Por Pedro Biscay y Eduardo Codiani
¿Qué significa poner límites al neoliberalismo? La pregunta es compleja y su respuesta requiere desarticular varios aspectos del proceso de financiarización de la economía. A nivel global las finanzas se vuelven cada día más opacas sobre la base de su reproducción al margen de cualquier regulación (derivados financieros). A su vez, la desregulación financiera global despliega tres horizontes de conflictividad: uno ligado al endeudamiento de los países y las familias, otro al ajuste fiscal y el control del gasto público por medios no democráticos (el golpe a Dilma Rousseff es un ejemplo), y el tercero a la destrucción de los derechos del trabajador y el recrudecimiento de la violencia de género y racial, que no son más que formas en que las finanzas materializan su violencia expresiva.