7 dic 2016

Si da bien, lo mejor es que esté mal

ARGENTINA. LA PRUEBA PISA, QUE MUESTRA UNA MEJORA EDUCATIVA ENTRE 2012-2015, FUE INVALIDADA TRAS GESTIONES DEL MACRISMO

El Gobierno anunció que Argentina fue excluida del ranking internacional porque hubo “fallas” en la elaboración de la muestra. Sileoni reveló que las autoridades de PISA habían avalado la metodología. La curiosa “mejora” en los resultados porteños.

07 de diciembre de 2016
Pagina12


Las pruebas PISA se toman internacionalmente a estudiantes de 15 años para un estudio comparativo. (Foto: Vera Rosemberg)

Mientras el ministro de Educación, Esteban Bullrich, afirmó ayer que la Argentina fue excluida del ranking de las pruebas PISA 2015 por “fallas” técnicas en la elaboración de la muestra –aunque destacó que “no hubo animosidad” de la gestión kirchnerista–, su antecesor, Alberto Sileoni, aclaró que “no se manipularon los datos”. “Hubo menos estudiantes evaluados porque el nivel secundario en Argentina ha realizado una transformación, que modificó su estructura, algunas escuelas se fusionaron, otras dejaron de existir”, explicó el ex ministro a PáginaI12 y cuestionó el tinte político que busca darle el Gobierno a la cuestión. De todas formas, el eje de la polémica cambió y quedó en el centro de la discusión la llamativa mejora en los resultados que experimentó la Ciudad de Buenos Aires en apenas tres años: ningún país en la historia de las pruebas estandarizadas, coordinadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), logró subir 51 puntos en ese corto plazo.

Especialistas de distintos ámbitos salieron a cuestionar la confiabilidad del rendimiento escolar de CABA. “Perú, que es el país que más subió en el ranking, 76 puntos, lo pudo lograr en 12 años”, apuntó la investigadora del Conicet y secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza, Silvina Gvirtz. “No hay justificación técnica para subir 50 puntos en tres años. Son resultados escandalosamente altos”, consideró Sileoni. “Hace tres años la Ciudad era un desastre y resulta que ahora dio un salto que ningún país hizo en la historia de las PISA pero la semana pasada le fue muy mal en otra evaluación”, señaló Eduardo López, secretario General de UTE y Gremial de Ctera.

Por la mañana, en conferencia de prensa en la Casa Rosada, Bullrich afirmó: “La Argentina fue excluida del ranking de países. La razón tiene que ver con fallas graves en la metodología de la confección de la muestra”. Y agregó: “Este es el país que no queremos. Ser noticia porque no hicimos las cosas bien. Trabajamos con un compromiso por la verdad y esto se parece más a ese país que no tenía compromiso con las estadísticas y la verdad, el país del Indec que publicaba la inflación que no era real, ese país venimos a cambiarlo. No creemos que se puede construir un relato, mucho menos sobre educación”, dijo Bullrich.

“La intención es instalar polémica política, no técnica”, replicó Sileoni. El ex ministro contó que a partir de trascendidos, hace unos meses “nos enteramos que habíamos mejorado, y que desde el gobierno estaban haciendo todo lo posible para que los datos no se publicaran. Por eso, envié un correo a la máxima autoridad OCDE/PISA Andreas Schleicher, explicando la situación y me respondió aceptando nuestras explicaciones referidas a la merma de escuelas, diciéndome que no encontraba razones para no publicar los resultados, en un correo de 9 de julio de 2016”.

–¿Por qué se redujo la muestra? –le preguntó este diario.

–En los últimos años, muchas escuelas que tenían solo la secundaria básica, y muchas que solo tenían la secundaria superior se unificaron, transformándose en escuelas secundarias completas. Eso es resultado de nuestra Ley de Educación Nacional, que volvió a Primaria y Secundaria, dejando atrás los otros modelos institucionales. Ocurrió en todo el país excepto en CABA. Cuando enviamos la información a PISA, muchos estudiantes de 15 estaban en escuelas recientemente creadas, y eso datos no los teníamos. Pero sostenemos que la menor cantidad de alumnos evaluados no incide en el resultado de las pruebas.

