DECISIÓN EXPLOSIVA
Presidente de Diputados de Brasil anuló votación sobre impeachment de Rousseff
9 mayo de 2016
Dilma Rousseff AFP
El presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, anuló este lunes la sesión que a mediados de abril aprobó el impeachment contra Dilma Rousseff por “prejuzgamiento” y “ofensa al amplio derecho de defensa” de la mandataria.
“Por esas razones, anulé la sesión realizada los días 15, 16 y 17 (de abril) y determiné que se realice una nueva sesión para deliberar sobre la materia”, señaló el diputado en un texto distribuido por la presidencia de la cámara al que accedió AFP.
En una decisión explosiva tomada a 48 horas de que el Senado votase si instala el juicio de destitución contra Rousseff -y todo indicaba que daría luz verde al proceso que suspenderá a la mandataria de su cargo-, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa.
“Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución”, dijo en su escrito.
Estaba previsto que el pleno de 81 senadores votase este miércoles si acepta o rechaza la recomendación de una comisión especial del Senado que aprobó la destitución hace tres días por holgada mayoría, pero ahora se desconoce qué sucederá.
Maranhao asumió interinamente la jefatura de la cámara baja la semana pasada, cuando reemplazó a Eduardo Cunha, enemigo político de la mandataria y cerebro detrás del juicio político de Rousseff. En una medida inusitada, Cunha fue suspendido de su mandato por la corte suprema por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Rousseff es acusada de manipular las cuentas públicas y quedó a las puertas de ser separada de su cargo por hasta 180 días, mientras el Senado tramita su juicio y decide si es culpable, lo que terminaría anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018.
La presidenta se enteró de la noticia este lunes durante un acto público, pero dijo que aún no tenía la información oficial. “Desconozco sus consecuencias. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mañas y artimañas”, afirmó antes de lanzarse a saludar a los efusivos asistentes que gritaban “¡No al golpe!”. “Precisamos defender la democracia, luchar contra el golpe, luchar contra todo ese proceso extremadamente irregular”, añadió Rousseff.
El presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, anuló este lunes la sesión que a mediados de abril aprobó el impeachment contra Dilma Rousseff por “prejuzgamiento” y “ofensa al amplio derecho de defensa” de la mandataria.
“Por esas razones, anulé la sesión realizada los días 15, 16 y 17 (de abril) y determiné que se realice una nueva sesión para deliberar sobre la materia”, señaló el diputado en un texto distribuido por la presidencia de la cámara al que accedió AFP.
En una decisión explosiva tomada a 48 horas de que el Senado votase si instala el juicio de destitución contra Rousseff -y todo indicaba que daría luz verde al proceso que suspenderá a la mandataria de su cargo-, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa.
“Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución”, dijo en su escrito.
Estaba previsto que el pleno de 81 senadores votase este miércoles si acepta o rechaza la recomendación de una comisión especial del Senado que aprobó la destitución hace tres días por holgada mayoría, pero ahora se desconoce qué sucederá.
Maranhao asumió interinamente la jefatura de la cámara baja la semana pasada, cuando reemplazó a Eduardo Cunha, enemigo político de la mandataria y cerebro detrás del juicio político de Rousseff. En una medida inusitada, Cunha fue suspendido de su mandato por la corte suprema por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Rousseff es acusada de manipular las cuentas públicas y quedó a las puertas de ser separada de su cargo por hasta 180 días, mientras el Senado tramita su juicio y decide si es culpable, lo que terminaría anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018.
La presidenta se enteró de la noticia este lunes durante un acto público, pero dijo que aún no tenía la información oficial. “Desconozco sus consecuencias. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mañas y artimañas”, afirmó antes de lanzarse a saludar a los efusivos asistentes que gritaban “¡No al golpe!”. “Precisamos defender la democracia, luchar contra el golpe, luchar contra todo ese proceso extremadamente irregular”, añadió Rousseff.
Si Rousseff es suspendida esta semana, el vicepresidente Michel Temer, un exaliado del gobierno que se ha convertido en su principal enemigo, asumirá la jefatura de Estado de forma interina. Y si Rousseff es finalmente juzgada culpable, Temer, del partido de centroderecha PMDB, quedará al frente del país hasta 2018.
EL PRESIDENTE DE LA CAMARA ALTA DESCONOCIO LA RESOLUCION DEL TITULAR INTERINO DE DIPUTADOS, QUIEN DISPUSO ANULAR EL JUICIO POLITICO POR "VICIOS" EN EL PROCESO, Y BUSCARA SUSPENDER A LA MANDATARIA ESTA SEMANA
El presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, rechazó la suspensión del trámite para un juicio contra la mandataria Dilma Rousseff decidida por el jefe interino de la Cámara baja y determinó la continuidad del proceso. "Es una decisión intempestiva", que "no tiene ninguna cabida" en el proceso democrático y que "no puede ser aceptada", dijo al instalar la sesión en el pleno del Senado.Calheiros calificó de "extemporánea" la decisión de Maranhao y dijo que había sido adoptada "cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas". Detalló que "ya hubo lectura de informes sobre el caso, se eligió una comisión especial" que analizó la base jurídica de los cargos y "hubo 10 sesiones que consumieron casi 70 horas de trabajo" en las que se escuchó a la defensa y a la parte acusadora.
