17 de Julio de 2017
Una nueva ronda de negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido comenzó en Bruselas. Los equipos técnicos hablaron por primera vez de cuestiones concretas de las condiciones de la salida de la nación británica del bloque comunitario, prevista para 2019.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, y el ministro británico del "Brexit", David Davis, subrayaron antes de iniciarse las conversaciones su voluntad de avanzar en el contenido de los temas. Sin embargo, las dos posiciones -al menos las que se conocen públicamente- se encuentran bastante alejadas. Aún no queda claro si Londres cederá oficialmente ante los pedidos millonarios de Bruselas.
Uno de los principales temas es el futuro de los ciudadanos de la UE radicados en Reino Unido -unas 3,2 millones de personas- y de los 1,2 millones de británicos afincados en la UE.
Las dos partes presentaron documentos con sus posiciones que dejan en claro diferencias centrales. Los líderes del Parlamento Europeo consideran éstas tan profundas que amenazaron con un veto. El ministro del Exterior británico, Boris Johnson, pidió en cambio a la UE a leer con más detenimiento el documento británico. "Es una gran oferta", dijo Johnson en Bruselas.
También es difícil el consenso en torno a las demandas financieras que la UE planea a Londres, que ascienden a hasta 100.000 millones de euros. Se trata de la aprobación de presupuestos para proyectos de largo plazo o jubilaciones de funcionarios que vencen dentro de varias décadas. Barnier había pedido la semana pasada que Londres reconociera al menos en principio estos compromisos.
De acuerdo con informes de los medios, el fin de semana, el Gobierno británico pidió al Parlamento en una carta que ceda en este tema. Sin embargo, los portavoces de la UE no confirmaron hoy si Davis llegó con una aprobación a Bruselas. Tampoco hubo informaciones en ese sentido del lado británico. Las dos partes se pronunciarán oficialmente recién el jueves.
También hay un grupo de trabajo centrado en problemas concretos para la etapa de separación. Dos coordinadores mencionarios el que quizá sea el tema más complicado de todos en las próximas semanas: la futura frontera de la UE con Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, lo que podría poner en entredicho el equilibrio político en la isla irlandesa. Irlanda sigue dentro de la UE.
Las negociaciones habían comenzado el 19 de junio. Una mayoría de los británicos se había pronunciado en un referéndum celebrado en junio de 2016 por la salida del Reino Unido de la UE, después de más de 40 años de pertenencia.
Una nueva ronda de negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido comenzó en Bruselas. Los equipos técnicos hablaron por primera vez de cuestiones concretas de las condiciones de la salida de la nación británica del bloque comunitario, prevista para 2019.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, y el ministro británico del "Brexit", David Davis, subrayaron antes de iniciarse las conversaciones su voluntad de avanzar en el contenido de los temas. Sin embargo, las dos posiciones -al menos las que se conocen públicamente- se encuentran bastante alejadas. Aún no queda claro si Londres cederá oficialmente ante los pedidos millonarios de Bruselas.
Uno de los principales temas es el futuro de los ciudadanos de la UE radicados en Reino Unido -unas 3,2 millones de personas- y de los 1,2 millones de británicos afincados en la UE.
Las dos partes presentaron documentos con sus posiciones que dejan en claro diferencias centrales. Los líderes del Parlamento Europeo consideran éstas tan profundas que amenazaron con un veto. El ministro del Exterior británico, Boris Johnson, pidió en cambio a la UE a leer con más detenimiento el documento británico. "Es una gran oferta", dijo Johnson en Bruselas.
También es difícil el consenso en torno a las demandas financieras que la UE planea a Londres, que ascienden a hasta 100.000 millones de euros. Se trata de la aprobación de presupuestos para proyectos de largo plazo o jubilaciones de funcionarios que vencen dentro de varias décadas. Barnier había pedido la semana pasada que Londres reconociera al menos en principio estos compromisos.
De acuerdo con informes de los medios, el fin de semana, el Gobierno británico pidió al Parlamento en una carta que ceda en este tema. Sin embargo, los portavoces de la UE no confirmaron hoy si Davis llegó con una aprobación a Bruselas. Tampoco hubo informaciones en ese sentido del lado británico. Las dos partes se pronunciarán oficialmente recién el jueves.
También hay un grupo de trabajo centrado en problemas concretos para la etapa de separación. Dos coordinadores mencionarios el que quizá sea el tema más complicado de todos en las próximas semanas: la futura frontera de la UE con Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, lo que podría poner en entredicho el equilibrio político en la isla irlandesa. Irlanda sigue dentro de la UE.
Las negociaciones habían comenzado el 19 de junio. Una mayoría de los británicos se había pronunciado en un referéndum celebrado en junio de 2016 por la salida del Reino Unido de la UE, después de más de 40 años de pertenencia.