31 jul 2024

LA CORRUPCION MULTICOLOR

URUGUAY
A un año de la fuga del narcotraficante Sebastián Marset de Bolivia.


Nicolás Centurión
 Jul 30, 2024


A un año de su fuga en Bolivia, hagamos una breve cronología y veamos en qué está su caso.




El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset es uno de los más buscados en Latinoamérica y sobre él pesan varias acusaciones tanto en Bolivia como en Paraguay, aunque no así en su país de origen, donde ya cumplió condena y no tiene causas abiertas. Sin embargo tampoco está siendo investigado a sabiendas que su producto toca puerto en Montevideo. Por otro lado, corre una alerta roja de Interpol y sigue prófugo.

Tocata y fuga

Tras escapar en 2021 de Emiratos Árabes Unidos gracias a la gestión de sus abogados y el gobierno uruguayo de Luis Lacalle, estuvo prófugo dos años sin saber de su paradero hasta que apareció en Santa Cruz, Bolivia.

Esta serie de acción y corrupción estrenaba nuevo capítulo con nuevos actores de reparto y otro arco narrativo. Marset portaba un documento de identidad brasileño que había utilizado dentro del país para habilitarse como jugador de fútbol en el campeonato de la Asociación de Santa Cruz, bajo el nombre de Luis Paulo Amorim Santos. En el Catastro de Persona Física (CPF) rezaba la fecha del 4 de abril de 2023 y fue supuestamente emitido en el Estado de Pernambuco. Le fue enviado por sus contactos del Primer Comando Capital (PCC) en Brasil.

El brasieño Primer Comando Capitgal (PCC) también facilitó un CPF para Diego Nicolás Alba Marset, hermano de Sebastián, con sello del Estado de Paraná.

El Ministro boliviano de Gobierno, Eduardo del Castillo, oculta deliberadamente la llegada del abogado Alejandro Balbi a Bolivia y las reuniones que el abogado sostuvo con autoridades de alta jerarquía contactados por los Lima Lobo en tres ciudades del país (La Paz, Santa Cruz y Beni), para allanar la llegada de su ilustre cliente. Carlos Romero, el ex Ministro de Gobierno, está convencido que la directora distrital de Migración en el Beni, Andrea Miranda Sosa, y el encargado de Extranjería y Filiación, Rinat León Sueiro, agilizaron la visa para Marset bajo conocimiento inexcusable del actual Ministro de Gobierno.

“Resulta incomprensible que Andrea Miranda, jefa de Rinat Sueiro, no estuviera al tanto de esos trámites en favor de Marset gestionados nada menos que desde una cárcel de Emiratos Árabes, y que no haya reportado de semejante situación a la Máxima Autoridad Ejecutiva del área, es decir al Ministro de Gobierno”, dijo Romero a Sol de Pando

Según el portal Huellas de Bolivia, el gobierno del Uruguay sabía con antelación que Sebastián Marset había decidido migrar a Bolivia tras salir de la prisión árabe, pero los uruguayos ocultaron esa información clave a los paraguayos.

Según el periodista Mauricio Pérez, del semanario Brecha, cuando el pasaporte uruguayo se encontraba tramitándose en Dubai, “la sección consular amplió la información tras un contacto directo con su esposa. Marset fue detenido cuando pretendía viajar junto con su hermano rumbo a Grecia, para trasladarse posteriormente a Bolivia”.

La consulesa Fiorella Prado le preguntó a Gianina García Troche, esposa del narcotraficante. por qué motivo no habían obtenido anteriormente el pasaporte uruguayo, a lo cual “contestó que tenía intenciones de hacerlo ante la sección consular de Bolivia en un futuro. Y comentó que estaban tramitando el Certificado de Antecedentes Judiciales, ya que, aunque cumplió pena de cárcel por delito de narcotráfico por varios años en Uruguay, la causa ya está cerrada”.



En Santa Cruz, Marset se incluyó en los círculos de élite de la ciudad. Pasó tiempo con una ex Miss Bolivia y su marido. Patrocinó eventos para el Carnaval, incluido un partido de fútbol de exhibición con poderosos ejecutivos de negocios. Y lo más destacado, compró los Leones del Torno, un equipo que jugaba en el pequeño pueblo de El Torno, a una hora de la ciudad. Aparecieron videos de él en tik tok como jugador de fútbol. Lucía en su camiseta el dorsal 23. Su número predilecto y de la suerte. El 23 de San Jorge, su santo.

Se sabía impune y protegido. Además el negocio tenía que seguir y la ganancia tenía que lavarse. Por ello, Marset trasladó el equipo a Santa Cruz. Construyó un complejo de entrenamiento atlético de última generación con un campo de césped sintético al final de un camino de tierra. Contrató a un ex jugador estrella de la selección nacional, Gualberto Mojica, para entrenar al equipo.

