casos, los saltos de inversión fueron acompañados con reformas estructurales pro mercado. El FMI no considera esto tan concluyente, pero destaca que la eliminación de controles cambiarios y comerciales y las mejoras en la institucionalidad organizacional y política fueron parte de entre un tercio y la mitad de los saltos inversores de los 57 casos evaluados.

En el caso argentino, los dos saltos inversores, según el estudio, fueron entre 1992/95 y 2004/08 y tuvieron puntos en común pero también notables diferencias. El de los 90 se sustentó más en la inversión directa, las reformas organizacionales y el no desequilibrio fiscal. En cambio, el de los 2000 se apoyó en el favorable contexto internacional, la depreciación del tipo de cambio y el no desequilibrio fiscal. "La tasa de inversión de Argentina tendría que aumentar considerablemente para eliminar la brecha de la acumulación de capital de las últimas dos décadas, y esto podría acelerar el crecimiento del PBI, señala el FMI. El Estudio sostiene que la probabilidad de que un país reciba una lluvia de inversiones crece en un escenario de precios internacionales favorables, un bajo nivel del riesgo emergente, una situación fiscal no desequilibrada con aumento de la obra pública y moneda no apreciada. "No es una regla matemática ni las cuatro condiciones son necesarias y suficientes, pero fija ciertas pautas. Cada oleada particular se sustentó en algunas de las condiciones más que en otras. Eso sí, no hay antecedente de lluvia de inversiones donde no se cumpla razonablemente con varias de las lecciones precedentes", advierte MacroView.

Ahora bien, ¿cuán lejos está Argentina para iniciar un salto de inversión? Para MacroView el contexto internacional es intermedio, la situación fiscal es complicada aunque la obra pública está reapareciendo, el tipo de cambio real está muy justo, la inversión directa está merodeando algunos sectores, las reformas estructurales y el cambio organizacional flotan en el ambiente. Se perfila un mix, donde la inversión puede repuntar en 2017, pero todavía no parecen estar las condiciones climáticas para una lluvia de inversiones