CRECIERON LA CONFLICTIVIDAD LABORAL Y LA DESTRUCCIÓN DE EMPLEO EN EL MES DE MARZO
Miles de despidos con epicentro en pymes. Una consultora privada estimó que hubo más de 60 mil despidos en marzo, más del triple que el año pasado. Impacto en pymes.
14 de abril de 2017
Calzados y textiles, dos de los rubros más golpeados por las suspensiones y despidos.
El comienzo del año se caracterizó por la conflictividad laboral en respuesta a la creciente destrucción de puestos de trabajo. De acuerdo con el informe de la consultora Tendencias, en marzo los despidos afectaron a 61.249 trabajadores, que en su mayoría se desempeñaban en pequeñas y medianas empresas, lo que representó un aumento que más que triplica la cifra de igual mes del año pasado. Como resultado de esta política de ajuste y desmantelamiento de la industria, que lleva a cabo el gobierno de Cambiemos, el número de trabajadores en huelga por reclamo de sus puestos o condiciones laborales alcanzó a 11.143.169 personas, según la misma consultora. El deterioro se exhibe tanto en la administración pública en sus distintos estamentos como en la actividad privada.
“La conflictividad laboral experimentó fuerte y generalizado aumento en marzo: aumentaron los despidos, las suspensiones y los paros, tanto frente a marzo de 2016, como respecto de enero y febrero de este año”, señala el informe de la consultora. Del total de 61.249 despidos en marzo, 50.000 correspondieron a trabajadores de pymes denunciados por la Federación Económica en la Ciudad de Buenos Aires. La entidad había cuestionado la postura aperturista de Cambiemos en detrimento de la industria nacional. En el relevamiento se destacaron la industria textil y de calzado con 2220 despidos, la construcción con 1940, la alimenticia, 1778, y en Rosario se localizaron 2600, entre una denuncia de la CGT y trabajadores de los puertos, destaca Tendencias.
Las cifras de despidos acumulan en el primer trimestre un total de 75.027 obreros, lo que arroja una disminución del 41 por ciento respecto de los primeros tres meses de 2016. No obstante, el salto de marzo podría indicar un recrudecimiento de la crisis laboral. A esto se suman las suspensiones que alcanzaron en marzo a 11.405 trabajadores, lo que representó una suba de 41,1 por ciento contra el año pasado y también superó a las registradas en enero y febrero últimos. La mayor cantidad de obreros suspendidos se localizó en Rosario y en las industrias automotriz, del calzado, textil y metalúrgica. Las suspensiones alcanzaron a 21.723 trabajadores en el primer trimestre, un 21,3 por ciento por debajo de igual período del año pasado.
Entre los sectores y empresas donde se registró mayor número de despidos se destacan el rubro lácteo, donde el sindicato Cotapa denunció la pérdida de 400 puestos; la Fábrica Argentina de Aviones (400); de establecimientos gastronómicos (370); petroleros de Santa Cruz (1000); de puertos en Rosario (600); y de las firmas Puma (140), Moño Azul (30), las alimenticias Magnasco (280), Ingredion (180) y Brandmix (150), call center de Peugeot (70) y Cerámica San Lorenzo (360). Esta situación tuvo como correlato un mayor número de medidas de fuerza. “Los paros involucraron en los tres primeros meses de este año a unos 11,5 millones de trabajadores, nivel que superó en casi 125 por ciento el mismo lapso de 2016”, explica el informe de Tendencias.
El documento se suma a las estimaciones difundidas por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) para el primer bimestre. La entidad dio cuenta que sólo en territorio porteño se registraron 74 conflictos –cortes de rutas, concentraciones, paros con o sin movilización, tomas de espacios públicos, ollas populares o asambleas–, de los cuales 39 tuvieron lugar en enero y 35 en febrero. Esto implica que en los primeros dos meses del año hubo más de una medida de fuerza por día. A esto se sumaron 44 eventos de protesta relevados hasta el 23 de marzo, lo que intensificó la tendencia.
El Observatorio de Conflictividad Socio-Laboral del CEPA realiza un seguimiento de los conflictos laborales y sociales (no laborales) en el país y las “tendencias que se manifiestan a este respecto, dentro del marco de las transformaciones socio-económicas en la actual coyuntura”. El quinto informe se focalizó sólo en la Ciudad de Buenos Aires desde inicio de año hasta el 23 de marzo. Sobre el total de conflictos, los laborales no cesaron durante las vacaciones sino que “se sostuvieron en el centro de la escena, representados en los despidos sistemáticos acaecidos dentro del sector privado y, en el sector público, por la sostenida negativa del Gobierno en cuanto a la reapertura de paritarias docentes y vigencia de la paritaria nacional”. Las principales estrategias fueron movilización y concentración, en el 33,9 por ciento de los casos, seguido por los cortes de calle o ruta (21,1 por ciento), estado de alerta y movilización permanente (14,4) y paro con movilización (10,2).
