Argentina
ES UNA EMPRESA INTERNACIONAL DEDICADA A SERVICIOS PETROLEROS, NO A EXPLORACIÓN Y DESARROLLO
Miguel Galuccio es uno de los directores de esa compañía a la que volvió luego de que lo echaron de la petrolera argentina en 2016.
SILVIA PECO
Reunión. Directivo de Schlumberger estuvo ayer con Mauricio Macri.
SILVIA PECO
Reunión. Directivo de Schlumberger estuvo ayer con Mauricio Macri.
YPF informó ayer en la Bolsa que cerró un acuerdo con Schlumberger Oilfield Eastern (SPM), una afiliada de Schlumberger Argentina, para el desarrollo conjunto de un piloto de "shale oil" en dos fases con una inversión de u$s390 millones en el área Bandurria Sur, ubicada en la formación Vaca Muerta en Neuquén.
Schlumberger aportará el total del desembolso anunciado, no estando claro si la suma cubre la adquisición de una participación del 49% del bloque, en el que YPF conservará el 51% restante y la operación , según indica el documento. El entendimiento prevé un período de exclusividad para la negociación y firma de los contratos definitivos.
El acuerdo tiene algunos aspectos llamativos. Schlumberger es la mayor empresa del mundo dedicada a servicios de yacimientos petroleros. En su sitio de internet indica que suministra servicios de sísmica, evaluación de formaciones, pruebas de perforación y perforaciones direccionales, cementado, estimulación, y terminación de pozos, y gestión de software e información. Pero no muestra antecedentes en exploración y producción con lo cual el acuerdo con la petrolera argentina es una incursión inusual para la empresa.
Otro aspecto es que el extitular de YPF, Miguel Galuccio, revistaba en Schlumberger cuando fue llamado por el Gobierno de Cristina de Kirchner para asumir la presidencia de la empresa reestatizada, y volvió a esa compañía en abril de 2016, cuando fue despedido por la conducción de Miguel Gutiérrez, luego de la asunción de Mauricio Macri.
Ya durante su gestión en YPF, Galuccio recibió críticas por los contratos firmados con Schlumberger, y ahora el ingreso de esa empresa en una actividad que no le es habitual, despierta sospechas, considerando la información privilegiada que maneja el exdirectivo.
Llamativamente además, antes de informar el acuerdo, YPF hizo trascender que Gutiérrez envió una carta a Schlumberger, en la que pide a la compañía mantener a Galuccio fuera de cualquier negocio en la Argentina, con la advertencia de que en el futuro podría iniciar acciones legales.
Sin embargo, este pedido o exigencia parece falto de sentido común. Galuccio puede haber suministrado información valiosa a Schlumberger sin tener que comprometerse directamente con el procedimiento a realizar.
Por otra parte, el acuerdo con Schlumberger es muy similar al firmado en febrero con Shell. Ambas empresas comprometen inversión para un piloto que permita definir el potencial de cada área y se quedan con la mitad de del bloque. (Schlumberger tendrá el 49% en Bandurria Sur y Shell el 50% en Bajada del Añelo, quedando la operación en este último caso a cargo de la empresa anglosajona).
Bandurria Sur es inmediatamente contigua a Loma Campana, el área de "shale oil" que YPF explota con Chevron y que contiene un crudo de alta calidad en cantidad apreciable, en tanto Bajada del Añelo queda al noroeste de ese bloque.
Así, YPF está asociándose en áreas que tienen continuidad geológica y buenas perspectivas de desarrollo. Y lo hace en un contexto de estímulo a la actividad en Vaca Muerta, que incluye en primer lugar la flexibilización de las condiciones de trabajo de los petroleros, estabilidad tributaria y desgravaciones.