Algunas sorpresas se han registrado en los datos de la economía de la eurozona, con Alemania mostrando una caída de las exportaciones, Portugal creciendo al mayor ritmo desde 2013 e Italia con sorprendentes datos a dos semanas del referéndum constitucional.
BRUSELAS (Uypress)
Las exportaciones de Alemania pierden dinamismo, según reconoció el martes pasado el instituto de estadística germano que ha publicado unas decepcionantes cifras de crecimiento del tercer trimestre, con un tímido avance de la economía del 0,2%. "El crecimiento ha perdido inercia positiva", admite el organismo.Los analistas esperaban más después de la mejora del 0,7% en el primer trimestre y del 0,4% en el segundo. "A diferencia de la mayoría de la eurozona, Alemania experimentó una significativa pérdida de confianza tras el golpe que supuso la decisión de Reino Unido de abandonar la UE", afirman los analistas de Citigroup.
Sin embargo, algunos ven este mal dato simplemente como un tropiezo de una economía con una tasa de desempleo de apenas el 5,8%, su nivel más bajo de los últimos 25 años, que además encadena cuatro meses de aumento del índice de confianza inversora. "Todo apunta a que se trata de un bache, no de un vuelco general", señala Andreas Rees, economista de Unicredit.
Si el gigante alemán da muestras de flaqueza, la segunda economía de la eurozona, Francia, avanzó también al 0,2% y ya reconoce abiertamente por boca de su ministro de Finanzas que será difícil cumplir con su objetivo de crecer el 1,5% este año.
Angela Merkel y François Hollande tienen en el horizonte procesos electorales en los que esta vez no solo se enfrentan a la oposición tradicional: también al ascenso de la ultraderechista Marine Le Pen, a la que a día de hoy nadie discute su paso a la segunda vuelta de las presidenciales, y del movimiento antiinmigración Alternativa por Alemania. Cualquier grieta puede ser aprovechada por ambas formaciones para ahondar en la herida.
Más allá de las dos grandes potencias europeas, Eurostat ha constatado este martes una vez más la debilidad de la recuperación comunitaria, con un crecimiento trimestral del 0,3% para la eurozona, el ritmo previsto. Europa no sigue la estela de los grandes bloques, con las economías de Estados Unidos, China o Japón avanzando con más fuerza.
Dentro de ese panorama, ha habido sin embargo dos sorpresas positivas: Italia, que ha abandonado el estancamiento del pasado trimestre para crecer tres décimas en un momento en que el primer ministro Matteo Renzi necesita granjearse todos los apoyos posibles a dos semanas del referéndum constitucional, y Portugal, que creció un 0,8% entre julio y septiembre, su mejor cifra en tres años y la tasa más alta de toda la eurozona junto a la de Bulgaria.