Todo venía bien para el narco, hasta que las autoridades dieron con su paradero. Desde las autoridades confiaban en su detención ya que le venían haciendo seguimiento desde hace días y era cuestión de tiempo para que Marset cayera.

Las fuerzas policiales estaban esperando el momento. Habían rastreado su mansión con un dron. El 29 de julio de 2023 irrumpieron en la fastuosa mansión, pero Marset ya había escapado. Meses adelante en una entrevista declaró que fue alertado y aseguró que consiguió evadir a los funcionarios policiales gracias a un aviso del director general de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, Ismael Tito Villca.


En casos similares, que se dieron especialmente en Paraguay durante los últimos diez años, el PCC activó un mecanismo para la evacuación de sus miembros en circunstancias extremas de persecución judicial. Existen rutas de escape hacia refugios dentro del territorio brasileño u otros países donde la organización posee infraestructura y contactos idóneos.

“Funciona de un modo muy parecido a los programas de protección a testigos del FBI o la DEA. Te cambian la identidad, legal y físicamente, incluso te llevan en un submarino si vas a irte de Sudamérica a Europa, Asia o África, tienen la ventaja de que esas rutas son de su pleno dominio, por ahí mismo va la droga”, explica un ex integrante del ex Centro Especial de Investigaciones Policiales (CEIP).

En una conferencia de prensa, el actual ministro del interior boliviano Eduardo del Castillo informó que alrededor de 3.000 policías y agentes de inteligencia estaban movilizados en todo el territorio nacional para cazar al pez gordo, habiendo realizado durante los primeros tres días de la persecución 1.355 operativos en “hoteles, alojamientos y fronteras”.


Operativos de su búsqueda en Bolivia

El ministro mostró un mapa de Bolivia focalizando el despliegue policial en 158 puntos de control, casi todos concentrados en el interior del país y muy pocos en las zonas fronterizas, con un despliegue mayor hacia la frontera con Perú (alrededor de 30 puestos) y nada hacia la frontera con Chile. Según el mapa del ministro del Castillo, apenas ocho puestos de control se han montado sobre la frontera con Brasil, cinco en Pando y tres en Santa Cruz.

Bolivia y Brasil comparten frontera sobre una franja con más de 3.400 kilómetros de longitud, abarcando los departamentos bolivianos de Pando, Beni y Santa Cruz frente a los estados brasileños de Acre, Rondonia y Mato Grosso. Marset pudo atravesar por esta inmensidad desguarnecida, encaminándose sin prisa hacia algún santuario seguro del PCC en el vasto territorio brasileño.

Otra de las líneas de investigación que se manejan es que Marset recibió colaboración por parte del grupo de Misael Nallar y la familia Lima Lobo, con quienes mantuvo estrechas relaciones comerciales al menos desde el año 2019.

Desde la fuga en Bolivia, la Policía y el Ministerio Público han abierto procesos por narcotráfico, falsificación y legitimación de ganancias ilícitas para secuestrar inmuebles, vehículos, armas y dinero en efectivo. Al final, se informó que Marset movió casi 40 millones de dólares durante su estadía en el país. El narcotraficante uruguayo era el encargado de mover entre una y dos toneladas de cocaína desde Chapare utilizando avionetas hasta Paraguay, desde donde la droga llegaba a puertos de Europa.

En enero de 2024, varios medios informaron que Misael Nallar Viveros, según la investigación realizada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), “mantuvo nexos financieros con Reina Mercedes Duarte, ‘Merchi’, considerada testaferro y mano derecha de Sebastián Marset, jefe de la red de narcotráfico Insfran de Paraguay, quien ordenó el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci”.

Clan

En agosto de 2023, se allanó una chacra en Empalme Olmos, Canelones Uruguay con el fin de atraparlo. No se lo pudo encontrar y en su lugar fue atrapado el padre de Gianina García Troche, suegro de Marset. Quedó detenido por tenencia irregular de armas y finalmente fue condenado en noviembre con libertad a prueba. Uno de los que 
también estuvo detenido a fines de 2023 fue su medio hermano, Diego Marset Alba. El 27 de diciembre fue apresado en Foz de Iguazú, en la Triple Frontera del lado brasileño, cuando iba a asistir al nacimiento de su hijo.




