Tal como se esperaba, las delaciones premiadas de ejecutivos de la firma Odebrecht ya alcanzan al presidente brasilero, Michel Temer, que intenta apurarse a aprobar un paquete de medidas fiscales en el Parlamento antes de que sigan apareciendo las denuncias.
El viernes a última hora trascendieron, a través del diario O Globo, las declaraciones realizadas por Claudio Melo Filho, exvicepresidente de Odebrecht. En un material de 82 páginas catalogado como "documento secreto", y que se conoció como la "delación del fin del mundo", Melo Filho reveló a la Justicia que entregó dinero en efectivo para un amigo y asesor especial del actual mandatario brasileño.Melo era el hombre de la poderosa compañía que manejaba las relaciones con el actual presidente Michel Temer y con su partido, el Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).
Los relatos no dejan lugar a dudas: involucran directamente al actual jefe de Estado de Brasil en el pedido de "contribuciones" financieras a la firma constructora. También implican a sus principales personeros en el manejo de los fondos ilegales. Uno de ellos es el actual ministro jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha. Otro es el senador Romero Juca, que debió abandonar el cargo de superministro a poco de asumir en el gobierno Temer, por grabaciones que lo dejaban muy mal parado.
Pero la cosa no queda ahí: dentro de ese esquema se encontraban también ex ministros de Temer: entre ellos Geddel Vieira Lima, quien debió renunciar al cargo hace pocos días por una causa "menor" que lo puso en el centro de algo a lo que parecen habituados: el uso de sus cargos para fines personales.
En su relato Melo Filho afirma: "Estuve con Michel Temer en una cena en Jaburú (el palacio del vicepresidente de Brasilia). En esa oportunidad él le pidió a Marcelo Odebrecht un pago al PMDB (Partido del Movimiento Democrático de Brasil). Esos pagos fueron hechos por valor de 4 millones de reales y se entregaron por la vía de Eliseu Padilha (actual ministro jefe de la Casa Civil)".
El ex ejecutivo de Odebrecht es uno de los 77 miembros de ese holding que están en la lista de quienes se acogerán a las delaciones premiadas; aquellas que permiten a esos directivos reducir las penas que les tocarán en la cárcel. Ya están los 77 detenidos.
En su relato a los fiscales del caso Lava Jato -el de las coimas de Petrobras-Melo Filho afirma: "El núcleo político organizado por el PMDB en la Cámara de Diputados es históricamente liderado por Michel Temer, actual presidente de la República" y luego señala que "Eliseu Padilha (su actual ministro) es su hombre de confianza: concentra las recaudaciones financieras de ese núcleo político del PMDB para luego distribuir el dinero internamente".
No solo esto. Ratifica que Temer recibía "aportes en efectivo" de la empresa para su uso personal. "El actual presidente de la República Michel Temer también utilizaba sus representantes" favoritos para sus intereses personales, como el caso de los pagos en los que participé que fueron operados a través de Eliseu Padilha".
El delator menciona otro ministro de Temer. Se trata de Wellington Moreira Franco, el funcionario que tiene a su cargo entre otras privatizaciones las de los aeropuertos brasileños que aún continúan en manos estatales. El ex ejecutivo Claudio Melo afirma que hubo presiones de Moreira Franco "para el negocio de los aeropuertos". No por acaso Odebrecht venció en la licitación del Aeropuerto Internacional del Galeao, en Rio de Janeiro.
El senador Renan Calheiros, también del PMDB y figura central en la conmoción política de la semana pasada, está entre los políticos que recibieron "ayuda" de la constructora Odebrecht. Según Melo, "Odebrecht siempre ayudó a Calheiros. Fue de forma indirecta a través del senador Romero Jucá. Participé de la realización de pagos específicos para las campañas del grupo político del senador, que giran alrededor de los 22 millones de reales (unos 10 millones de dólares de la época)".
Más específicamente señala que en la planilla de la empresa entregada al Ministerio Público, Calheiros que figura con el alias de "Justicia" recibió en forma directa 250.000 dólares.
