La derecha ataca de nuevo en EEUU: fuera los libros y los migrantes
Mirko C. Trudeau
On Abr 20, 2024
La incesante ofensiva de las fuerzas derechistas y ultraderechistas en Estados Unidos continúa con intentos de prohibir un número sin precedente de libros en las escuelas y bibliotecas en varios estados y ahora avanza con la reactivación de una ley de hace 150 años que prohíbe el aborto en Arizona, estado bajo gobierno republicano.
Desde 2021, hubo casi seis mil libros prohibidos en Estados Unidos. En los últimos años, la censura de libros no paró de crecer, así como la preocupación de escritores, docentes, padres y estudiantes ante la prohibición de libros en escuelas y bibliotecas.
Mientras, la creciente violencia política promovida por extremistas antimigrantes están amenazando con una “guerra civil”, como parte de su estrategia para reconquistar el poder politico nacional. La amenaza de violencia política, incluso armada, es abierta y explícita, difundida de forma cotidiana en redes sociales, radio, televisión por fuerzas derechistas cobijadas por un Partido Republicano ahora subordinado a Donald Trump y sus aliados.
Las autoridades, desde el Departamento de Seguridad Interna, la FBI y otras agencias de inteligencia y seguridad nacional repiten que la mayor amenaza de violencia “terrorista” en Estados Unidos proviene de fuerzas extremistas estadounidenses, muchas aglomeradas en torno a la supremacía blanca y doctrinas antimigrantes, incluyendo neonazis.
Según una investigación de ProPublica y el Washington Post, más de 650 mil mensajes de este tipo fueron subidos a Facebook amenazando con guerra civil, ejecuciones de políticos y otro tipo de violencia, entre el día de las elecciones presidenciales, a principios de noviembre, y el 6 de enero con el asalto al Capitolio.
Trump continúa insistiendo en calificar a cualquiera que no esté de acuerdo con él de “enemigo” de la patria, y para ello hasta usa la ya anticuada, pero aparentemente aún efectiva, retórica de la guerra fría. Los demócratas, incluido Biden, “son viciosos, violentos y brutos de la izquierda radical”, escribió Trump al criticar el manejo de la política exterior y doméstica afirmando que “están dejando que ingresen delincuentes y asesinos a nuestro país”, en referencia a los migrantes.
Concluyó: “amigo, esto es lo que ocurre en países comunistas y dictaduras. Nunca dejaré de luchar para salvar a América”. Esto ya no es una disputa política entre contrincantes, sino una lucha para “salvar” al país del “enemigo”. Esa retórica está dirigida a las mismas fuerzas que no sólo expresan su disposición a emplear la violencia, sino que están armadas.
El neoconservadurismo obsesionado con los «valores cristianos», el mercado y la dominación del orden mundial, entró en crisis, y ese lugar lo ocupa hoy parcialmente un archipiélago denominado «derecha alternativa» (Alt-Right), del cual Donald Trump funge como un verdadero caballo de Troya. Dicen estar contra la corrección política, pero sus discursos están cargados de referencias racistas y gestos nazis,
Discursos sobre clases medias enfrentadas a elites mundiales y locales, junto con abundantes dosis de ataques a migrantes. racismo y sexismo y desdén por la democracia, dan forma a posicionamientos contradictorios entre sí, pero eficaces para construir imaginarios y movilizar al «pueblo blanco» de la nación.
El medio estadounidense The New York Times dio instrucciones a sus periodistas sobre qué términos no pueden usar en referencia a la Franja de Gaza en medio de las hostilidades entre Israel y Hamás en el enclave palestino. Las restricciones refieren a las expresiones «territorio ocupado», «genocidio», «campo de refugiados», «Palestina», «masacre» y «combatientes», entre otras. ¿Libertad de prensa o negacionismo?
El memorándum interno escrito por la redactora de normas del NYT Susan Wessling, el redactor internacional Philip Pan y sus adjuntos fue distribuido entre los empleados en noviembre y tenía el objetivo de ofrecer «orientación sobre algunos términos y otras cuestiones» en relación con el conflicto iniciado en octubre.
El derecho a portar armas.. ¿y el derecho a la vida?
La violencia con armas de fuego omnipresente en Estados Unidos ha dejado pocos lugares ilesos a lo largo de las décadas. Aun así, muchos estadounidenses consideran sacrosanto su derecho a portar armas, consagrado en la Constitución. Pero los críticos de la Segunda Enmienda dicen que ese derecho amenaza a otro: el derecho a la vida.
