2 diciembre 2015 por Iñigo Sáenz de Ugarte
Y después: “Nos piden que intervengamos en una sangrienta guerra civil de inmensa complejidad, nos piden que lo hagamos sin una estrategia de salida y sin medios razonables para saber que vamos a ser decisivos. No deberíamos dar al primer ministro ese permiso”.
Hasta doce veces, diputados de la oposición exigieron que Cameron se disculpara por haber llamado “banda de simpatizantes de terroristas” a los que están contra la intervención. El primer ministro se negó a hacerlo o a poner esa frase en el contexto apropiado, en su opinión. Entre otros, el diputado del SNP, y exprimer ministro escocés, Alex Salmond, calificó esas declaraciones de “insultantes”.
Como mucho, Cameron aceptó decir que había “honor” en cualquier voto que se exprese en la Cámara con independencia de su orientación.
El Parlamento británico vota esta noche la propuesta del Gobierno de David Cameron de intervenir militarmente en la guerra de Siria para atacar a ISIS. Una votación similar arrojó el año pasado un resultado contrario y el primer ministro dijo que no volvería a llevar el tema al pleno hasta estar seguro de contar con el apoyo necesario.
Los atentados de París han precipitado los acontecimientos. Cameron confía en que una parte importante del grupo parlamentario laborista desoiga las ideas pacifistas de su líder, Jeremy Corbyn, y vote a favor de la guerra. Si unos 50 de los 232 diputados laboristas votan con el Gobierno, es probable que la iniciativa salga adelante.
Corbyn aceptó conceder libertad de voto a sus parlamentarios. Los tories no la tienen, pero ya sabemos que en ciertos asuntos los diputados británicos no tienen problemas para votar contra lo que dictan los responsables del grupo parlamentario.
Eso ha centrado la cobertura de los medios británicos en los últimos días, siempre dispuestos a cuestionar la capacidad de Corbyn para dirigir su partido. Pero al otro lado también habrá muchos disidentes tories, como los hubo en 2014. Este es un debate que supera las divisiones tradicionales entre partidos. En el pleno que ha comenzado esta mañana y que durará todo el día (157 diputados –87 laboristas y 70 tories– han pedido tomar la palabra), ya han intervenido laboristas a favor del ‘sí’ y conservadores a favor del ‘no’. La votación se celebrará a partir de las 22.30, hora local.
La jornada ha comenzado con lo que podríamos calificar de error táctico de Cameron. Con el fin de convencer a los diputados tories indecisos, les dijo anoche en una reunión privada que no podían votar junto a “Jeremy Corbyn y una banda de simpatizantes de terroristas”. No es lo más inteligente cuando necesitas asegurar el apoyo de unos cuantos miembros de la oposición.