La denuncia de Melo alcanza especialmente al corazón del actual gobierno, empezando por el presidente de la Nación. En eso reside su impacto. No deja, sin embargo, de mencionar otros nombres como Jacques Wagner, del Partido de los Trabajadores, y Aécio Neves, presidente del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), que fuera candidato presidencial en 2014 y trabaja con expectativas de volver a serlo en 2018.
¿Desbandada?
La delación de Melo Filho alcanzó al corazón del gobierno de Temer, cuando está por votarse el Proyecto de Enmienda Constitucional (PEC) que establece un techo por 20 años para el gasto público.
Este viernes, luego que se conociera la información contenida en la declaración de Melo Filho, que involucra a 24 políticos de alto nivel con los que tenía relación (personal, profesional y criminal), muchos altos funcionarios debieron hacer horas extras enviando notas y comunicados a los medios de información tratando de defender a sus jefes de las acusaciones.
Y, para el presidente Temer y su equipo, esto recién empieza: todavía faltan 75 delaciones de ejecutivos de Odebrecht, entre las que se incluye la de su expresidente y máxima figura, Marcelo Odebrecht.
Según un relevamiento de Datafolha, el índice de calificación de pésima a la gestión de Temer pasó de 31% en julio a 51% este comienzo de diciembre.
Otro dato que surge de los sondeos es que el índice de electores que defiende la renuncia del mandatario y quiere que se convoque a elecciones es semejante al que ostentaba Dilma Rousseff sobre el fin de su mandato: 63% (con Rousseff era 62%).
En medio de esta situación caótica, parte de la superbase aliada al presidente Temer está rediscutiendo su apoyo.
El núcleo duro del gabinete de Temer comenzó a desmoronarse en noviembre. Fue así que debió dimitir Geddel Vieira Lima, de la secretaría de Gobierno, por haber intentado hacer prevalecer intereses personales en una decisión del Instituto de Patrimonio Histórico, y este fin de semana se supo que otros dos del "riñón" de Temer son los primeros denunciados por Melo Filho: Moreira Franco (Secretaría de Privatizaciones) y Eliseu Padilha (Casa Civil). Tanto a nivel político como periodístico era consensual que quien quería saber qué pensaba Temer debía dirigirse a uno de los dos. El gran impacto de hoy es que la delación del ejecutivo de Odebrecht coloca esa convicción en negro sobre blanco, en un papel oficial.
Melo Filho apuntó directamente al presidente Temer como receptor de la "caja dos" electoral (así se denomina al financiamiento ilegítimo). Según su denuncia, fueron 10 millones de reales para la campaña de 2014, donde concurrió como candidato a vicepresidente acompañando a Dilma Rousseff. Según la denuncia, el receptor directo de al menos cuatro millones de reales fue el abogado José Yunes, amigo e interlocutor de Temer, que hoy ocupa un cargo de asesor en el Palacio de Planalto (la sede el Ejecutivo).
Temer es citado 43 veces en la declaración de Melo Filho, pero difícilmente pueda ser juzgado y procesado por los supuestos crímenes denunciados. ¿La razón? De acuerdo a la legislación brasilera un presidente solo puede responder a procesos -inclusive el de impeachment- por delitos cometidos en su actual mandato, y las irregularidades que surgen de la denuncia de Melo Filho corresponden a 2014. Eso en términos legales; queda por ver qué efectos tendrán las delaciones en la estabilidad política del gobierno.
Una de las principales preocupaciones del Gobierno es una posible salida dela coalición gubernista del denominado grupo "centrao", que controla casi 170 de los 400 diputados oficialistas. Un eventual rompimiento con Temer podría impulsar alguno de los pedidos deimpeachment que ya se tramitan en la Cámara: uno presentado por el PSOL y otro por sectores vinculados el PT, PC do B y PDT.
El ejecutivo de Odebrecht delató a los presidentes de Diputados, Rodrigo Maia (DEM) y del Senado, Renan Calheiros (PMDB); a siete senadores, dos exsenadores, cinco diputados federales, seis exdiputados y tres ministros del actual gobierno. Del exgobierno petista de Rousseff hay solo dos implicados en las denuncias: el exministro de la Casa Civil, Jacques Wagner y el exsenador Delcídio do Amaral.