Estados Unidos es la única nación del mundo donde hay más armas que civiles: hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según la organización suiza Small Arms Survey (SAS)., que afirma que los estadounidenses poseen 393 millones de los 857 millones de armas civiles disponibles, el 46% del arsenal civil mundial.
La mayoría de los compradores e armas se identifican como conservadores o republicanos. Aunque antes la justificación más frecuente para su compra era para cacería o uso deportivo, eso ha cambiado, pues muchos más argumentan que es para “autodefensa” o el resguardo ciudadano contra “abusos” de gobiernos.
Las ofensivas ultraconservadoras
Estas ofensivas de la derecha también incluyen intentos para suprimir el voto de minorías, frenar intentos para el control de armas de fuego y medidas estatales antimigrantes. No es nada nuevo que en las primeras líneas de defensa de las libertades y derechos civiles están las mujeres, las minorías y los migrantes, pero en años recientes ahora cuentan con nuevas agrupaciones entre ellos los jóvenes víctimas del descontrol de armas de fuego y bibliotecarios.
La crisis económica estadounidense es un terreno fértil para que los conservadores retomen con fuerza sus viejas campañas antisindicales, hoy lideradas por gobernadores republicanos y grandes cadenas de televisión como Fox News, tras el debilitamiento de los sindicatos del sector privado y la división de la emblemática central AFL-CIO.
No se puede minimizar el poder del movimiento populista de derecha en EEUU que se expresa en el hecho de que fuerzas conservadoras intentaron prohibir cuatro mil 240 de libros en escuelas y bibliotecas el año pasado -un incremento del 65 por ciento comparado con el total de 2022-, informó la Asociacion Americana de Bibliotecas. El total anual entre 2000 y 2022 nunca superó los 400 títulos.
El año pasado, hubo más de 150 proyectos de ley en 35 estados que buscaban restricciones para el acceso a materiales en bibliotecas y algunos incluyeron castigos a bibliotecarios que no cumplían con esas órdenes, según la organización de apoyo a bibliotecas EveryLibrary. Entre los títulos de los 10 libros más censurados, en orden de intentos de censura, está The Bluest Eye de la Premio Nóbel de Literatura Toni Morrison.
Las agrupaciones conservadoras que buscaron prohibir libros en 2023 se enfocaron en bibliotecas públicas, donde el número de títulos que deseaban censurar se incrementó un 92 por ciento comparado con 2022. Un 47 por ciento de los títulos atacados representan voces de la comunidad gay o de minorías raciales. Los intentos incluyeron prohibir más de 100 títulos en cada uno de 17 estados, desde Florida a Kentucky, Ohio, Texas, Virginia, Wisconsin e Idaho entre otros.
Contra el aborto
Las fuerzas retrógradas obtuvieron otro triunfo recientemente cuando la Suprema Corte de Arizona determinó que el estado puede aplicar una ley de 1864 que criminaliza todo proceso de aborto con excepción de si la vida de la madre está en riesgo en un embarazo. La ley no ofrece ninguna otra excepción, incluyendo si un embarazo fue resultado de violación sexual o incesto.
Esta nueva decisión se genera después de que la Suprema Corte de Estados Unidos anuló el derecho constitucional a un aborto en 2022, en lo que fue un triunfo de fuerzas ultraconservadores. Desde entonces, estados gobernados por republicanos han impulsado nuevas prohibiciones al aborto a través del país, incluyendo 14 estados que prohíben el aborto en toda etapa del embarazo.
Para los demócratas, el extremismo republicano sobre el aborto está ofreciendo un tema que creen será clave en su favor en la contienda electoral. El presidente Joe Biden emitió un comunicado sobre el fallo de la corte estatal afirmando que los ciudadanos de Arizona “pronto vivirán bajo una prohibición del aborto aún más extrema y peligrosa, que fracasa en proteger a mujeres aun cuando su salud está en riesgo o en casos trágicos de violacion o incesto”.
Agregó que “esta prohibición cruel fue promulgada primero en 1864 -hace más de 150 años- aun antes de que Arizona fuera un estado y mucho antes de que las mujeres hubieran asegurado el derecho al voto”. Aseguró que su presidencia está de lado de “la vasta mayoría de estadunidenses que apoyan el derecho de la mujer a decidir”.
Esto es parte de una tendencia desde ese fallo federal donde estados gobernados por republicanos han impulsado nuevas prohibiciones al aborto por todo el país, incluidos 14 estados que prohíben el aborto en toda etapa del embarazo. Arizona ya tenía una ley prohibiendo el aborto después de 15 semanas de embarazo, y esta decisión para resucitar la antigua ley sorprendió por ser tan extrema.
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)