ROMA (Uypress) –
2 de junio de 2018
Matteo Salvini, el jefe de La Liga, el partido xenófobo aliado al Movimiento 5 Estrellas que pasó a gobernar Italia, es el nuevo ministro del Interior de la península y dejó claro cuál será su prioridad.
Mientras muchos dirigen su mirada a la escandalosa caída de Mariano Rajoy en España, envuelto en una trama de corrupción arropada por la estructura de su Partido Popular, son pocos los que han prestado atención a sucesos tan o más graves, como la transición gubernamental en Italia, donde luego de varias idas y venidas se conformó un nuevo gobierno, fruto de la alianza entre la xenófoba Liga y el populista Movimiento 5 Estrellas (M5E).
El nuevo gobierno tendrá como primer ministro a Giuseppe Conte, un jurista sin antecedentes de actividad política, que luego de haber rechazado en primera instancia el ofrecimiento de formar gobierno, terminó accediendo, designando un gabinete que tendrá como sus dos vice primeros ministros y hombres fuertes a los líderes de las formaciones políticas que lo apoyan.
Matteo Salvini es el principal referente de La Liga, y ocupará la cartera de Interior.
"Mandarles a casa será mi prioridad", dijo en referencia a los inmigrantes "ilegales", interpelado por sus seguidores en un acto electoral en el municipio lombardo de Sondrio. Y agregó: "Habrá puertas abiertas en Italia para la gente buena pero un billete de vuelta para quienes vienen a armar jaleo y quieren ser mantenidos de por vida".
Las palabras de Salvini se produjeron instantes después de que en Roma, el jefe del Estado aprobara el Gobierno de Giuseppe Conte, el primer ministro elegido para encabezar el Ejecutivo del Movimiento 5 Estrellas y la Liga y en el que él jurará como ministro del Interior.
En su intervención, muy aplaudida, defendió que los niños "tienen una mamá y un papá y no progenitor 1 y progenitor 2" e invitó a sus seguidores a sentir "orgullo y dignidad" por ser italianos. "
¿Quién es Matteo Salvini?
Durante años, Silvio Berlusconi apenas ocultaba su desprecio por su socio de coalición, Matteo Salvini, que era más agresivo, menos elegante y que estaba mucho más a la derecha que el exprimer ministro conocido como il Cavaliere.
Las grandes figuras del establishment en Roma y Bruselas creían que Salvini, líder de La Liga -la antigua Liga Norte-, iba a quedar siempre bajo el control de Berlusconi.
Sin embargo, en las últimas elecciones Il Cavaliere perdió el duelo, y La Liga obtuvo más votos que Forza Italia. Fue un resultado que no solo marcó un final para el reinado de Berlusconi sobre la derecha italiana, sino que reveló un cambio fundamental en el panorama político del país. Ahora parece volcarse a la derecha, el populismo, contra la Unión Europea y convertirse en profundamente xenófoba.
El ascenso de Salvini a lo largo de años, desde que era el presentador de un programa de radio de La Liga Norte, donde recibía las llamadas de los oyentes, hasta que se hizo con el control del partido ha estado lleno de incidentes en los que sus alegatos racistas atrajeron la atención de los medios de comunicación.
Consiguió notoriedad cuando pidió que se destruyeran los campamentos de gitanos y por su defensa del fascismo con la sugerencia de que, durante la dictadura de Benito Mussolini, hubo aspectos positivos.
Después de que un ultranacionalista italiano disparase a seis migrantes africanos en la recta final de la carrera electoral, Salvini sugirió que había sido la crisis migratoria la que había provocado que se instigase a la violencia.
Salvini también ha atacado a la OTAN, sugiriendo en 2016 que Italia podría salir de la alianza por perjudicar, en su enfrentamiento con Rusia, los intereses económicos del país.