Diego Marset Alba tenía orden de captura de Paraguay y desde la Policía Federal brasileña lo señalaban como el «intermediario en constantes viajes desde Bolivia a Paraguay para garantizar las transacciones ilícitas» de su hermano y el gestor de «los pagos necesarios a las organizaciones criminales» para el tráfico de drogas. En febrero, luego de que su abogado Gonzalo Moratorio acordara con la justicia, fue liberado. Al ser brasileño de origen, no fue extraditado a Paraguay dado que Brasil no extradita a sus connancionales y por ello no fue juzgado en Paraguay.

En octubre de 2023 ya había caído otro cuñado de Marset, Sebastián Alberti Rossi, esposo de su hermana Jimena. Tiene 28 años y el 26 de octubre se entregó a la Jefatura de Policía de San José, en Uruguay. Pocas horas después de entregarse, la Fiscalía de San José –encabezada por Serrana Corsino– llegó a un acuerdo abreviado con Alberti por la fuga.

Reconoció ser culpable de «autoevasión» y deberá pasar ocho meses en prisión preventiva en el Penal de Libertad, aunque luego resta que cumpla con el saldo de la pena por homicidio que estaba cumpliendo cuando se fugó. Por esto último debe pasar cinco años y año mes más en la cárcel. Sebastián Alberti Rossi se había fugado de un cárcel de San José, en abril de 2021, cuando cumplía una pena por homicidio.

En diciembre de 2023 y estando prófugo, Sebastián Marset concedió una entrevista al programa Santo y Seña de Canal 4 de Montevideo. Una entrevista muy polémica, muy indulgente con Marset. Se musicalizó la entrevista a pedido de él, se conversó sobre temas personales. Si era romántico, si era buen padre de familia. Obviamente que era prácticamente inocente de todo -según él- y que todo lo que circulaba en redes y portales era mentira.

A finales de 2023, el levantamiento del código rojo de Interpol que pesaba sobre García Troche, y también sobre José Fernando Estigarribia Cristaldo, un ex asistente fiscal de la Unidad Antidrogas de Paraguay, despertó las alertas de las autoridades paraguayas. Este hecho, que fue corregido horas después, derivó en una investigación judicial y la separación del cargo de 17 funcionarios de esa dependencia en Paraguay, aquellos que tenían los permisos necesarios para realizar ese cambio en el status del buscado.

El 16 de julio de este año detuvieron a su esposa Gianina en un aeropuerto de España. Por parte de su defensa se dijo que fue una “estrategia”. Han caído varios socios de Marset. Incluso uno de sus aliados más cercanos, Federico Santoro Vasallo fue extraditado a Estados Unidos recientemente. El Clan Insfrán sigue diezmado y se está a la espera de que llegue noviembre, mes donde el cabecilla de los sicarios que mataron al fiscal Marcelo Pecci haya perdido su inmunidad.

La hipótesis más firme que se maneja hasta el momento es que Marset se encuentra en Dubai, pero todavía maneja poder y dinero para escaparse y ser protegido. Además del componente corrupción.

El tiempo no para

Más allá de que lo atrapen o no, (“le estamos pisando los talones a Marset” dijeron dos ministros del Interior de distintos países), si se entrega o no: como dijo Galileo Galilei, Eppur si muove (y sin embargo, se mueve). El negocio del narcotráfico (y sus ramificaciones y consecuencias) tiene que seguir andando y no importa si se llama Marset, Insfrán, Escobar o quien sea. Este fenómeno responde a un componente estructural de la sociedad y el sistema en el que vivimos.

Hay demasiadas conexiones (veladas y no tanto) que permiten que la máquina siga funcionando. Se capture a Marset o no, las autoridades de, al menos, el Cono Sur tienen muchos deberes por hacer y muchas cuentas por rendir.

Se capture a Marset o no, las consecuencias del crimen organizado y del narcotráfico siguen haciendo estragos en la sociedad. Allí conviven los menores sicarios que le pagan migajas por matar a algún juez… y otro juez que absuelve criminales con la defensa de otro abogado cómplice que es bien pagado gracias a las gestiones de un contador que montó toda una ingeniería financiera para que no puedan rastrear el origen de ese dinero y se pueda lavar. Ganancia que vino de un cargamento de cocaína que un amable empresario dejó colocar y varios funcionarios aduaneros dejaron pasar.

Ese dinero ya sabemos a dónde va y es el mismo que le paga al joven sicario que tuvo un arma en sus manos antes 
que vivienda digna. 



Pero claro, parece que el problema es el adicto de la esquina con una gran dosis de discriminación racial, clasismo y aporofobia por parte de los agentes de la represión. Los vecinos claman seguridad asustados (y con razón). Es que el narcomenudeo golpea en cada barrio, pero es difícil abordar una infección generalizada si nos enfocamos en una uña encarnada.

Hoy es Marset, mañana otro. ¿Y mientras tanto qué?

* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)