Las escuelas propuestas para la muestra surgieron del Relevamiento anual del Año 2013, lo que también explica el cambio de estado al momento de la evaluación, dos años después. “Las escuelas que faltan son de todo el país, no es verdad que se eligieron. Y tampoco es verdad que PISA sacó a la Argentina de la prueba, solo aclara que los resultados no son comparables en función de que la muestra es menor”, indicó Sileoni.

Los resultados de Argentina se publicaron pero apartados del resto de los países. Con el siguiente texto: “En Argentina, la evaluación de PISA se llevó a cabo siguiendo los procedimientos y estándares de la OCDE. Sin embargo, hubo una disminución significativa en la proporción de 15 años de edad que fueron cubiertos por la prueba, tanto en números absolutos y relativos. Ha habido una reestructuración de las escuelas secundarias de Argentina, excepto las de la región adjudicada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es probablemente lo que ha afectado la cobertura de las escuelas elegibles en el marco muestral. Como resultado, los resultados de Argentina pueden no ser comparables a los de otros países o a los resultados para Argentina de años anteriores”.

La no comparabilidad de una muestra tiene varios antecedentes en ediciones anteriores de la prueba. A modo de ejemplo: Austria en los años 2000 y 2009; Reino Unido años 2000 y 2003 y Países Bajos año 2000, entre otros.

“La muestra debía ser de unos 25 mil alumnos y se mandó una de poco más de 21 mil. A PISA le pareció bien. La prueba fue tomada en septiembre y unos meses después no estábamos más en el Gobierno para dialogar y defenderla. El Gobierno macrista militó para que la bajaran”, consideró el ex ministro.

Al ser consultada por este diario, Gvirtz opinó: “En primer lugar, efectivamente, los resultados tienen alguna dificultad para la comparabilidad. Segundo, están validados porque se publicaron. Tercero, mejoramos. Cuarto, no hubo ninguna intencionalidad política de manipularlos. Quinto, hay que revisar cómo la ciudad de Buenos Aires subió tantos puntos, cuando en los resultados de las pruebas de este año de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo le fue muy mal”.

De manera individual, la ciudad de Buenos Aires mejoró 51 puntos y se ubicó en el puesto 38, por encima de los países de América latina, liderados por Chile (44). El dirigente gremial de UTE-Ctera recordó la posición crítica histórica del sindicato frente a este tipo de pruebas estandarizadas. “Son muy precarias en relación al abordaje integral que demanda una evaluación educativa”, sostuvo, pero considero que “lo que dice Bullrich” sobre las muestras que se usaron “es política del más bajo nivel”. Incluso, destacó que Schleicher, la máxima autoridad OCDE/PISA, aclaró que no se evidenció “adulteración” de los resultados nacionales. “Lo que llama la atención son los resultados de la Ciudad de Buenos Aires. Ahí tienen que dar explicaciones. No son creíbles”, apuntó.

La evaluación PISA (Programa Internacional para la evaluación de Estudiantes), se lleva a cabo en varios países del mundo, cada tres años, y es coordinada por la OCDE, que se encarga de esas pruebas estandarizadas, destinadas a estudiantes de 15 años. “Argentina participó por primera vez en el año 2000. En 2006 tuvo un descenso pronunciado de sus resultados, producto de la crisis de años anteriores, una evidente mejora en 2009 silenciada por los medios, y resultados estabilizados en 2015”, señaló Sileoni. Por ejemplo, “en 2006 decrecimos 44 puntos en Lengua, que fueron recuperados en parte en 2009, con un incremento de 24”. El incremento o descenso en los resultados es frecuente en las pruebas: Finlandia en 2012, obtuvo 22 puntos menos en Matemática; Islandia (2012), -18 puntos en Ciencias, Israel (2009), +35 en Lengua, y Turquía (2009), +30 en Ciencias.