19 jul 2024

POLITICA DE ILUMINADOS

Con Vance, la ultraderecha toma el timón para que EEUU sea la nación suprema

Beverly Fanon-Clay
Jul 18, 2024




En la Convención del Partido Republicano se repitió por tercera noche consecutiva, el mensaje de que Estados Unidos sólo podrá recuperar su destino de ser la nación suprema del mundo si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Tradicionalmente, los vicepresidentes suelen encargarse de misiones internacionales de los presidentes y quizá pór ello Donald Trump eligió a J.D. Vance, un ultraderechista con apetencias imperiales, como su compañero de fórmula.

Las promesas hechas por Trump son parte de una serie de propuestas para un proyecto de nación que muchos han calificado como neofascista, elaborado por el Heritage Foundation y más de un centenar de organizaciones conservadoras del país.

Su plan de acción, Mandato por liderazgo, es la promesa conservadora, que incluye, dentro de sus 900 páginas, todos los pasos y medidas que se realizarán en los primeros 180 días de un eventual gobierno de Trump. El objetivo es revertir lo que llaman “la larga marcha del marxismo cultural a través de nuestras instituciones”, y “depurar el gobierno federal a través de la acción colectiva de nuestro movimiento para rescatar a la república de las garras de la izquierda radical que se ha apoderado del país”.

Vance, en su discurso busca responsabilizar de todos los males, especialmente los económicos, a todos los inmigrantes (pese a que sus suegros son ambos originarios de India). Presentó un proyecto de ley como senador conocido como Ley de Salida que exigía a todo aquel extranjero que ingresaba legalmente al país con visas temporales pagar un seguro de caución de entre 5.000 y 15.000 dólares al Estado.

Hace un año, antes de ser ungido como candidato a la vicepresidencia, Vance lanzó una peligrosa propuesta: desplegar militares estadounidenses para combatir al narcotráfico en los países vecinos. Nada de combatir la drogadicción creciente en suelo propio, sino exportar el conflicto basado en la teoría que los causantes de los males son los extranjeros.

«Yo le daría poder al presidente de Estados Unidos, sea demócrata o republicano, para que utilice a los militares 
para ir detrás de esos carteles del narcotráfico». «¿Algo similar a lo que hicimos en Colombia?», le preguntó el periodista y el ex marine devenido en ex inversionista de Silicon Valley contestó: «Si es lo que se necesita, absolutamente».




En la Convención, J. D. Vance fue presentado con su conocida biografía que él mismo escribió, detallando cómo un hijo de las montañas Appalachia (un hillbilly), criado en pobreza por una madre soltera que batalló con la drogadicción y quien logró el sueño americano, accedió a la nominación a candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Se resaltó que fue un marine que sirvió en Irak, fue a estudiar leyes en Yale, se casó con una hija de inmigrantes (con documentos) de India, y llegó a ser senador de Ohio

Pero más allá de la romántica autobiografía, el exmarine Vance representa el nuevo movimiento ultraderechista populista que está batallando con la vieja guardia por el control del partido. Declaró ante la convención que Trump dio “todo para luchar por nuestro país a pesar de todos los ataques y abusos en su contra, incluso cuando fue casi asesinado, pero él se levantó con un puño en alto llamando a que lucháramos”.

Asimismo dijo que su comunidad fue devastada por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte al perder empleos con México. “Necesitamos un líder que luchará por este país y que responde al hombre trabajador, sindicalizado o no, un líder que no se venderá a empresas trasnacionales, pero que defenderá empresas estadounidenses”, dijo en su discurso antimigración.



Señaló que un político de carrera llamado Joe Biden apoyó el TLC, que –dijo- destruyó los empleos de clase media que fueron enviados a México. “Ese mismo político apoyó la guerra en Irak. Los empleos fueron enviados al exterior y nuestros hijos fueron enviados a guerras”, recitó.

