En una nueva estación de su visita a la Argentina, el economista que revoluciona al mundo académico con su mirada sobre la concentración de la riqueza se entrevistó ayer por más de dos horas con Cristina Fernández.
Thomas Piketty, autor del libro El capital en el siglo XXI y profesor en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales y Paris School of Economics.
La presidenta de la Nación recibió ayer y dialogó por espacio de dos horas con el economista francés Thomas Piketty, autor del libro El capital en el siglo XXI y profesor en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales y Paris School of Economics. Estudioso en temas de desigualdad económica y concentración de la riqueza, los trabajos del experto que está provocando una revolución con sus planteos también concitaron la atención de Cristina Kirchner, que interrogó e intercambió opiniones largamente con el visitante. El encuentro tuvo lugar en la quinta de Olivos y se desarrolló un día después de que Piketty compartiera un almuerzo con el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli.
Piketty, que hace dos años había apoyado al candidato socialista Françoise Hollande para su llegada al gobierno de Francia, en las últimas semanas rechazó la condecoración que el ahora presidente de su país le otorgara, la Legión de Honor, en reconocimiento a su tarea académica. Disconforme y “defraudado” con la política de austeridad que Hollande está desarrollando en su país, en línea con las recetas que el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el FMI (la “troika” como se la denomina) imparten para todos los países miembros, Piketty tomó distancia y señaló que el gobierno no tenía “autoridad para decir quién es honorable”.
En la conferencia de prensa que brindó el viernes último en Buenos Aires, el economista francés también se refirió a los fallos de la Justicia de Estados Unidos, como el dispuesto por el juez Thomas Griesa contra Argentina en el litigio con los fondos buitre, señalando que son “increíblemente arbitrarios, egoístas e inaceptables”, y consideró que la solución al problema es la conformación de un mundo “más multipolar”, donde el interés de los países periféricos y deudores sea contemplado y no se pueda objetar, desde los centros de poder, una reestructuración de deuda que responda a las reales posibilidades de pago de un país.
“Cuando la deuda de un país llega a niveles del 150 por ciento del producto, no hay forma de pagarla ni política de austeridad que le garantice a ese país volver a la normalidad”, sostuvo anteriormente Piketty, en una frase que se lee como referencia a lo que hoy sucede en diversos países de Europa, particularmente en Grecia.
Las posturas contrarias a las políticas de austeridad vienen avanzando en Europa tras los sucesivos fracasos que gobiernos de distinto signo están sufriendo en su aplicación, con sucesivos sacrificios para sus respectivas poblaciones sin hallar una salida. Tanto en España, a través del movimiento Podemos, como en Grecia, con el partido de izquierda Siryza, surgen alternativas con posibilidades ciertas de alcanzar el poder ante la caída en la popularidad de los partidos tradicionales.
Enfoques como el de Piketty, cuestionando desde una perspectiva histórica la recurrente tendencia a la concentración de la riqueza y el aumento de la desigualdad en diferentes países y con modelos distintos dentro del sistema capitalista, convocan la atención de expertos pero también de sectores políticos que coinciden en la necesidad de encontrar una respuesta. El enfoque de Piketty en su reciente libro, con gran éxito de venta en Estados Unidos y en Europa y de reciente publicación en español, es el de crear un impuesto universal a la riqueza que se aplique como resultado de la cooperación entre los países, para evitar que la tendencia a la concentración lleve a sociedades capitalistas a ser dominadas por una elite dueña de los grandes patrimonios, obtenidos por herencia y no por generación de riqueza por vía de la producción.
Ayer, la Presidenta de la Nación tuvo la oportunidad de conocerlo en persona y debatir sobre cuestiones estrechamente relacionadas con las acciones de gobierno, políticas públicas que combatan la desigualdad y la disputa en los organismos internacionales para vencer las posiciones dominantes a favor y en defensa de los intereses de los capitales más concentrados.
Piketty, de 43 años, es profesor en la Ecole d’Economie de París, de la cual fue su primer director, y director de estudios en la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de París (EHESS).