En medio de escándalo por corrupción
Un juez en Estados Unidos negó la petición de la petrolera Petrobras de rechazar una demanda que asegura que más de u$s 98.000 millones en acciones y bonos de la estatal brasileña estaban sobrevalorados, luego de años de corrupción dentro de la firma.
La decisión del juez de distrito Jed Rakoff, en Manhattan, se conoció este viernes, y allana la vía para que los inversores persigan gran parte de su demanda colectiva.
El juicio podría comenzar el 1 de febrero de 2016.
El magistrado desestimó algunas acusaciones vinculadas a los bonos que Petrobras emitió en 2012 y algunas otras basadas en transacciones no realizadas en Estados Unidos, y señaló que algunas de las reclamaciones deberían resolverse en arbitrajes.
Rakoff dijo que él explicaría el razonamiento legal de su resolución -fechado el jueves- "en su debido momento".
Por su parte, Petrobras dijo en un comunicado que seguiría "trabajando firmemente en defensa de sus derechos".
Los demandantes, encabezados por el fondo de pensiones inglés Universities Superannuation Scheme Ltd, alegan que la estatal brasileña había inflado artificialmente el valor de sus valores al exagerar el valor de activos.
Fiscales brasileños están desarrollando la mayor pesquisa sobre corrupción en la historia del país.
Algunos de los ejecutivos más poderosos de Brasil han sido acusados de cobrar sobrecargos a Petrobras y de entregar sobornos a políticos, en especial a quienes estaban asociados con el Partido de los Trabajadores, al cual pertenece la presidenta Dilma Rousseff.
Petrobras buscaba que se desestimara la demanda. Los representantes de la petrolera dijeron que la empresa misma era víctima y que no debía ser imputada por el actuar impropio de algunos pocos.
Los abogados de los inversores respondieron que el "inaudito" alcance de la corrupción hacía que fuera imposible creer que los ejecutivos de Petrobras no estuvieran al tanto del tema.
Jeremy Lieberman, del estudio Pomerantz, que representa a los demandantes, dijo que se sentía satisfecho de la decisión.
"Queremos seguir litigando nuestra causa y trabajando para lograr una recuperación sustancial para los accionistas que fueron perjudicados -las verdaderas víctimas del fraude de los acusados", dijo.
El juicio podría comenzar el 1 de febrero de 2016.
El magistrado desestimó algunas acusaciones vinculadas a los bonos que Petrobras emitió en 2012 y algunas otras basadas en transacciones no realizadas en Estados Unidos, y señaló que algunas de las reclamaciones deberían resolverse en arbitrajes.
Rakoff dijo que él explicaría el razonamiento legal de su resolución -fechado el jueves- "en su debido momento".
Por su parte, Petrobras dijo en un comunicado que seguiría "trabajando firmemente en defensa de sus derechos".
Los demandantes, encabezados por el fondo de pensiones inglés Universities Superannuation Scheme Ltd, alegan que la estatal brasileña había inflado artificialmente el valor de sus valores al exagerar el valor de activos.
Fiscales brasileños están desarrollando la mayor pesquisa sobre corrupción en la historia del país.
Algunos de los ejecutivos más poderosos de Brasil han sido acusados de cobrar sobrecargos a Petrobras y de entregar sobornos a políticos, en especial a quienes estaban asociados con el Partido de los Trabajadores, al cual pertenece la presidenta Dilma Rousseff.
Petrobras buscaba que se desestimara la demanda. Los representantes de la petrolera dijeron que la empresa misma era víctima y que no debía ser imputada por el actuar impropio de algunos pocos.
Los abogados de los inversores respondieron que el "inaudito" alcance de la corrupción hacía que fuera imposible creer que los ejecutivos de Petrobras no estuvieran al tanto del tema.
Jeremy Lieberman, del estudio Pomerantz, que representa a los demandantes, dijo que se sentía satisfecho de la decisión.
"Queremos seguir litigando nuestra causa y trabajando para lograr una recuperación sustancial para los accionistas que fueron perjudicados -las verdaderas víctimas del fraude de los acusados", dijo.