Más temprano, el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao (Partido Progresista), había resuelto anular el trámite legislativo del 15, 16 y 17 abril, que terminó con la votación en la Cámara de Diputados por el "sí" al juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, y convocó a "una nueva sesión para deliberar sobre la materia".
Según el legislador del Partido Progresista la sesión en la que se aprobó el impeachment tuvo "algunos vicios que han de anular la sesión". Para ordenar la anulación de la sesión, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa: "Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución".
La semana pasada, Maranhao reemplazó en la presidencia de la Cámara baja a Eduardo Cunha, impulsor junto al vicepresidente Michel Temer del juicio político contra Dilma. Cunha fue suspendido indefinidamente de su cargo como diputado por el Supremo Tribunal brasileño --11 votos a favor y ninguno en contra-- por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Con la decisión adoptada por el presidente del Senado de desconocer la decisión de Maranhao, el pleno de la Cámara alta deberá escuchar hoy la lectura del informe remitido por la comisión especial que recomendó proseguir con el proceso que puede recortar el mandato de Rousseff.
Aunque Calheiros no lo ha aclarado, deberá confirmar también la sesión del próximo miércoles, en la que el pleno del Senado decidirá por mayoría simple entre sus 81 miembros si se abre el juicio contra la mandataria. Si esa sesión, que se calcula que durará unas 48 horas y por tanto concluirá el jueves, determina la instauración del juicio, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y sustituida por el vicepresidente Michel Temer. En caso de que se llegue a la destitución, Temer completará el mandato que concluye el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta recuperaría el cargo una vez que el proceso concluya.
EL PRESIDENTE DE LA CAMARA ALTA DESCONOCIO LA RESOLUCION DEL TITULAR INTERINO DE DIPUTADOS, QUIEN DISPUSO ANULAR EL JUICIO POLITICO POR "VICIOS" EN EL PROCESO, Y BUSCARA SUSPENDER A LA MANDATARIA ESTA SEMANA
El presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, rechazó la suspensión del trámite para un juicio contra la mandataria Dilma Rousseff decidida por el jefe interino de la Cámara baja y determinó la continuidad del proceso. "Es una decisión intempestiva", que "no tiene ninguna cabida" en el proceso democrático y que "no puede ser aceptada", dijo al instalar la sesión en el pleno del Senado.Calheiros calificó de "extemporánea" la decisión de Maranhao y dijo que había sido adoptada "cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas". Detalló que "ya hubo lectura de informes sobre el caso, se eligió una comisión especial" que analizó la base jurídica de los cargos y "hubo 10 sesiones que consumieron casi 70 horas de trabajo" en las que se escuchó a la defensa y a la parte acusadora.
Más temprano, el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao (Partido Progresista), había resuelto anular el trámite legislativo del 15, 16 y 17 abril, que terminó con la votación en la Cámara de Diputados por el "sí" al juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, y convocó a "una nueva sesión para deliberar sobre la materia".
Según el legislador del Partido Progresista la sesión en la que se aprobó el impeachment tuvo "algunos vicios que han de anular la sesión". Para ordenar la anulación de la sesión, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa: "Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución".
La semana pasada, Maranhao reemplazó en la presidencia de la Cámara baja a Eduardo Cunha, impulsor junto al vicepresidente Michel Temer del juicio político contra Dilma. Cunha fue suspendido indefinidamente de su cargo como diputado por el Supremo Tribunal brasileño --11 votos a favor y ninguno en contra-- por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Con la decisión adoptada por el presidente del Senado de desconocer la decisión de Maranhao, el pleno de la Cámara alta deberá escuchar hoy la lectura del informe remitido por la comisión especial que recomendó proseguir con el proceso que puede recortar el mandato de Rousseff.
Aunque Calheiros no lo ha aclarado, deberá confirmar también la sesión del próximo miércoles, en la que el pleno del Senado decidirá por mayoría simple entre sus 81 miembros si se abre el juicio contra la mandataria. Si esa sesión, que se calcula que durará unas 48 horas y por tanto concluirá el jueves, determina la instauración del juicio, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y sustituida por el vicepresidente Michel Temer. En caso de que se llegue a la destitución, Temer completará el mandato que concluye el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff fuera absuelta recuperaría el cargo una vez que el proceso concluya.