Y en un giro populista prometió que defenderá a los trabajadores y no a Wall Street. Aseguró que los “demócratas inundaron al país con inmigrantes ilegales y con ello estadounidenses tuvieron que competir por vivienda con gente que no debería estar aquí”. El joven-viejo de 39 años finalizó destacando que el futuro pertenece a Trump.

Vance es parte de un esfuerzo de las cúpulas para transformar el Partido Republicano, donde hubo una feroz batalla para evitar su nominación, según señaló el hijo del candidato presidencial, Donald Trump Jr : “Él está justo donde está nuestra base, donde está el Partido Republicano, pero eso no es donde están los republicanos en Washington”.

Vance, Trump hijo, Tucker Carlson -excomentarista de Fox News- y otros han estado viajando por el país dando pláticas en actos pequeños, construyendo bases entre estadounidenses de clase trabajadora.
tradicionales del partido, como Fox News, en gran medida han boicoteado a estas figuras. De hecho, Carlson fue cesado de Fox y el hijo de Trump declaró que no había sido invitado a Fox en unos dos años.


 Los poderes




El mensaje de esta corriente es que el partido tiene que enfocarse en temas económicos (inflación, el precio de alimentos y los empleos), y por eso varios oradores insistieron en la Convención en que Donald Trump cerrará la frontera, frenará la inflación y reducirá el precio de los huevos, repitieron varios oradores ante la convención en los últimos dos días.

Pero no todos están de acuerdo con limitar la narrativa sólo a esos temas. Muchos de los líderes del partido insisten en la agenda tradicional del partido: reducir impuestos, limitar gastos sobre programas sociales, mayor apoyo para el poder militar estadunidense en el mundo y hasta asistencia para Ucrania. Pero la nueva guardia derechista, con vínculos con agrupaciones neofascistas, está ascendiendo.

Para Vance, Trump hijo y sus seguidores, no hay justificación para ofrecer asistencia a Ucrania; Estados Unidos no tiene un interés nacional real y argumentan que el enfoque debería ser mejorar las vidas de los estadounidenses, logrando el retorno de empleos manufactureros y la independencia energética

Al ver demasiadas vallas en los medios tradicionales, esta corriente ultraderechista fue construyendo sus propias redes de distribución a través de podcasts y transmisiones por X. Carlson cuenta hoy con 13 millones de seguidores en X y sus videos son vistos por hasta tres millones de personas. El libro Triggered, de Trump hijo, llegó a la cima de los más vendidos y cientos de miles escuchan su pod­cast cada semana.

Dios y la narrativa trumpiana



Hay que llevar la lucha contra la izquierda, afirmó el procurador general estatal de Misuri, Andrew Bailey, y acusó que Biden y su gente de que está buscando silenciar sus voces. Los demócratas y otros opositores, sostuvo, “han usado los tribunales, cacerías de brujas y el pasado fin de semana unas cinco o seis balas: Trump fue salvado por la mano de Dios a través del Espíritu Santo, explicó.

La narrativa trumpiana de no aceptar la culpabilidad de su líder, a pesar de la evidencia masiva, de retorcer hechos para poder presentarse como víctimas de la violencia política, y mostrarse como agentes de una causa no sólo política, sino divina –Dios ha tomado el volante, como dijo un delegado– se repite dentro y en las afueras de la convención.

Todos recuerdan que Kamala Harris viajó varias veces a Centroamérica durante los primeros tiempos de Joe Biden para intentar negociar acuerdos para frenar las multitudinarias caravanas de inmigrantes que se agolpaban en la frontera sur estadounidense; el propio Biden fue un recurrente enviado de Barack Obama a Medio Oriente y Ucrania durante sus dos mandatos, y el exvice de Trump, Mike Pence, también recorrió América Latina y Asia en nombre del presidente.

Desde antes de ganar Trump la presidencia, JD Vance ya amenaza con enviar tropas estadounidenses a Latinoamérica, supuestamente para combatir el narcotráfico…

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).