BRASIL
12.12.2016
12.12.2016
El viernes a última hora trascendieron, a través del diario O Globo, las declaraciones realizadas por Claudio Melo Filho, exvicepresidente de Odebrecht. En un material de 82 páginas catalogado como "documento secreto", y que se conoció como la "delación del fin del mundo", Melo Filho reveló a la Justicia que entregó dinero en efectivo para un amigo y asesor especial del actual mandatario brasileño.Melo era el hombre de la poderosa compañía que manejaba las relaciones con el actual presidente Michel Temer y con su partido, el Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).
Los relatos no dejan lugar a dudas: involucran directamente al actual jefe de Estado de Brasil en el pedido de "contribuciones" financieras a la firma constructora. También implican a sus principales personeros en el manejo de los fondos ilegales. Uno de ellos es el actual ministro jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha. Otro es el senador Romero Juca, que debió abandonar el cargo de superministro a poco de asumir en el gobierno Temer, por grabaciones que lo dejaban muy mal parado.
Pero la cosa no queda ahí: dentro de ese esquema se encontraban también ex ministros de Temer: entre ellos Geddel Vieira Lima, quien debió renunciar al cargo hace pocos días por una causa "menor" que lo puso en el centro de algo a lo que parecen habituados: el uso de sus cargos para fines personales.
En su relato Melo Filho afirma: "Estuve con Michel Temer en una cena en Jaburú (el palacio del vicepresidente de Brasilia). En esa oportunidad él le pidió a Marcelo Odebrecht un pago al PMDB (Partido del Movimiento Democrático de Brasil). Esos pagos fueron hechos por valor de 4 millones de reales y se entregaron por la vía de Eliseu Padilha (actual ministro jefe de la Casa Civil)".
El ex ejecutivo de Odebrecht es uno de los 77 miembros de ese holding que están en la lista de quienes se acogerán a las delaciones premiadas; aquellas que permiten a esos directivos reducir las penas que les tocarán en la cárcel. Ya están los 77 detenidos.
En su relato a los fiscales del caso Lava Jato -el de las coimas de Petrobras-Melo Filho afirma: "El núcleo político organizado por el PMDB en la Cámara de Diputados es históricamente liderado por Michel Temer, actual presidente de la República" y luego señala que "Eliseu Padilha (su actual ministro) es su hombre de confianza: concentra las recaudaciones financieras de ese núcleo político del PMDB para luego distribuir el dinero internamente".
No solo esto. Ratifica que Temer recibía "aportes en efectivo" de la empresa para su uso personal. "El actual presidente de la República Michel Temer también utilizaba sus representantes" favoritos para sus intereses personales, como el caso de los pagos en los que participé que fueron operados a través de Eliseu Padilha".
El delator menciona otro ministro de Temer. Se trata de Wellington Moreira Franco, el funcionario que tiene a su cargo entre otras privatizaciones las de los aeropuertos brasileños que aún continúan en manos estatales. El ex ejecutivo Claudio Melo afirma que hubo presiones de Moreira Franco "para el negocio de los aeropuertos". No por acaso Odebrecht venció en la licitación del Aeropuerto Internacional del Galeao, en Rio de Janeiro.
El senador Renan Calheiros, también del PMDB y figura central en la conmoción política de la semana pasada, está entre los políticos que recibieron "ayuda" de la constructora Odebrecht. Según Melo, "Odebrecht siempre ayudó a Calheiros. Fue de forma indirecta a través del senador Romero Jucá. Participé de la realización de pagos específicos para las campañas del grupo político del senador, que giran alrededor de los 22 millones de reales (unos 10 millones de dólares de la época)".
Más específicamente señala que en la planilla de la empresa entregada al Ministerio Público, Calheiros que figura con el alias de "Justicia" recibió en forma directa 250.000 dólares.
