21 nov 2016

EN EL PRIMER MUNDO LA RE,RE, RE, ESTA BIEN VISTA

LA CANCILLER DE ALEMANIA ES CONSIDERADA UN FACTOR DE ESTABILIDAD TRAS EL BREXIT Y TRUMP
Merkel se candidatea a un cuarto mandato
La mandataria dijo que quiere aportar su experiencia frente al auge del populismo de derecha y los retos a los valores compartidos.


Angela Merkel es la primera mujer y la primera dirigente criada en el Este en asumir la Cancillería. (Fuente: EFE)

La canciller de Alemania, Angela Merkel, luchará por un cuarto mandato como candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en las elecciones previstas para otoño de 2017, convencida de que debe servir al país en momentos “inciertos”.
Como se esperaba, Merkel anunció ayer a la dirección de la CDU, reunida en Berlín, que se presentará de nuevo para liderar el partido en el congreso que se celebrará en dos semanas, convencida, dijo, de que tiene fuerzas para volver a ser su candidata en las generales. Según explicó en una rueda de prensa, tomó la decisión tras reflexionar “infinitamente” y consciente de que será la campaña más difícil desde la reunificación de Alemania, ante la “polarización” de la sociedad, el auge del populismo de derecha y los desafíos a los que se enfrentan los valores compartidos, en Europa y en la esfera internacional.

 “La decisión de optar a una cuarta candidatura es, tras once años en el cargo, de todo menos trivial”, añadió. Al recordar que su partido tendrá también el reto de impedir una victoria de un bloque de socialdemócratas, Izquierda y Verdes, se mostró dispuesta a aportar su “experiencia” y también “nuevas ideas” para una nueva legislatura.
Tras dieciséis años al frente de las filas conservadoras, la formación de Merkel se mantiene entre nueve y doce puntos por delante del Partido Socialdemócrata (SPD), socio en la gran coalición y aún sin candidato. Según las últimas encuestas, si se celebraran ahora las elecciones la CDU ganaría con entre el 33 y el 34 por ciento de los votos.

Merkel asumió las riendas de la Cancillería en 2005, al vencer en las urnas al socialdemócrata Gerhard Schröder, y volvió a ganar en 2009 y en 2013. Ese año, al presentarse a la que fue su tercera legislatura, se adivinaba la crisis financiera internacional, pero no el drama de los refugiados que golpearía a Europa en 2015.
Si su defensa de la receta de austeridad en la Unión Europea (UE) le valió el aplauso de sus compatriotas, su generosa política de acogida se ha convertido en la principal arma de sus detractores en Alemania.

La llegada de más de 1,1 millón de refugiados desde 2015 ha dado alas a los populistas de Alternativa por Alemania (AfD), que aspira a entrar en el Parlamento el próximo año, con alrededor del 12 de los votos. Y ha abierto una brecha entre la CDU y su ala bávara, la CSU, que no obstante respaldó la candidatura de Merkel a la espera de consensuar un programa. El desgaste sufrido y la erosión de sus altas cotas de popularidad no impidieron que todos las miradas se dirigieran a ella tras el triunfo del Brexit y la victoria de Donald Trump en EE.UU.

La mujer con más experiencia de gobierno en la UE y la más poderosa del mundo desde hace seis años, según la revista Forbes, fue señalada por el New York Times como posiblemente la última defensora del mundo libre occidental. “Si yo fuera de aquí, si fuera alemán, sería su seguidor, le daría mi voto”, aseguró esta semana en Berlín el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Con un estilo austero e infranqueable y un perfil bajo pero fuerte en la toma de decisiones, Angela Merkel, la mujer al frente del gobierno de Alemania, va en camino a renovar su liderazgo en 2017 en un contexto en el que, tras el triunfo de Donald Trump, fue revalorizada como factor de estabilidad global. Es que muchos la consideran como un baluarte frente a las posiciones de Turquía y Rusia, la tentación aislacionista de Estados Unidos y la crisis pos-Brexit que se desató en la Unión Europea.

Merkel escribió por partida doble una página de la historia: se convirtió en la primera mujer y primera dirigente política que creció en el Este y asumió la Cancillería alemana. Si gana un próximo período, tendría la oportunidad de igualar el récord establecido por el cofundador de la CDU Konrad Adenauer y su mentor político, Kohl, quienes estuvieron 14 y 16 años, respectivamente, al frente de la Cancillería.

Durante sus años en el poder Merkel atrajo la mirada mundial. Tras el desastre nuclear de Fukushima, Japón, en marzo de 2011, anunció que Alemania debía apagar todas sus centrales nucleares lo antes posible para lograr un apagón total en el año 2020. Durante la crisis de la Eurozona entre 2011 y 2012, Merkel fue inflexible y respaldó el plan del Banco Central Europeo (BCE) de comprar bonos para evitar la caída de Grecia y nombró como ministro de Finanzas a Wolfgang Schäuble, quien desarrolló un paquete de medidas de austeridad.

El año pasado, la canciller alemana decidió asumir una política de puertas abiertas con la llegada masiva de refugiados a Europa y más de un millón se establecieron en Alemania. Su decisión fue muy elogiada al principio, pero más tarde abrió una brecha política y social, no sólo en su país, sino en toda la Unión Europea.