Calzados y textiles, dos de los rubros más golpeados por las suspensiones y despidos.
El comienzo del año se caracterizó por la conflictividad laboral en respuesta a la creciente destrucción de puestos de trabajo. De acuerdo con el informe de la consultora Tendencias, en marzo los despidos afectaron a 61.249 trabajadores, que en su mayoría se desempeñaban en pequeñas y medianas empresas, lo que representó un aumento que más que triplica la cifra de igual mes del año pasado. Como resultado de esta política de ajuste y desmantelamiento de la industria, que lleva a cabo el gobierno de Cambiemos, el número de trabajadores en huelga por reclamo de sus puestos o condiciones laborales alcanzó a 11.143.169 personas, según la misma consultora. El deterioro se exhibe tanto en la administración pública en sus distintos estamentos como en la actividad privada.
“La conflictividad laboral experimentó fuerte y generalizado aumento en marzo: aumentaron los despidos, las suspensiones y los paros, tanto frente a marzo de 2016, como respecto de enero y febrero de este año”, señala el informe de la consultora. Del total de 61.249 despidos en marzo, 50.000 correspondieron a trabajadores de pymes denunciados por la Federación Económica en la Ciudad de Buenos Aires. La entidad había cuestionado la postura aperturista de Cambiemos en detrimento de la industria nacional. En el relevamiento se destacaron la industria textil y de calzado con 2220 despidos, la construcción con 1940, la alimenticia, 1778, y en Rosario se localizaron 2600, entre una denuncia de la CGT y trabajadores de los puertos, destaca Tendencias.
Las cifras de despidos acumulan en el primer trimestre un total de 75.027 obreros, lo que arroja una disminución del 41 por ciento respecto de los primeros tres meses de 2016. No obstante, el salto de marzo podría indicar un recrudecimiento de la crisis laboral. A esto se suman las suspensiones que alcanzaron en marzo a 11.405 trabajadores, lo que representó una suba de 41,1 por ciento contra el año pasado y también superó a las registradas en enero y febrero últimos. La mayor cantidad de obreros suspendidos se localizó en Rosario y en las industrias automotriz, del calzado, textil y metalúrgica. Las suspensiones alcanzaron a 21.723 trabajadores en el primer trimestre, un 21,3 por ciento por debajo de igual período del año pasado.
Entre los sectores y empresas donde se registró mayor número de despidos se destacan el rubro lácteo, donde el sindicato Cotapa denunció la pérdida de 400 puestos; la Fábrica Argentina de Aviones (400); de establecimientos gastronómicos (370); petroleros de Santa Cruz (1000); de puertos en Rosario (600); y de las firmas Puma (140), Moño Azul (30), las alimenticias Magnasco (280), Ingredion (180) y Brandmix (150), call center de Peugeot (70) y Cerámica San Lorenzo (360). Esta situación tuvo como correlato un mayor número de medidas de fuerza. “Los paros involucraron en los tres primeros meses de este año a unos 11,5 millones de trabajadores, nivel que superó en casi 125 por ciento el mismo lapso de 2016”, explica el informe de Tendencias.
El documento se suma a las estimaciones difundidas por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) para el primer bimestre. La entidad dio cuenta que sólo en territorio porteño se registraron 74 conflictos –cortes de rutas, concentraciones, paros con o sin movilización, tomas de espacios públicos, ollas populares o asambleas–, de los cuales 39 tuvieron lugar en enero y 35 en febrero. Esto implica que en los primeros dos meses del año hubo más de una medida de fuerza por día. A esto se sumaron 44 eventos de protesta relevados hasta el 23 de marzo, lo que intensificó la tendencia.
El Observatorio de Conflictividad Socio-Laboral del CEPA realiza un seguimiento de los conflictos laborales y sociales (no laborales) en el país y las “tendencias que se manifiestan a este respecto, dentro del marco de las transformaciones socio-económicas en la actual coyuntura”. El quinto informe se focalizó sólo en la Ciudad de Buenos Aires desde inicio de año hasta el 23 de marzo. Sobre el total de conflictos, los laborales no cesaron durante las vacaciones sino que “se sostuvieron en el centro de la escena, representados en los despidos sistemáticos acaecidos dentro del sector privado y, en el sector público, por la sostenida negativa del Gobierno en cuanto a la reapertura de paritarias docentes y vigencia de la paritaria nacional”. Las principales estrategias fueron movilización y concentración, en el 33,9 por ciento de los casos, seguido por los cortes de calle o ruta (21,1 por ciento), estado de alerta y movilización permanente (14,4) y paro con movilización (10,2).