La denuncia de Melo alcanza especialmente al corazón del actual gobierno, empezando por el presidente de la Nación. En eso reside su impacto. No deja, sin embargo, de mencionar otros nombres como Jacques Wagner, del Partido de los Trabajadores, y Aécio Neves, presidente del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), que fuera candidato presidencial en 2014 y trabaja con expectativas de volver a serlo en 2018.
¿Desbandada?
La delación de Melo Filho alcanzó al corazón del gobierno de Temer, cuando está por votarse el Proyecto de Enmienda Constitucional (PEC) que establece un techo por 20 años para el gasto público.
Este viernes, luego que se conociera la información contenida en la declaración de Melo Filho, que involucra a 24 políticos de alto nivel con los que tenía relación (personal, profesional y criminal), muchos altos funcionarios debieron hacer horas extras enviando notas y comunicados a los medios de información tratando de defender a sus jefes de las acusaciones.
Y, para el presidente Temer y su equipo, esto recién empieza: todavía faltan 75 delaciones de ejecutivos de Odebrecht, entre las que se incluye la de su expresidente y máxima figura, Marcelo Odebrecht.
Según un relevamiento de Datafolha, el índice de calificación de pésima a la gestión de Temer pasó de 31% en julio a 51% este comienzo de diciembre.
Otro dato que surge de los sondeos es que el índice de electores que defiende la renuncia del mandatario y quiere que se convoque a elecciones es semejante al que ostentaba Dilma Rousseff sobre el fin de su mandato: 63% (con Rousseff era 62%).
En medio de esta situación caótica, parte de la superbase aliada al presidente Temer está rediscutiendo su apoyo.
El núcleo duro del gabinete de Temer comenzó a desmoronarse en noviembre. Fue así que debió dimitir Geddel Vieira Lima, de la secretaría de Gobierno, por haber intentado hacer prevalecer intereses personales en una decisión del Instituto de Patrimonio Histórico, y este fin de semana se supo que otros dos del "riñón" de Temer son los primeros denunciados por Melo Filho: Moreira Franco (Secretaría de Privatizaciones) y Eliseu Padilha (Casa Civil). Tanto a nivel político como periodístico era consensual que quien quería saber qué pensaba Temer debía dirigirse a uno de los dos. El gran impacto de hoy es que la delación del ejecutivo de Odebrecht coloca esa convicción en negro sobre blanco, en un papel oficial.
Melo Filho apuntó directamente al presidente Temer como receptor de la "caja dos" electoral (así se denomina al financiamiento ilegítimo). Según su denuncia, fueron 10 millones de reales para la campaña de 2014, donde concurrió como candidato a vicepresidente acompañando a Dilma Rousseff. Según la denuncia, el receptor directo de al menos cuatro millones de reales fue el abogado José Yunes, amigo e interlocutor de Temer, que hoy ocupa un cargo de asesor en el Palacio de Planalto (la sede el Ejecutivo).
Temer es citado 43 veces en la declaración de Melo Filho, pero difícilmente pueda ser juzgado y procesado por los supuestos crímenes denunciados. ¿La razón? De acuerdo a la legislación brasilera un presidente solo puede responder a procesos -inclusive el de impeachment- por delitos cometidos en su actual mandato, y las irregularidades que surgen de la denuncia de Melo Filho corresponden a 2014. Eso en términos legales; queda por ver qué efectos tendrán las delaciones en la estabilidad política del gobierno.
Una de las principales preocupaciones del Gobierno es una posible salida dela coalición gubernista del denominado grupo "centrao", que controla casi 170 de los 400 diputados oficialistas. Un eventual rompimiento con Temer podría impulsar alguno de los pedidos deimpeachment que ya se tramitan en la Cámara: uno presentado por el PSOL y otro por sectores vinculados el PT, PC do B y PDT.
El ejecutivo de Odebrecht delató a los presidentes de Diputados, Rodrigo Maia (DEM) y del Senado, Renan Calheiros (PMDB); a siete senadores, dos exsenadores, cinco diputados federales, seis exdiputados y tres ministros del actual gobierno. Del exgobierno petista de Rousseff hay solo dos implicados en las denuncias: el exministro de la Casa Civil, Jacques Wagner y el exsenador Delcídio do Amaral.