Los cruces con Guillermo Dietrich y una licitación polémica que perjudica a la aerolínea de bandera precipitaron la salida de la ex CEO de General Motors. Quién es su sucesor.
Darío Gannio
22 DE DICIEMBRE 2016
El Gobierno sostuvo que la renuncia de Isela Costantini a Aerolíneas Argentinas fue por temas personales. Sin embargo el momento de la salida de la ex CEO de General Motors tuvo que ver con el presupuesto 2017 y con la llegada de las líneas low cost: le habían pedido que diera el visto bueno a las licitaciones que se harán el martes, las cuales están llenas de irregularidades.El portazo de la empresaria mujer más cotizada antes del año de haber asumido se venía preparando por los cruces que tenía con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y con el secretario de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, Gustavo Lopetegui. El ex LAN le había pedido a Daniel Maggi que siga de cerca a Isela, pero el gerente de Recursos Humanos también dimitió en las últimas horas.
Peleas, bajo presupuesto y una audiencia polémica
Costantini había pedido partidas presupuestarias por U$S 442 millones para este año, pero recibió un 38% menos y para 2017 tendría un ajuste similar. Por eso, la hoy ex titular de Aerolíneas Argentinas repetía que no tenía los fondos suficientes para la empresa. Desde la Casa Rosada le reprochaban su poco conocimiento del sector.
Sin embargo, y luego de haber arreglado paritarias con los siete gremios con los que marcha la aerolínea de bandera, desde el Ejecutivo le hicieron un último pedido a Costantini: tenía que ver con la audiencia pública del 27 de diciembre. El próximo martes entraran en juego firmas nuevas a operar los low cost, que ofrecen vuelos baratos a través de compañías menores. El problema es que esas empresas tienen irregularidades.
Por ejemplo, FlyBondi pedirá operar casi cien rutas (56 de cabotaje y 43 internacionales) pero su capital social es menor a los U$S 6.000, mientras que Alas del Sur, otra de las low cost, que no tiene aviones (como muchas) pero cuyo capital declarado no le alcanzaría en Argentina para pagar diez días de alquiler.
También se espera que en un futuro aplique Avianca, la cual compró la empresa Macair que pertenecía a los Macri, que reclamó algunas rutas pero no se presentaría el martes. El CEO de Avianca es el mismo que el de Macair y también consultor aeronáutico privado del jefe de Estado.
Competencia desigual
Las low cost competirán con Aerolíneas Argentinas en muchos de los vuelos de cabotaje e incluso en los internacionales. Lo harán en los más rentables, dejando a la empresa que conducirá el ex directivo de Techint, Mario Agustín Dell'Acqua, con las menos jugosas, lo que puede llegar a jaquear las cuentas de la compañía si no hace diferencia con las primeras.
El martes, el Gobierno espera que los representantes de Aerolíneas Argentinas no presenten objeciones a estas empresas entrantes, ya que de acuerdo a lo que dice la ley, el jugador instalado en el mercado puede incidir en el resultado de la audiencia pública. Macri no tenía asegurado que Costantini no objetara, lo que aceleró su salida. Durante los últimos días, la CEO había presentado cuadros de estrés y en su entorno suponían que se alejaría de la aerolínea de bandera. El cabotaje creció en 2016 solo un 6 por ciento.
Peleas, bajo presupuesto y una audiencia polémica
Costantini había pedido partidas presupuestarias por U$S 442 millones para este año, pero recibió un 38% menos y para 2017 tendría un ajuste similar. Por eso, la hoy ex titular de Aerolíneas Argentinas repetía que no tenía los fondos suficientes para la empresa. Desde la Casa Rosada le reprochaban su poco conocimiento del sector.
Sin embargo, y luego de haber arreglado paritarias con los siete gremios con los que marcha la aerolínea de bandera, desde el Ejecutivo le hicieron un último pedido a Costantini: tenía que ver con la audiencia pública del 27 de diciembre. El próximo martes entraran en juego firmas nuevas a operar los low cost, que ofrecen vuelos baratos a través de compañías menores. El problema es que esas empresas tienen irregularidades.
Por ejemplo, FlyBondi pedirá operar casi cien rutas (56 de cabotaje y 43 internacionales) pero su capital social es menor a los U$S 6.000, mientras que Alas del Sur, otra de las low cost, que no tiene aviones (como muchas) pero cuyo capital declarado no le alcanzaría en Argentina para pagar diez días de alquiler.
También se espera que en un futuro aplique Avianca, la cual compró la empresa Macair que pertenecía a los Macri, que reclamó algunas rutas pero no se presentaría el martes. El CEO de Avianca es el mismo que el de Macair y también consultor aeronáutico privado del jefe de Estado.
Competencia desigual
Las low cost competirán con Aerolíneas Argentinas en muchos de los vuelos de cabotaje e incluso en los internacionales. Lo harán en los más rentables, dejando a la empresa que conducirá el ex directivo de Techint, Mario Agustín Dell'Acqua, con las menos jugosas, lo que puede llegar a jaquear las cuentas de la compañía si no hace diferencia con las primeras.
El martes, el Gobierno espera que los representantes de Aerolíneas Argentinas no presenten objeciones a estas empresas entrantes, ya que de acuerdo a lo que dice la ley, el jugador instalado en el mercado puede incidir en el resultado de la audiencia pública. Macri no tenía asegurado que Costantini no objetara, lo que aceleró su salida. Durante los últimos días, la CEO había presentado cuadros de estrés y en su entorno suponían que se alejaría de la aerolínea de bandera. El cabotaje creció en 2016 solo un 6 por ciento.